Una abuelita brasileña de 93 años confecciona abrigos para niños con cáncer, que de manera voluntaria realiza para obsequiarlos a los pequeños.
Beatriz Franco es una anciana de Brasil que colabora como voluntaria para la Fundación Sara, una institución sin fines de lucro que presta asistencia social a niños y adolescentes con cáncer desde 1998.
El pasado 27 de julio, la fundación decidió reconocer públicamente a la abuelita Franco, luego que donara 50 abrigos para los niños con cáncer. Asombrosamente, la anciana confeccionó todos los abrigos.
«Nuestros corazones se llenan de gran alegría y gratitud con cada donación. Algunas están cargadas de tanta historia y cariño que nos dan ganas de compartirlas con todos vosotros», publicó la fundación en Instagram.
Sin embargo, el corazón de ayudar de la abuelita Franco nació tiempo atrás. Hace 50 años, fue una de las fundadoras de una asociación de voluntarios en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, que frecuentaba a niños con cáncer en hospitales.
«La iniciativa, que comenzó con un pequeño grupo, se convirtió en una gran asociación con unos 150 voluntarios que ofrecen diversos tipos de ayuda a los necesitados», compartió la fundación en la misma publicación.
Aunque pasaron muchos años desde aquel momento, la anciana no ha perdido el entusiasmo de dar de su tiempo y esfuerzo, sin recibir o esperar una retribución a cambio.
Un estudio publicado en junio de 2020, mostró que el trabajo voluntario puede estar asociado a condiciones favorables de salud y bienestar, que pueden prolongar el tiempo de vida.
«Los humanos son criaturas sociales por naturaleza”, dijo Eric Kim, el investigador principal del estudio. “Tal vez por eso nuestras mentes y cuerpos son recompensados cuando damos a los demás».
Otro caso similar al de la abuelita Franco, es el de una maestra de Brasil que confecciona mochilas a partir de material reciclado, que luego obsequia a niños de su localidad.
Maestra brasileña recicla bolsas de comida para perro y las transforma en creativas mochilas
La pandemia mundial llevó a muchas personas a replantearse qué hacer con su tiempo disponible. Fue el caso de la maestra de inglés Mônica Inês Schuck, de 53 años que, luego de estar en una fila de supermercado y ver las bolsas que venden, tuvo la idea de reciclar las bolsas de alimento para perro que había visto acumuladas en una granja local, dijo en entrevista al medio local GHZ.
El siguiente paso era transformar las bolsas de alimento en bonitas mochilas, estuches y bolsas. Para hacerlo, Schuck utilizó una máquina de coser de 1984, herencia de su abuela materna.
“La idea es demostrar que puedes hacerlo, puedes pensar de manera diferente. En el caso de los bolsos, también se puede coser a mano, no es necesario tener máquina de coser ”, dijo la maestra a GAZ.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.