Las políticas de Biden que transformaron la frontera de Estados Unidos – Parte 1

A medida que se acercan las elecciones de 2024, la frontera se ha convertido en el centro de atención de muchos votantes, que quieren que se solucionen los problemas

Por Emel Akan y Lawrence Wilson
26 de febrero de 2024 8:27 PM Actualizado: 26 de febrero de 2024 8:32 PM

WASHINGTON —El presidente Joe Biden asumió el cargo con el compromiso de revocar las políticas de inmigración de la administración anterior, calificándolas de «crueles e imprudentes». Hizo hincapié en que su plan establecería un sistema de inmigración «justo, ordenado y humano», al mismo tiempo que aplicaría medidas más inteligentes para asegurar la frontera.

Pero su administración se enfrenta ahora a una crisis histórica.

Los republicanos culpan al presidente Biden de eliminar y revertir las políticas puestas en marcha por la Administración Trump.

Muchas personas, incluidos los medios de comunicación liberales, también han señalado a la Administración Biden por la crisis que ahora se ha extendido a grandes ciudades de todo el país.

Las encuestas sugieren que los votantes estadounidenses confían más en el expresidente Donald Trump —el favorito republicano en las elecciones de noviembre— que en el presidente Biden en cuestiones de inmigración y seguridad fronteriza. Según el Pew Research Center, el 80% de los estadounidenses, incluido el 73% de los demócratas, cree que el gobierno de Estados Unidos ha hecho un mal trabajo a la hora de gestionar la afluencia de inmigrantes ilegales.

La oleada de inmigrantes ilegales aumentó considerablemente durante la presidencia de Biden, batiendo récord tras récord. Los datos de los últimos seis meses de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) muestran que la situación está empeorando.

A medida que se acumulan los gastos de los contribuyentes, las comunidades de todo el país están sintiendo las consecuencias. Y no parece que el problema se vaya a resolver pronto.

Entonces, ¿cómo llegamos a este punto?

2019: El camino de la campaña

Las promesas del presidente Biden a los posibles inmigrantes ilegales comenzaron al principio de su campaña.

Durante un debate de las primarias demócratas el 27 de junio de 2019, el candidato Biden levantó la mano cuando el presentador le preguntó si su plan de salud gubernamental daría cobertura a los inmigrantes ilegales.

Volvió a levantar la mano cuando el presentador dijo: «Levante la mano si cree que debería ser una ofensa civil en lugar de un crimen cruzar la frontera sin documentos».

El presentador preguntó entonces específicamente a Biden si alguien que está aquí ilegalmente debería ser deportado si ese es su único delito.

(I-D) Los candidatos presidenciales demócratas Pete Buttigieg, Joe Biden, el senador Bernie Sanders y la senadora Kamala Harris participan en un debate de primarias demócratas en Miami el 27 de junio de 2019. (Saul Loeb/AFP vía Getty Images)

«Esa persona no debería ser el foco de la deportación», respondió el señor Biden.

Un par de meses después, durante otro debate el 12 de septiembre de 2019, el Sr. Biden dijo: «Yo, de hecho, me aseguraría de que haya, de que llevemos inmediatamente a la frontera a todas esas personas que están buscando asilo. Merecen ser escuchados. Eso es lo que somos. Somos una nación que dice: ‘Si quieres huir, y huyes de la opresión, deberías venir'».

Enero de 2021: Biden pone fin a la emergencia nacional

Para cumplir sus promesas de campaña, el presidente Biden ha puesto en marcha más de 500 medidas en materia de inmigración en los tres primeros años de su presidencia, según el Migration Policy Institute.

Para entender mejor las razones detrás de la oleada en la frontera sur, dicen los críticos, es importante revisar las acciones que el presidente tomó en su primer día en el cargo.

El 20 de enero de 2021, el presidente Biden puso fin a la declaración de emergencia nacional del presidente Trump en la frontera, que exigía la construcción de un muro fronterizo.

El presidente Biden detuvo la construcción, calificándola de «despilfarro de dinero». También declaró que no se desviaría más dinero de los contribuyentes a proyectos de construcción del muro, a pesar de que el Congreso ya había asignado fondos para el proyecto.

También revocó una prohibición a los viajeros procedentes de países propensos al terrorismo. La prohibición, impuesta durante la Administración Trump, impedía la entrada en Estados Unidos de personas procedentes de determinados focos de terrorismo que no realizaban controles de seguridad estrictos de los antecedentes de los posibles viajeros. El presidente Biden declaró que estas prohibiciones eran incompatibles con los valores estadounidenses.

