Exabogado de Twitter planteó consulta de desinformación sobre posteo de Trump, según Archivos de Twitter

Por Samantha Flom
27 de diciembre de 2022 6:30 PM Actualizado: 27 de diciembre de 2022 6:30 PM

El exabogado del FBI James Baker planteó una consulta sobre un tuit de octubre de 2020 del entonces presidente Donald Trump, buscando saber por qué no era desinformación, según la última entrega de los «Archivos de Twitter» avalados por Elon Musk.

Baker, que en ese momento ejercía como abogado general adjunto de Twitter, apuntó a un tuit que Trump escribió antes de su salida del Centro Médico Walter Reed en Bethesda, Maryland, tras recibir tratamiento por el COVID-19.

«Dejaré el gran Centro Médico Walter Reed hoy a las 18:30», escribió Trump el 5 de octubre de 2020. «¡Me siento muy bien! No tengan miedo del Covid. No dejen que domine su vida. Hemos desarrollado, bajo la Administración Trump, algunos medicamentos y conocimientos realmente geniales. ¡Me siento mejor que hace 20 años!».

Un intercambio de correos electrónicos compartido el 26 de diciembre por el periodista David Zweig reveló que, tras ese tuit, Baker se puso en contacto con Yoel Roth, entonces responsable de Confianza y Seguridad de Twitter, para preguntarle por qué el tuit no constituía una violación de la política de COVID-19 de la plataforma.

En su respuesta, Roth señaló que otros empleados ya habían iniciado un debate sobre el tema y explicó que el tuit no suponía una violación de las políticas de Twitter.

«En resumen, este tuit es una amplia declaración optimista», escribió Roth. «No incita a la gente a hacer algo perjudicial, ni hace recomendaciones en contra de tomar precauciones o seguir las directrices sobre las mascarillas (u otras directrices). No entra dentro del ámbito publicado de nuestras políticas. No obstante, tengo curiosidad por saber si usted tiene otra opinión al respecto».

L: James Baker. (Federal Bureau of Investigation); R: The Federal Bureau of Investigation Headquarters in Washington
I: James Baker. (Oficina Federal de Investigación); D: Sede de la Oficina Federal de Investigación en Washington

Baker en el punto de mira

Baker fue destituido de Twitter el 6 de diciembre por el nuevo director ejecutivo de la empresa, el multimillonario Elon Musk, después de que se descubriera que había «investigado» el primer capítulo de los Archivos de Twitter sin el conocimiento de Musk.

A medida que han ido saliendo a la luz nuevas revelaciones de documentos internos de Twitter, el papel asesor de Baker en la decisión final de la plataforma de censurar el reportaje del New York Post sobre los negocios de Hunter Biden ha sido objeto de escrutinio no solo por parte del público en general, sino también de miembros del Congreso.

En una carta (pdf) fechada el mismo día del despido de Baker de Twitter, el representante James Comer (R-Ky.) solicitó que Baker empezara a hacer los preparativos para comparecer ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, afirmando que su testimonio proporcionaría «un contexto crítico sobre la decisión del equipo de censura de Twitter de prohibir a los usuarios compartir información sobre un candidato presidencial».

Además, según Mike Davis, fundador y presidente de la organización de defensa Article III Project, Baker podría enfrentarse a cargos éticos por revisar y potencialmente borrar información de los archivos de Twitter que podría perjudicarle personalmente, lo que significaría que estaba trabajando en contra de su cliente.

The Epoch Times se ha puesto en contacto con Baker para solicitar sus comentarios.

Dar forma a la narrativa

Como reveló el capítulo del lunes de los Archivos de Twitter, Trump no fue el único cuyos tuits relacionados con el COVID fueron analizados por la plataforma.

Por ejemplo, uno de los tuits del exprofesor de la Facultad de Medicina de Harvard Martin Kulldorff fue marcado por un moderador que afirmó que el mensaje contenía «información falsa» sobre la eficacia de las vacunas contra el COVID-19.

En el posteo marcado, Kulldorff afirmaba: «Pensar que todo el mundo debe vacunarse es tan científicamente erróneo como pensar que nadie debería hacerlo. Las vacunas COVID son importantes para las personas mayores de alto riesgo y sus cuidadores. Las personas con infección natural previa no la necesitan. Tampoco los niños».

Además de etiquetar el posteo de Kulldorff como «engañoso», Twitter también desactivó la capacidad de los usuarios de dar «me gusta» o responder al tuit.

«Pero la declaración de Kulldorff era la opinión de un experto, que además coincidía con las políticas de vacunación de muchos otros países», señaló Zweig el lunes.

A raíz de estas revelaciones, Kulldorff declaró a The Epoch Times que «no le sorprendía» que sus posteos hubieran sido objeto de ataques por parte de Twitter y afirmó que este tipo de censura no debería producirse.

«Debería haber un debate abierto», afirmó Kulldorff. «No se puede esperar que la gente confíe en la sanidad pública y en la comunidad científica si no existe esa comunicación abierta y ese debate abierto».

En otro caso, el Dr. Andrew Bostom, médico de Rhode Island, fue suspendido durante cuatro meses tras cinco supuestas infracciones de la política contra el COVID-19, pero según los registros de Twitter, solo uno de los tuits cuestionados suponía una infracción: uno que citaba datos legítimos pero contradecía la narrativa predominante.

«Datos estadounidenses y locales de Rhode Island: La gripe es más letal que el covid-19 en los niños, mientras que la vacunación contra el covid-19 causa >>> morbilidad grave que la vacunación contra la gripe en los niños», escribió Bostom en ese posteo.

La cuenta de Bostom solo fue restablecida después de que su abogado se pusiera en contacto con Twitter para solicitar una auditoría.

Una nueva dirección

El mes pasado, tras la adquisición de Twitter por parte de Musk, la plataforma dejó de aplicar su política de COVID-19. La notificación del cambio llegó a través de un correo electrónico. La notificación del cambio llegó en forma de actualización de un informe sobre la política de desinformación COVID-19 que Twitter publicó por primera vez el 28 de julio.

Según el informe, entre enero de 2020 y septiembre de 2022, 11.72 millones de cuentas fueron cuestionadas bajo la política contra el COVID-19, lo que resultó en 11,230 suspensiones de cuentas y la eliminación de 97,674 publicaciones.

Desde que Musk tomó el control del gigante de las redes sociales, muchas cuentas previamente suspendidas, incluida la del 45º presidente, han sido restauradas.

Además, a través de los Archivos de Twitter, se ha hecho pública una gran cantidad de información que detalla las luchas de la plataforma por controlar la expresión dentro de unos parámetros cada vez más amplios.

Según Musk, la semana que viene se publicarán más datos sobre el control de Twitter de los contenidos relacionados con el COVID-19.


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