La nueva legislación del Reino Unido que tiene como objetivo evitar que los británicos participen en la sustracción forzada de órganos en China ha sido aprobada sin oposición en el Parlamento.
La enmienda a la nueva Ley de Salud y Atención Sanitaria del Reino Unido—si se convierte en ley—penalizará a cualquier residente británico que pague por el suministro de un órgano, busque a alguien dispuesto a suministrar un órgano a cambio de pago, o inicie o negocie cualquier acuerdo comercial de este tipo fuera del Reino Unido, dijo el ministro de Sanidad, Edward Argar.
La legislación propuesta se aplica a los residentes en Gran Bretaña y a los ciudadanos del Reino Unido que no son residentes de Irlanda del Norte.
La enmienda establece que los ciudadanos del Reino Unido incluyen ciudadanos británicos, ciudadanos de territorios británicos de ultramar, nacionales británicos (de ultramar) o ciudadanos británicos de ultramar, a los nacionales británicos en virtud de la Ley de Nacionalidad Británica de 1981, o a las personas británicas protegidas en el sentido de dicha Ley.
Al presentar la enmienda en la Cámara de los Comunes, Argar dijo que la medida, junto con el «compromiso del gobierno conservador de trabajar con NHS Blood and Transplant para concienciar a más pacientes sobre las implicaciones legales, de salud y éticas de comprar un órgano», «enviaría una señal inequívoca de que no se tolerará la complicidad en los abusos asociados con el comercio de órganos en el extranjero».
El comercio de órganos para trasplantes ya es ilegal en el Reino Unido.
El secretario de Salud en la sombra, Wes Streeting, dijo a los parlamentarios que el Partido Laborista da la bienvenida al cambio en el proyecto de ley.
«Se modifica la Ley de Tejidos Humanos para prohibir que los ciudadanos del Reino Unido viajen a países como China—aunque la redacción de la enmienda no es específica de cada país—con el fin de realizar un trasplante de órganos”, dijo.
«En algunas partes del mundo, los órganos no se donan libremente, sino que se extraen por la fuerza. Y debemos tenerlo en cuenta a la hora de redactar nuestra legislación».
La enmienda del gobierno (pdf) fue propuesta para sustituir una versión de la Cámara de los Lores presentada por Lord Philip Hunt de Kings Heath.
Al presentar su versión de la enmienda el 16 de marzo, Hunt dijo a la Cámara de los Lores que su enmienda prohibiría a los ciudadanos del Reino Unido viajar a países como China con el fin de realizar un trasplante de órganos.
“La sustracción forzada de órganos en China es el delito de extraer por la fuerza los órganos de los prisioneros de conciencia, matando a la víctima en el proceso. Los órganos sustraídos se venden a funcionarios chinos, a ciudadanos chinos o a extranjeros para ser trasplantados», dijo el diputado laborista.
Partiendo de su deseo de alentar un aumento en las donaciones de órganos en el Reino Unido, Hunt ha hecho campaña durante mucho tiempo para poner fin a la sustracción forzada de órganos en China.
La enmienda de Hunt, que contó con el apoyo de todos los partidos en la Cámara de los Lores, también tipificaría como delito recibir órganos en el extranjero sin «el consentimiento libre, informado y específico» de un donante vivo o de los familiares más cercanos del donante, cuando el donante no pueda proporcionar su consentimiento.
También habría exigido al secretario de Estado de Sanidad que publicara evaluaciones anuales de los países que no exigen un consentimiento explícito para la donación legal de material controlado, como los órganos humanos.
El informe de evaluación propuesto determinaría si cada uno de esos países dispone de un sistema formal, financiado con fondos públicos, para optar por no otorgar el consentimiento para la donación de materiales controlados y una educación pública efectiva sobre el sistema.
También se evaluaría si los países están cometiendo genocidio mediante una resolución de la Cámara de los Comunes.
Argar dijo que el gobierno tiene «preocupaciones significativas sobre el impacto adverso que este enfoque—como en esa enmienda—podría tener en los pacientes de transporte y el personal del NHS».
El ministro de Sanidad dijo anteriormente a la Cámara de los Lores que cree que, al hacer recaer sobre los receptores de trasplantes la responsabilidad de garantizar un consentimiento adecuado, la enmienda de Hunt disuadiría a las personas que «reciben legítimamente órganos en el extranjero» de «buscar un tratamiento de seguimiento por miedo a ser tratados como un sospechoso criminal».
También argumentó que la enmienda de Hunt supondría una «presión considerable» para el NHS al exigir un informe anual.
Argar dijo que cree que su enmienda «lograría un efecto similar» a la versión de Hunt, «pero sin crear un impacto desproporcionado en los receptores vulnerables y el personal del NHS».
El Proyecto de Ley de Salud y Atención Sanitaria se encuentra actualmente en la etapa final antes de convertirse en ley, lo que se conoce como el «ping pong» cuando el proyecto de ley va y viene entre las dos Cámaras del Parlamento, cada una de las cuales considera las enmiendas de la otra cámara.
El 17 de junio de 2019, el Tribunal de China, un tribunal popular independiente, concluyó por unanimidad que los prisioneros de conciencia han sido, y continúan siendo, asesinados en China por sus órganos «en una escala significativa», y que los practicantes de la disciplina espiritual Falun Gong han sido una de las principales fuentes de suministro de órganos.
El 1 de marzo de 2020, el tribunal publicó un informe de 160 páginas, reafirmando su conclusión anterior, diciendo que no había «ninguna prueba de que la práctica se haya detenido y el Tribunal está convencido de que continúa».
Ethan Gutmann, becario de estudios de China en la Fundación Conmemorativa de las Víctimas del Comunismo (VOC, por sus siglas en inglés) sin fines de lucro con sede en Washington y cofundador de la Coalición Internacional para Acabar con los Abusos en los Trasplantes en China, dijo en un seminario web el 24 de febrero de 2021 que su investigación sugiere que la sustracción forzada de órganos de los uigures también estaba ocurriendo en una escala considerable.
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