Unos meses más tarde, The Epoch Times reportó que agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a dos yemeníes que figuraban en la lista de terroristas del FBI y en la lista de exclusión aérea.

También en su primer día en el cargo, el presidente Biden suspendió las deportaciones de extranjeros ilegales durante 100 días. La política se aplicó a casi todos los que entraron ilegalmente en el país antes de noviembre de 2020. Sin embargo, una semana después, un juez federal de Texas bloqueó la medida.

Con otra orden ejecutiva emitida en su primer día en el cargo, el presidente fortaleció el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) para los niños que fueron traídos al país ilegalmente.

El primer día, la administración también dejó de agregar inmigrantes ilegales al programa «Permanecer en México». A finales de 2019, la Administración Trump implementó el programa, que requería que los solicitantes de asilo permanecieran en México hasta su fecha en la corte de inmigración de Estados Unidos. El programa ha sido promovido por los defensores de la seguridad fronteriza como el más eficaz para frenar la inmigración ilegal porque puso fin a la «captura y liberación», la práctica en la que los inmigrantes ilegales son liberados en el interior de Estados Unidos con una fecha de audiencia que podría ser dentro de muchos años.

Inmigrantes ilegales de Haití caminan desde México a través de una abertura en el muro fronterizo hacia Estados Unidos en Yuma, Arizona, el 10 de diciembre de 2021. (John Moore/Getty Images)

Biden presenta un plan de reforma de la inmigración

En su primer día en el cargo, el presidente Biden presentó la Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021, a la que se refirió como un «plan integral de reforma migratoria». El proyecto de ley incluía una serie de cambios en la legislación vigente que habrían agilizado y facilitado la obtención de la ciudadanía a quienes entran legalmente en el país y, en una amplia amnistía, habrían proporcionado una vía hacia la ciudadanía a millones de personas que entraron ilegalmente en el país.

El proyecto de ley ofrecía pocas medidas para reducir el flujo de inmigrantes ilegales en el país, aparte de exigir al Departamento de Estado que «impulse reformas en Centroamérica» para abordar las razones por las que la gente emigra a Estados Unidos y crear centros de tramitación de refugiados en la región.

El presidente Biden ha dicho que los republicanos en el Congreso bloquearon el proyecto de ley. Pero los demócratas, que controlaban tanto la Cámara de Representantes como el Senado en 2021, no hicieron ningún esfuerzo aparente para hacer avanzar el proyecto de ley, que fracasó en el comité de ambas cámaras, sin llegar a ser escuchado.

Heritage Foundation, un think tank conservador, criticó la Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021 del presidente Biden, calificándola de «la ley de inmigración más radical» y afirmando que pretende recompensar a los extranjeros ilegales a expensas de los estadounidenses.

En un informe, la organización criticó el proyecto de ley por dar prioridad a «extranjeros ilegales, contrabandistas, cárteles y bandas» sobre la seguridad fronteriza.

Febrero de 2021: Nueva política de asilo

Trece días después, el presidente Biden firmó otras tres órdenes, incluida la flexibilización de los criterios de asilo. Anunció el restablecimiento de la tramitación del asilo en la frontera y la creación de un grupo de trabajo para reunificar a las familias que quedaron separadas durante la administración anterior.

Las nuevas órdenes del 2 de febrero también incluyeron revertir la regla de carga pública de la Administración Trump y desarrollar una estrategia para abordar la «migración irregular a través de la frontera sur».

La regla de la carga pública requería que los patrocinadores familiares reembolsaran al gobierno si los parientes no ciudadanos recibían beneficios públicos.

Los republicanos han culpado al gobierno de Biden de fomentar la inmigración ilegal al señalar una política fronteriza laxa a través de estas órdenes ejecutivas.

El 18 de febrero, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunciaron nuevas directrices provisionales para la detención, retención y deportación de inmigrantes ilegales.

