Un grupo de amigas argentinas realizó un gesto excepcional en medio de esta pandemia, visitando a su amiga con cáncer en el hospital sorteando las restricciones derivadas de la pandemia. Rentaron una grúa y se elevaron hasta la ventana de la habitación donde está internada su compañera para transmitirle su apoyo incondicional.
Gabriela de 52 años, se encuentra internada en el Instituto Fleming, en Buenos Aires, Argentina, mientras lucha contra el cáncer. Debido a las disposiciones sanitarias actuales, las visitas en el hospital fueron restringidas y tras una estancia de más de dos meses, las videoconferencias parecían no ser suficientes para compartir con sus seres queridos en el exterior, según informó El País.
Un grupo de amigas a las que conoció hace casi 12 años practicando running en La Plata, le dio una grata e ingeniosa sorpresa que le recordó que el valor de la amistad trasciende incluso una pandemia. El grupo de mujeres llegó en grúa, gritando y con pancartas para recordarle que no está sola, informó El Día.
«¡Sabía que te iba a ver! ¡Estamos acá (…) no lo puedo creer! ¡No pueden con nosotras, Gaby!», se escucha entre gritos en un video del inolvidable momento que se volvió viral y conmovió a los internautas.
“La podíamos haber llamado, pero queríamos hacer algo que honre la amistad que tenemos. La idea era generar algo lindo y hacer algo que pudiera trascender”, dijo una de las amigas que organizaron el encuentro al diario El Día.
“Es una mezcla de sensaciones debido a que no es una fiesta ni nada que se parezca, sino una forma de honrar una amistad de muchos años”, añadió.
Debido al distanciamiento social provocado por la pandemia, el apoyo emocional para los enfermos en los hospitales es más complicado, y para una enfermedad como el cáncer es algo fundamental.
“Ella se enfermó y está internada en el Fleming, con la angustia y el aislamiento se torna difícil sostener la situación. Así que se nos ocurrió visitarla de esta forma en el día de ayer. Ella la está peleando y es una gran luchadora. Ella va a salir adelante”, agregó su amiga.
Una de las amigas de Gaby, llamada Patricia, cuya pareja les dio la idea tan original de demostrar su amistad, dijo en una entrevista con Telefe que estar juntas en este momento era algo muy importante.
“Gaby es toda fuerza. Chicos, si conocieran a Gaby… es pura fuerza, pura energía y todo lo afronta de una manera muy especial», dijo su amiga Cecilia. «Lo que le dimos, no fue nada que ella no se merezca o no haya cultivado… La sorpresa es Gaby, ella es la generadora de todo esto”, agregó.
Gaby también habló en la entrevista, a través de videoconferencia desde el hospital, señalando que era una bendición tener un grupo de grandes amigas a esta edad.
“Hace más o menos 10-11 años que corremos. Compartimos cosas muy profundas, se comparte más allá de un vínculo de amistad”, señaló.
«Ayudan un montón, estando en esta situación ayudan un montón», dijo Gaby, respecto al gesto de sus amigas.
“Pronto voy a salir de acá y nos vamos a ver de otra manera: sin tele, sin nada… Y si Dios quiere, voy a volver a correr como antes y a estar con todas”, dijo Gaby con la voz entrecortada de la emoción.
“Les agradezco en el alma, son mis amigas del alma”, agregó.
Sobreviviente de COVID-19 dice que recitar estas palabras le ayudó a recuperarse
Osnat Gad, residente de Long Island , sufrió los síntomas de COVID-19 durante más de un mes. Ella recibió la visita de algunos miembros de su familia, de Manhattan y se fueron de excursión. Una semana después de la visita, comenzó a sentirse increíblemente enferma.
El primer síntoma extraño que notó fue perder el sentido del gusto y el olfato. Dos días después, ni siquiera podía levantarse de la cama. Gad tuvo la sensación de que había contraído el virus.
Al día siguiente, sintiéndose aún peor, Gad solicitó atención urgente de un hospital. Allí, dio negativo por gripe estacional y le dijeron que se fuera a casa, se pusiera en cuarentena durante dos semanas y tomara Tylenol cada cuatro horas. Aunque los médicos y enfermeras aun no realizaban pruebas para COVID-19 le dijeron que era probable que lo tuviera.
Gad realizó un seguimiento de sus niveles de oxígeno y temperatura, que se mantuvieron en niveles normales. Después de una semana, pensó que había mejorado. Entonces, un día, se levantó para lavar la ropa y recibió un “segundo ataque”.
“No podía moverme”, dijo. Después de un tiempo, se recuperó y tuvo una videoconferencia con su médico, quien le dijo que había otros pacientes con COVID-19 que también tuvieron un segundo ataque después de una semana de retroceso de los síntomas.
Gad se sentía profundamente sola. Aislada en casa sin nadie para acompañarla, se dio cuenta que, si dejaba de respirar por completo, ni siquiera podría pedir ayuda. No había nadie que pudiera llamar por ella. Sin embargo, nunca imagino que recitar simplemente tres palabras salvaría su vida.
Ella llamó a sus amigos para pedirles consejos. Algunos le aconsejaron respirar vapor. Nada funcionó. Entonces, una de sus amigas, Anna, le dijo algo en chino, y la cabeza de Gad estaba tan borrosa que no pudo escuchar ni recordar la explicación.
Anna le dijo que simplemente repitiera estas palabras: “Falun Dafa Hao. Zhen Shan Ren Hao.
¿Qué tenía que perder? Ella dijo las palabras y sintió que el oxígeno volvía a entrar en su sistema.
“Estaba muy indefensa y enferma. Confié en que mi amiga Anna tenía el mejor interés en su corazón. Sé que ella se preocupa por mí y quería que sanara. Su pasión y fuerza fue la razón por la que comencé a recitar [esas palabras]”, dijo.
Las palabras están formadas por nueve caracteres en chino que se traducen como “Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas”.
Gad dijo que era como si estas palabras le enseñaran a su cuerpo a respirar de nuevo, y cuanto más las decía, mejor se sentía. Ella comenzaba sus mañanas con las palabras y las decía antes de quedarse dormida. El efecto había sido inmediato, pero ella quería seguir diciendo las palabras.
“Tengo que estar muy agradecida con Falun Dafa”, dijo. “Puedo decir que me salvó. Me enseñó a respirar”.
Después de lo que pareció un milagro, Gad tenía que saber qué era exactamente Falun Dafa. Así que llamó a Anna para saber más al respecto.
La cultura tradicional china tiene una larga historia de sistemas de “autocultivación”, o prácticas de mente y cuerpo. Falun Dafa es una práctica espiritual que se introdujo al público en China en la década de 1990, promueve ejercicios suaves, meditación y vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para superarse a uno mismo.
Gad se dio cuenta y sintió que decir esas palabras como un mantra era una forma de “autoayuda”.
“[Decir esto] cambió completamente mis niveles de energía. No sé si está asociado o no, no soy médico, pero sé que esto me salvó, porque aprendí a respirar diciendo el mantra, ¿entiendes lo que digo? Fue increíble”, dijo.
“[El COVID-19] se quedó conmigo más de un mes, tal vez seis semanas. Si no respiraba, tal vez no podría mejorar”, dijo.
Gad investigó más sobre Falun Dafa y se interesó por aprender los ejercicios y la meditación.
«Estoy leyendo sobre la fuerza interior que tenemos dentro de nosotros, y solo depende de nosotros usarla siendo buenos humanos», dijo. «Espero poder estudiarlo profundamente».
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