El 6 de diciembre, la Cámara de Representantes de EE. UU. incluyó en su proyecto de ley de financiación de la defensa una disposición que pone fin al mandato militar de vacunación contra el COVID-19.
La nueva ley de Autorización de Gastos de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) (pdf) establece que «a más tardar 30 días después de la fecha de promulgación de esta ley, el secretario de Defensa anulará el mandato de que los miembros de las Fuerzas Armadas sean vacunados contra el COVID-19 de conformidad con el memorando con fecha del 24 de agosto de 2021, en relación con la ‘vacunación obligatoria contra la enfermedad por coronavirus 2019 de los miembros del servicio del Departamento de Defensa'».
Pero pidió a la administración que vaya más allá y vuelva a alistar a cualquier miembro que haya sido retirado por negarse a recibir la vacuna.
«En Estados Unidos, el número de nuevos miembros que se alistan en el ejército está alcanzando un nivel casi récord. Estados Unidos necesita un ejército fuerte para proteger a nuestro país contra las crecientes amenazas a las que se enfrenta nuestra nación», afirmaron. «Nos complace que el proyecto de ley final por el que nos reunimos incluya un lenguaje que refleja los esfuerzos de nuestras enmiendas para proteger a los soldados de ser despedidos debido al mandato de la vacuna COVID de Biden sin una apelación justa y en detrimento de la preparación del servicio».
El Comité de Normas de la Cámara de Representantes hizo público el texto del proyecto de ley días después de que el representante Adam Smith (D-Wash.), presidente del Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, revelara que los legisladores estaban debatiendo el fin del mandato de la vacuna.
«Yo era un firme partidario del mandato de vacunación cuando lo hicimos, un firme partidario de las restricciones Covid puestas en marcha por el DoD y otros», dijo Smith a Politico. «Pero en este momento, ¿tiene sentido mantener esa política a partir de agosto de 2021? Esa es una discusión a la que estoy abierto y que estamos teniendo».
Un grupo de senadores, entre ellos la senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.) y Roger Marshall (R-Kan.), también celebraron la medida.
El mandato «no merece la pena»
Los costes de reemplazar a cada miembro que ha sido dado de baja debido a su negativa a vacunarse —el ejército ha denegado en masa las solicitudes de exenciones religiosas— y otras consecuencias, como el impacto en la moral, demuestran que el mandato «no merece la pena», dijo el senador Mike Lee (R-Utah) a los periodistas en el Capitolio.
Lee fue uno de los 20 senadores republicanos que anunciaron a finales de noviembre que votarían en contra de la NDAA a menos que incluyera la terminación del mandato.
McCarthy dijo el domingo que el Congreso «aseguraría el levantamiento de ese mandato de vacunación para nuestros militares». La NDAA no avanzaría sin eso, añadió McCarthy. También sugirió que dejó clara esta postura al presidente Joe Biden cuando se reunieron por primera vez desde que los republicanos se aseguraron la mayoría en la Cámara de Representantes en el próximo Congreso.
El martes, McCarthy dijo que las personas dadas de baja basándose únicamente en su decisión de no vacunarse «merecen justicia», y que el gobierno de Biden «debe corregir los registros de servicio y no obstaculizar el reincorporamiento» de ninguno de esos miembros del servicio.
«No nos equivoquemos: es una victoria para nuestros militares», añadió. «Pero en 28 días comienza el verdadero trabajo: la nueva mayoría republicana de la Cámara de Representantes trabajará para que finalmente la Administración Biden rinda cuentas y ayude a los hombres y mujeres de uniforme que fueron injustamente blanco de esta Administración».
Oposición de la Casa Blanca
Podría ser necesaria una mayoría a prueba de veto para eliminar el mandato, que fue anunciado en agosto de 2021 por la Administración Biden en nombre de la «preparación militar».
La Casa Blanca dijo a los medios de comunicación que McCarthy planteó la cuestión durante la reunión, pero que la administración quería mantener el mandato en su lugar.
«El líder McCarthy planteó esto al presidente, y el presidente le dijo que lo consideraría», dijo un portavoz de la Casa Blanca. «El secretario de Defensa ha recomendado mantener el mandato, y el presidente apoya su posición. Las discusiones sobre la NDAA están en curso».
Los presidentes pueden vetar los proyectos de ley aprobados por el Congreso.
Para anular un veto se requieren dos tercios de los votos de cada cámara.
Decenas de senadores demócratas y varios miembros demócratas de la Cámara de Representantes tendrían que unirse a los republicanos para anular un veto. En general, los demócratas han apoyado los mandatos durante la pandemia, mientras que los republicanos se han opuesto a ellos.
Secretario de Defensa
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, nominado por Biden, dijo a los periodistas durante el fin de semana que quiere mantener el mandato, alegando que «ha mantenido a la gente sana». El Pentágono no devolvió una solicitud de pruebas para respaldar la afirmación.
Austin dijo en un memorando con fecha del 24 de agosto de 2021, a los altos mandos militares que determinó que un mandato era necesario «para proteger a la Fuerza y defender al pueblo estadounidense».
Las vacunas han proporcionado poca protección contra la infección desde que ómicron surgió a finales de 2021, y la protección que proporcionan contra enfermedades graves ha disminuido considerablemente.
Se introdujeron vacunas de refuerzo debido a la disminución, pero las investigaciones sugieren que las vacunas de refuerzo proporcionan un aumento efímero de la protección. Además, cada dosis de vacuna conlleva el riesgo de efectos secundarios, incluida la inflamación del corazón.
El ejército renunció a exigir vacunas de refuerzo, pero ha mantenido el mandato de la serie primaria. La serie primaria de las dos vacunas más administradas, fabricadas por Moderna y Pfizer, consta de dos dosis.
«Como organización de combate, la salud y la preparación de nuestras fuerzas es primordial. Y la vacunación por el COVID sigue siendo un requisito», dijo el portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, en una reciente sesión informativa.
«Pero, en términos de discutir la legislación propuesta o pendiente, no voy a poder dar un comentario sobre eso y no tendré nada más que decir».
Bajas
El ejército ha dado de baja a algunos miembros que se negaron a vacunarse, principalmente a miembros que no solicitaron exenciones o a los que se les denegaron exenciones religiosas.
El Cuerpo de Infantería de Marina ha dado de baja a 3717 miembros por negarse a vacunarse hasta el 30 de noviembre. El cuerpo solo ha aprobado 23 solicitudes de exención religiosa de las 3740 presentadas.
La Marina de Guerra ha dado de baja a 2064 miembros por negarse a vacunarse hasta el 30 de noviembre. La Marina ha concedido 51 solicitudes de acomodación religiosa de las más de 4000 presentadas.
El Ejército ha separado a 1841 soldados por rechazar la vacuna hasta el 1 de diciembre. El Ejército ha aprobado 123 solicitudes de exención religiosa y rechazado más de 1900.
La Fuerza Aérea separó a 834 miembros por rechazar la vacuna hasta mediados de julio. Ha aprobado unas 200 exenciones religiosas de las 11,000 recibidas.
Los jueces han encontrado pruebas de que los ejércitos discriminaban a los miembros religiosos y han suspendido las separaciones de miembros del Cuerpo de Infantería de Marina, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea que solicitaban exenciones religiosas.
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