El DHS dijo que los tres criterios prioritarios —seguridad nacional, seguridad fronteriza y seguridad pública— descritos en las directrices provisionales entraban en vigor de inmediato para todas las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

El presidente Joe Biden habla después de firmar varias órdenes ejecutivas que dirigen cambios en la política de inmigración mientras la vicepresidenta Kamala Harris mira, en el Despacho Oval el 2 de febrero de 2021. (Doug Mills-Pool/Getty Images)

Cualquier agente de ICE que se encuentre con un inmigrante ilegal que esté fuera de las tres categorías debe obtener la aprobación previa de su oficina de campo antes de tomar cualquier acción, dijo un funcionario del DHS, y debe considerar los siguientes criterios: la naturaleza y la frecuencia de las condenas de un no ciudadano, el tipo y la duración de las sentencias impuestas, si la acción es de otro modo un uso apropiado de los limitados recursos de ICE, y otros factores pertinentes, incluidos los factores atenuantes.

Los factores atenuantes, dijo el funcionario, incluyen la consideración de si «alguien podría estar sufriendo de una enfermedad física o mental grave».

«Queremos que [los agentes del ICE] piensen en los lazos con la comunidad, si el individuo tiene familia aquí en Estados Unidos, familiares ciudadanos estadounidenses, y otras consideraciones», dijo.

Marzo de 2021: La primera prueba política de Biden

El presidente Biden prometió desarrollar un sistema de inmigración más humano y eficiente, pero esta promesa se encontró con una prueba significativa a menos de dos meses de su mandato con una rápida afluencia de niños no acompañados que cruzan la frontera ilegalmente.

En marzo de 2020, la Administración Trump comenzó a utilizar la medida de emergencia por el COVID-19 Título 42 para permitir a las autoridades estadounidenses expulsar rápidamente a los inmigrantes ilegales.

Cuando el presidente Biden asumió el cargo, anunció que los niños no estarían sujetos a la orden sanitaria del Título 42. Poco después de ese anuncio se observó un aumento significativo de menores no acompañados.

Algunos demócratas y expertos en políticas culparon entonces al presidente Trump del repunte.

Ruth Wasem, profesora de políticas públicas en la Universidad de Texas en Austin, argumentó que los aumentos se atribuían a un retraso migratorio causado por las rígidas políticas de inmigración del presidente Trump.

«Trump básicamente cerró nuestro sistema de inmigración y terminó con las leyes en los libros», dijo la Sra. Wasem a PolitiFact en marzo de 2021. «Así que va a haber un número reprimido de personas que estaban esperando para venir, o que estaban en camino».

Sin embargo, después de que aparecieran en los medios de comunicación imágenes de menores no acompañados en refugios abarrotados, el presidente Biden recibió críticas de todas partes.

«La situación a la que nos enfrentamos actualmente en la frontera suroeste es difícil», dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un extenso comunicado en marzo de 2021. «La estamos abordando. Estamos manteniendo nuestras fronteras seguras, haciendo cumplir nuestras leyes y manteniéndonos fieles a nuestros valores y principios».

Un agente de la Patrulla Fronteriza conduce a inmigrantes ilegales a través de tierras de cultivo después de que fueran capturados por los agentes cerca de la barrera fronteriza entre Estados Unidos y México en Yuma, Arizona, el 21 de mayo de 2022. (Mario Tama/Getty Images)

En febrero de 2021, 9400 menores no acompañados fueron detenidos, en su mayoría procedentes de Centroamérica, casi el doble que en los meses anteriores. En marzo de 2021, la cifra casi había alcanzado los 19,000. The Epoch Times reportó entonces de que el coste promedio de cuidar a un niño en un centro de emergencia temporal había aumentado hasta 775 dólares al día.

La afluencia de niños no acompañados ha persistido creando importantes retos logísticos y humanitarios para la administración. Desde que el presidente Biden asumió el cargo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos ha recibido a más de 370,500 menores no acompañados, según datos de la agencia. El departamento ha estado acogiendo a estos niños hasta que se les asigne un patrocinador en Estados Unidos.

Un reporte del New York Times reveló el año pasado que la agencia había perdido el contacto con un tercio de los niños inmigrantes ilegales desde que empezaron a vivir con sus patrocinadores estadounidenses. Algunos de ellos han acabado trabajando en fábricas peligrosas en Estados Unidos, según el reporte.

Algunos críticos sostienen que las políticas del presidente Biden también han empeorado el tráfico de personas y de drogas. Según un estudio de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres, el 60 por ciento de los niños no acompañados son captados por los cárteles y explotados para la pornografía infantil o el tráfico de drogas.

A finales de marzo, la Administración Biden había dejado de rechazar  las unidades familiares en la frontera utilizando el Título 42.

