Un joven fanático de la gimnasia y de los deportes se convirtió en un empresario millonario cuando logró aprender a coser y diseñar el estilo de ropa deportiva que siempre quiso usar pero que el mercado no ofrecía. Sus creaciones emergieron en la casa de sus padres, y su abuelita también hizo sus aportes para que sus esfuerzos rindan sus frutos.
Ben Francis, de 28 años, residente de Bromsgrove, en las afueras de Birmingham, Inglaterra, creó la marca deportiva Gymshark cuando tan solo tenía 19 años. Nadie puede entender cómo lo logró mientras estudiaba en la universidad y trabajaba como repartidor en Pizza Hut, según Mirror.
«Me despertaba e iba a la universidad, terminaba pasado el mediodía y después trabajaba en Pizza Hut desde las 5 de la tarde hasta las 10», recordó Francis a BBC.
Francis, que en ese momento estudiaba la carrera de administración de empresas en la Universidad de Aston, dice que su amor por los ejercicios y los gimnasios fueron la inspiración para fundar su industria.
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Al principio, para incursionar en el rubro del deporte y el ejercicio físico creó dos aplicaciones para iPhones. Fat Loss Abs Guide e iPhysique, con las que se pueden medir niveles de ejercicio corporal, reportó Mirror.
Tras el anterior éxito de la aplicación para fanáticos del ejercicio surgió la idea de tener su marca propia de ropa deportiva. El joven le dijo a la BBC que recuerda que iba al gimnasio y quería ser parte de la industria del fitness.
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La empresa deportiva comenzó vendiendo suplementos alimenticios para deportistas, pero sus ganancias no eran las suficientes. Fue cuando en 2012, Francis avanzó sobre el proyecto de vender ropa cómoda y elegante para ir al gimnasio, y en compañía de un amigo de la escuela, Lewis Morgan, nació Gymshark, de acuerdo a Mirror.
«Lo que vestía la gente en el gimnasio a mí no me gustaba. Recuerdo que una tarde estaba en el gimnasio y miré alrededor, sentí que nadie tenía la ropa que yo quería ponerme. Así que me dije ‘la voy a hacer yo mismo'», expresó Francis a BBC.
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Para iniciar su empresa Gymshark, lo primero que hizo fue comprar una máquina de coser y una impresora para realizar camisetas en el garaje de la casa de sus padres, bajo la enseñanza en costura de su abuela.
«Mi abuela hacía cortinas, así que ella me enseñó a coser. Recuerdo que tenía que hacer 10 pedidos [diarios] y hacer 12 o 15 productos me llevaba todo el día. Pero fue muy divertido», destacó el empresario.
Francis manifestó que diseñar las camisetas sin manga, llamadas «esqueleto», para adolescentes flacos y aún sin músculos que buscaban mostrar sus bíceps, le generó grandes ganancias.
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El joven también atribuye su éxito a las estrategias que implementó a través de las redes sociales que hicieron que la empresa de el salto y se posicione como una de las marcas deportivas más exclusivas.
Francis explicó lo positivo que fue enviar ropa gratis a usuarios clave, es decir a influencers que se dedican al fisiculturismo y al ejercicio para que puedan probar sus productos, promocionarlos y lucirlos; incluso se preocupó en hacer que sus redes sociales se mostraran muy interesantes para que llamaran la atención del mundo.
Actualmente, su industria tiene un valor estimado de 700,000,000 libras (USD 991,224,500), y Francis figura en la lista de este año del Sunday Times como uno de los jóvenes más ricos de Gran Bretaña, de acuerdo a Mirror.
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Gymshark, que vende ropa cómoda, más elástica y sin costuras para los amantes de los deportes y de la gimnasia, abrió su enorme y elegante tienda en Solihull y la marca en ese país emplea a 550 personas.
En 2013, el negocio de Francis explotó en la feria de fitness Body Power en Birmingham. Tras difundirse la ropa en la feria comercial, un conjunto (chándal) se volvió viral en Facebook, y se recaudaron 30,000 libras en 30 minutos.
El exitoso empresario sostuvo que para que su negocio creciera tuvo que dar mucho de su tiempo y estar en todos los procesos era agotador, de modo que tuvo que dejar su ego a un lado para «poner el negocio primero».
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La enorme compañía ahora es dirigida por Steve Hewitt, exjefe de ventas europeas de Reebok, y Gymshark se ha expandido a 131 países en todo el mundo.
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