Con las infecciones de COVID-19 disparándose en países fuera de China, el régimen chino ha aumentado recientemente su propaganda presentando sus medidas de contención como un modelo a seguir para otros.
Las autoridades chinas enviaron el 11 de marzo un equipo médico de siete miembros a Italia, donde la epidemia es más grave fuera de China. Este es el primer equipo que Beijing envía al extranjero desde que empezó a llamarse a sí mismo el salvador del mundo.
El grupo incluía médicos y expertos de universidades chinas, de la Cruz Roja China y del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China.
Más de 10 medios de comunicación estatales chinos destacaron más tarde los comentarios hechos por Maurizio Massari, representante permanente de Italia ante la Unión Europea, sobre la asistencia de China.
Desde finales de febrero, el régimen chino ha comenzado a difundir la narrativa de que su respuesta a la epidemia ha contenido el virus con éxito.
El embajador chino en Estados Unidos, Cui Tiankai, publicó un artículo de opinión en USA Today el 28 de febrero, en el que decía: «Como país responsable, China también ha erigido una Gran Muralla de prevención de enfermedades para el mundo».
La embajada china en Francia, en un artículo del 2 de marzo en su sitio web, elogió al régimen chino por tomar medidas para proteger a la «comunidad del destino común para la humanidad» del virus. La expresión es comúnmente utilizada por Beijing para promover sus ambiciones geopolíticas, como los proyectos de la iniciativa de La Franja y la Ruta.
El artículo también elogió al líder chino Xi Jinping por compartir información sobre las medidas de prevención de China con los líderes de más de 10 países.
Aunque los medios de comunicación estatales chinos afirman que la epidemia en China está bajo control, los ciudadanos chinos han pedido ayuda en Internet, diciendo que la situación en Wuhan, así como en las principales ciudades chinas de Beijing y Shanghai, sigue siendo grave.
Mientras tanto, algunas autoridades locales en toda China aún no han levantado sus medidas de cuarentena, como el cierre de complejos residenciales, la puesta en cuarentena de todas las personas sospechosas de estar infectadas y el cierre de espacios públicos como restaurantes, mercados y centros de entretenimiento.
Wuhan
Los lugareños dicen que muchos todavía están enfermos.
Antes de la visita de Xi a Wuhan el 10 de marzo, las autoridades de Wuhan cerraron los 14 hospitales improvisados que se habían establecido para tratar a los pacientes con síntomas leves o moderados, diciendo que con menos pacientes, las instalaciones ya no eran necesarias.
La esposa de un médico de Wuhan dijo en una entrevista a la filial de Epoch Times, NTD, que algunos pacientes que fueron dados de alta de los hospitales locales no se habían recuperado, y más tarde transmitieron el virus a sus vecinos en el distrito de Hanyang.
El 11 de marzo, un ciudadano de Wuhan publicó un video en Internet, diciendo que las ambulancias han enviado a pacientes con insuficiencia cardíaca al Hospital Asiático del Corazón de Wuhan. Sin embargo, no pudieron ser tratados en el hospital porque las 108 camas del departamento de emergencias estaban ocupadas.
El Hospital Asiático del Corazón de Wuhan se convirtió en uno de los hospitales designados por la ciudad para el tratamiento de pacientes con coronavirus el 2 de febrero, mientras que también sigue recibiendo pacientes con enfermedades cardíacas, según la comisión de salud provincial de Hubei.
El ciudadano dijo que el hospital recientemente cambió sus criterios para diagnosticar el coronavirus —vía prueba de sangre, lo que resultó en una gran afluencia de pacientes.
El análisis de sangre es un método recientemente desarrollado. Zhong Nanshan, el principal experto en coronavirus de China, dijo el 27 de febrero que un paciente infectado con el virus tendrá un anticuerpo específico en el torrente sanguíneo.
Las autoridades chinas a mediados de febrero cambiaron los criterios de los escáneres CT a las pruebas de ácido nucleico, lo que dio como resultado datos oficiales fluctuantes e inconsistentes.
«China salva al mundo»
A medida que los medios de comunicación estatales se centraron en los brotes en países extranjeros, los funcionarios han comenzado a restringir la entrada de extranjeros. El 11 de marzo, el gobierno de la ciudad de Beijing anunció en una conferencia de prensa diaria que los viajeros que lleguen a Beijing desde cualquier nación extranjera deben ser puestos en cuarentena durante 14 días.
He Qinglian, un prominente autor y economista chino, dijo en Twitter el 1 de marzo que los esfuerzos propagandísticos del régimen chino pueden clasificarse en cuatro etapas: sacar historias positivas de la crisis, promover una teoría de conspiración de que el virus vino de Estados Unidos, promover una narrativa de que «China ha ganado de nuevo» y difundir el mensaje de que «China salva al mundo».
En el momento de ese post, Beijing estaba promoviendo la narrativa de que «China ha ganado de nuevo».
Poco después, las autoridades chinas, a través de los medios de comunicación y los esfuerzos diplomáticos, parecen haber iniciado la fase final. En el marco de la llamada «comunidad de destino humano», el gobierno afirmó que China utilizaría sus «experiencias satisfactorias» para ayudar al mundo a controlar y prevenir la propagación del brote.
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Salió de casa para buscar comida y se infectó con el nuevo coronavirus
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