The Epoch Times reportó entonces que la inmensa mayoría (más del 85%) de las unidades familiares detenidas por la Patrulla Fronteriza tras cruzar ilegalmente la frontera eran liberadas rápidamente en Estados Unidos.

El presidente Biden nombró a la vicepresidenta Kamala Harris «zar de la frontera». Su función era dirigir los esfuerzos para frenar el flujo de inmigración ilegal abordando las «causas fundamentales» de la migración procedente de Centroamérica y México.

Abril de 2021: Caen las deportaciones del ICE

El número de deportaciones realizadas por el ICE en abril de 2021 alcanzó un mínimo histórico a pesar del aumento de los cruces ilegales.

El ICE llevó a cabo 2962 deportaciones en abril, excluyendo las expulsiones bajo el Título 42, mostrando las limitaciones impuestas a la agencia por la Administración Biden. Durante el mes de marzo, más de 172,000 inmigrantes ilegales fueron detenidos a lo largo de la frontera sur.

Junio de 2021: Aumentan las muertes de inmigrantes

Con el aumento de la inmigración ilegal, también aumentó el número de muertes. En junio, la Patrulla Fronteriza recuperó 109 cadáveres, frente a los 61 de mayo. La mayoría de las muertes durante los meses de verano se debieron a deshidratación e hipertermia.

Durante los dos primeros años de mandato del presidente Biden, las muertes de inmigrantes ilegales alcanzaron una cifra récord. La CBP registró un total de 880 muertes de inmigrantes ilegales en el año fiscal 2022, el mayor número de muertes desde que se dispone de datos en 1998. La segunda cifra más alta registrada fue el año fiscal 2021, con 566 muertes.

Agentes de la Patrulla Fronteriza y la policía local del condado de Imperial recuperan el cuerpo de un inmigrante ilegal fallecido en las montañas de Jacumba en el condado de Imperial, California, el 6 de octubre de 2022. (Allison Dinner/AFP vía Getty Images)

Otoño de 2021: Información falsa y pérdida de confianza

Las políticas fronterizas del presidente Biden comenzaron a poner a prueba a los agentes de la Patrulla Fronteriza, lo que provocó una caída significativa de la moral. Algunos incluso se plantearon dejar su trabajo o jubilarse antes de lo previsto.

La frustración entre los agentes fronterizos aumentó en septiembre de 2021, después de que el gobierno de Biden acusara falsamente a varios agentes a caballo en Del Rio, Texas, de «azotar» a inmigrantes haitianos.

El secretario del DHS, Mayorkas, tenía pruebas de que la afirmación era falsa, pero no intentó corregir la información durante una rueda de prensa en la Casa Blanca. Calificó de «horribles» las imágenes que mostraban los presuntos abusos y las relacionó con el «racismo sistémico».

El presidente Biden también culpó a los agentes de la patrulla a caballo, calificando el incidente de «indignante».

«Habrá consecuencias», dijo a los periodistas. «Es una vergüenza. Pero más allá de la vergüenza, es peligroso; está mal».

Una revisión interna publicada en julio del año siguiente, sin embargo, no encontró «ninguna prueba» de que los agentes «golpearan a ninguna persona, intencionadamente o no».

Aunque la investigación acabó absolviendo a los agentes de los azotes, cuatro de ellos se enfrentaron a medidas disciplinarias por poner en peligro a inmigrantes ilegales. Algunos reportes sugieren que las falsas declaraciones del presidente y del Sr. Mayorkas minaron la fe en los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Un agente de la Patrulla Fronteriza a caballo intenta impedir que un inmigrante ilegal entre en un campamento a orillas del Río Grande, bajo el puente internacional en Del Río, Texas, el 19 de septiembre de 2021. (Paul Ratje/AFP vía Getty Images)

«El presidente los acusó de un acto delictivo. No se ha disculpado por ello», declaró a The Epoch Times Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, tras la revisión interna.

La opinión pública sobre las políticas de inmigración del presidente Biden también empezó a descender en otoño de 2021. La caída en la aprobación fue especialmente notable entre los estadounidenses negros e hispanos, según una encuesta de AP-NORC (National Opinion Research Center).

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No se pierda la segunda parte de este informe especial:  Biden revierte más políticas de la Era Trump. ¿Qué sucede en 2022 y 2023? y ¿que sigue?


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