Enfermera cubana anima al ritmo de “La vida es un carnaval” a pacientes con virus del PCCh en España

Por Eduardo Tzompa
24 de septiembre de 2020 6:35 PM Actualizado: 18 de noviembre de 2020 10:16 PM

Una enfermera cubana explotó las redes sociales al ritmo de la reina de la salsa, Celia Cruz, mientras bailaba con sus compañeras en un hospital de Madrid, la ciudad española con más contagios del virus del PCCh.

Rosalia Leonard Villa, enfermera cubana residente en Madrid, contagió a sus compañeras al ritmo de “La vida es un carnaval”, demostrando que a pesar de la contingencia sanitaria no ha perdido su entusiasmo y actitud positiva.

En el video que subió a su perfil de Facebook se puede ver a Rosalia y a otras dos compañeras de trabajo vestidas con el EPP (Equipo de Protección Personal) bailando y cantando dentro de una de las salas del hospital.

Rosalia dijo en sus redes que el video fue grabado por una paciente enferma cuya familia había sido «desestructurada debido al COVID-19», según palabras de la enferma.

“En medio del caos que estamos viviendo por la pandemia nuestra misión es mejorar el estado físico y mental de cada paciente. La música no tiene fronteras, tiene un impacto positivo sobre las personas, disminuye la depresión y la ansiedad con la que viven día a día”, escribió.

La enfermera también trató de crear conciencia de la situación actual que ha llevado al personal de salud a ir más allá de lo esperado para cumplir con su noble labor.

«Señores, en medio de esta situación los auxiliares & enfermeros no sólo ponemos medicación, servimos de psicólogos. La carga emocional que llevamos soportando durante este tiempo ha sido muy dura. MUCHAS personas han muerto sol@s, lejos de sus seres queridos. Hemos estado con ellos hasta el final», agregó.

Los internautas elogiaron su ingeniosa idea para animar a los pacientes en medio de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).

“Hermosa, eres un amor y tu alegría sin duda les hace más sanadora la vida a los pacientes; ánimo y mucha fortaleza; un fuerte abrazo, te admiro y te respeto. Bendiciones con cariño”, escribió una usuaria. “Ustedes son las heroínas de este país, me alegro mucho de que puedan darle ánimos a los pacientes así de esa manera”, agregó otra.

Una enfermera ayuda a un médico a ponerse su equipo de protección personal (EPP) antes de realizar un procedimiento en un paciente con COVID-19, en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Centro Médico Regional en San José, California, el 21 de mayo de 2020. (Justin Sullivan/Getty Images)

Sobreviviente de COVID-19 dice que recitar estas palabras le ayudó a recuperarse

Osnat Gad, residente de Long Island , sufrió síntomas de COVID-19 durante más de un mes.

Ella recibió la visita de algunos miembros de su familia, de Manhattan y se fueron de excursión. Una semana después de la visita, comenzó a sentirse increíblemente enferma.

El primer síntoma extraño que notó fue perder el sentido del gusto y el olfato. Dos días después, ni siquiera podía levantarse de la cama. Gad tuvo la sensación de que había contraído el virus.

Al día siguiente, sintiéndose aún peor, Gad solicitó atención urgente de un hospital. Allí, dio negativo por gripe estacional y le dijeron que se fuera a casa, se pusiera en cuarentena durante dos semanas y tomara Tylenol cada cuatro horas. Aunque los médicos y enfermeras aun no realizaban pruebas para COVID-19 le dijeron que era probable que lo tuviera.

Gad realizó un seguimiento de sus niveles de oxígeno y temperatura, que se mantuvieron en niveles normales. Después de una semana, pensó que había mejorado. Entonces, un día, se levantó para lavar la ropa y comenzó un “segundo ataque”.

“No podía moverme”, dijo Gad. Después de un tiempo, se recuperó y tuvo una videoconferencia con su médico, quien le dijo que había otros pacientes con COVID-19 que también tuvieron un segundo ataque después de una semana de retroceso de los síntomas.

“[El COVID-19] se quedó conmigo más de un mes, tal vez seis semanas. Si no respiraba, tal vez no podría mejorar”, dijo.

Gad se sentía profundamente sola. Aislada en casa sin nadie para acompañarla, se dio cuenta que, si dejaba de respirar por completo, ni siquiera podría pedir ayuda. No había nadie que pudiera llamar por ella.

Llamó a sus amigos para pedirles consejos. Algunos le aconsejaron respirar vapor. Nada funcionó. Entonces, una de sus amigas, Anna, le dijo algo en chino y la cabeza de Gad estaba tan borrosa que no pudo escuchar ni recordar la explicación.

Osnat Gad de Long Island pasó casi seis semanas sufriendo los síntomas de COVID-19. (NTDTV)

Anna le dijo que simplemente repitiera estas palabras: «Falun Dafa Hao. Zhen Shan Ren Hao».

¿Qué tenía que perder? Ella dijo las palabras y sintió que el oxígeno volvía a entrar en su sistema.

“Estaba muy enferma e indefensa. Confié en que mi amiga Anna tenía el mejor interés en su corazón. Sé que ella se preocupa por mí y quería que sanara. Su pasión y fuerza fue la razón por la que comencé a recitar [esas palabras]”, dijo.

Nunca imagino que recitar simplemente tres palabras salvaría su vida. Gad dijo que era como si estas palabras le enseñaran a su cuerpo a respirar de nuevo y cuanto más las decía, mejor se sentía.

Las palabras están formadas por nueve caracteres en chino que se traducen como “Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas”.

Ella comenzaba sus mañanas con las palabras y las decía antes de quedarse dormida. El efecto había sido inmediato, pero ella quería seguir diciendo las palabras.

Después de lo que pareció un milagro, Gad tenía que saber qué era exactamente Falun Dafa. Así que llamó a Anna para saber más al respecto.

“Tengo que estar muy agradecida con Falun Dafa”, dijo. “Puedo decir que me salvó. Me enseñó a respirar”.

La cultura tradicional china tiene una larga historia de sistemas de “autocultivación”, o prácticas de mente y cuerpo. Falun Dafa es una práctica espiritual que se introdujo al público en China en la década de 1990, promueve ejercicios suaves, meditación y vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para superarse a sí mismos.

Gad se dio cuenta y sintió que decir esas palabras como un mantra era una forma de “autoayuda”.

“[Decir esto] cambió completamente mis niveles de energía. No sé si está asociado o no, no soy médico, pero sé que esto me salvó, porque aprendí a respirar diciendo el mantra, ¿entiendes lo que digo? Fue increíble”, dijo.

Gad investigó más sobre Falun Dafa y se interesó por aprender los ejercicios y la meditación.

“Estoy leyendo sobre la fuerza interior que tenemos dentro de nosotros y solo depende de nosotros usarla siendo buenos humanos”, dijo Gad. “Espero poder estudiarlo profundamente”.

Gad continuó diciendo las frases todo los días y, poco después, decidió comenzar a practicar Falun Dafa: «Estoy extremadamente feliz de practicar e incorporar Falun Dafa a mi vida», dijo.»Me ha mostrado una nueva manera de ver la vida».

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