Un enfermero mexicano que contrajo el COVID-19 grabó una dura despedida antes de ser intubado por COVID-19 y luego morir. Sus últimas palabras conmovieron a los internautas de las redes sociales.
Sergio Humberto Padilla Hernández, originario del estado de Chihuahua, contrajo el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), mejor conocido como nuevo coronavirus, a mediados de octubre. Debido a que su estado de salud se complicó, lo ingresaron a la Unidad de Cuidado Intensivos del Hospital Ángeles, según medios locales.
Padilla Hernández, grabó un mensaje conmovedor para su familia pidiéndoles que lo recordaran:
“Llegó la hora de la verdad. Voy a ser sometido a intubación endotraquial. Quiero que, pase lo que pase, y sea [cual sea] el pronóstico que Dios tenga para mí reservado, me recuerden siempre por lo que fui y por lo que soy», expresó.
«Porque voy a volver, no es un adiós, estoy seguro de que voy a volver. (…) Primeramente Dios, y vamos a salir adelante. Los volveré a ver amigos, familia: los amo y yo sé que van a estar ‘doblando rodilla por mí’”, agregó el joven, con la esperanza de poder recuperarse.
Sin embargo, Padilla Hernández no logró sobrevivir a la enfermedad y falleció dos días más tarde por complicaciones derivadas del COVID-19, que ha cobrado la vida de millones de personas en todo el mundo.
Los usuarios de redes sociales le enviaron su más sentido pésame a la familia del joven e instaron a otros a usar mascarillas como medida de protección para el virus. Otros agradecieron al personal médico por su labor en los hospitales.
«La vida es instantánea, Dios nos pone en este camino para encontrarnos, encontrarlo y llegar a Él. Que Descanse en Paz Amigo», escribió un usuario.
De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, hasta el día de elaboración de este artículo, en México se han confirmado alrededor de 967,825 casos positivos de COVID-19 y más de 95,027 muertes desde que se propagó la pandemia del virus del PCCh a finales de diciembre. No obstante, algunas personas aseguran haberse recuperado al mantener su fe en Dios.
Sobreviviente de COVID-19 dice que recitar estas palabras le ayudó a recuperarse
Osnat Gad, residente de Long Island , sufrió síntomas de COVID-19 durante más de un mes.
Ella recibió la visita de algunos miembros de su familia, de Manhattan, y se fueron de excursión. Una semana después de la visita, comenzó a sentirse increíblemente enferma.
El primer síntoma extraño que notó fue perder el sentido del gusto y el olfato. Dos días después, ni siquiera podía levantarse de la cama. Gad tuvo la sensación de que había contraído el virus.
Al día siguiente, sintiéndose aún peor, Gad solicitó atención urgente de un hospital. Allí, dio negativo por gripe estacional y le dijeron que se fuera a casa, se pusiera en cuarentena durante dos semanas y tomara Tylenol cada cuatro horas. Aunque los médicos y enfermeras aun no realizaban pruebas para COVID-19 le dijeron que era probable que lo tuviera.
Gad realizó un seguimiento de sus niveles de oxígeno y temperatura, que se mantuvieron en niveles normales. Después de una semana, pensó que había mejorado. Entonces, un día, se levantó para lavar la ropa y comenzó un “segundo ataque”.
“No podía moverme”, dijo Gad. Después de un tiempo, se recuperó y tuvo una videoconferencia con su médico, quien le dijo que había otros pacientes con COVID-19 que también tuvieron un segundo ataque después de una semana de retroceso de los síntomas.
“[El COVID-19] se quedó conmigo más de un mes, tal vez seis semanas. Si no respiraba, tal vez no podría mejorar”, dijo.
Gad se sentía profundamente sola. Aislada en casa sin nadie para acompañarla, se dio cuenta que, si dejaba de respirar por completo, ni siquiera podría pedir ayuda. No había nadie que pudiera llamar por ella.
Llamó a sus amigos para pedirles consejos. Algunos le aconsejaron respirar vapor. Nada funcionó. Entonces, una de sus amigas, Anna, le dijo algo en chino, y la cabeza de Gad estaba tan borrosa que no pudo escuchar ni recordar la explicación.
Anna le dijo que simplemente repitiera estas palabras: «Falun Dafa Hao. Zhen Shan Ren Hao».
¿Qué tenía que perder? Ella dijo las palabras y sintió que el oxígeno volvía a entrar en su sistema.
“Estaba muy indefensa y enferma. Confié en que mi amiga Anna tenía el mejor interés en su corazón. Sé que ella se preocupa por mí y quería que sanara. Su pasión y fuerza fue la razón por la que comencé a recitar [esas palabras]”, dijo.
Nunca imagino que recitar simplemente tres palabras salvaría su vida. Gad dijo que era como si estas palabras le enseñaran a su cuerpo a respirar de nuevo, y cuanto más las decía, mejor se sentía.
Las palabras están formadas por nueve caracteres en chino que se traducen como “Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas”.
Ella comenzaba sus mañanas con las palabras y las decía antes de quedarse dormida. El efecto había sido inmediato, pero ella quería seguir diciendo las palabras.
Después de lo que pareció un milagro, Gad tenía que saber qué era exactamente Falun Dafa. Así que llamó a Anna para saber más al respecto.
“Tengo que estar muy agradecida con Falun Dafa”, dijo. “Puedo decir que me salvó. Me enseñó a respirar”.
La cultura tradicional china tiene una larga historia de sistemas de “autocultivación”, o prácticas de mente y cuerpo. Falun Dafa es una práctica espiritual que se introdujo al público en China en la década de 1990, promueve ejercicios suaves, meditación y vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para superarse a sí mismos.
Gad se dio cuenta y sintió que decir esas palabras como un mantra era una forma de “autoayuda”.
“[Decir esto] cambió completamente mis niveles de energía. No sé si está asociado o no, no soy médico, pero sé que esto me salvó, porque aprendí a respirar diciendo el mantra, ¿entiendes lo que digo? Fue increíble”, dijo.
Gad investigó más sobre Falun Dafa y se interesó por aprender los ejercicios y la meditación.
“Estoy leyendo sobre la fuerza interior que tenemos dentro de nosotros, y solo depende de nosotros usarla siendo buenos humanos”, dijo Gad. “Espero poder estudiarlo profundamente”.
Gad continuó diciendo las frases todo los días y, poco después, decidió comenzar a practicar Falun Dafa: «Estoy extremadamente feliz de practicar e incorporar Falun Dafa a mi vida», dijo.»Me ha mostrado una nueva manera de ver la vida».
Con información de Biobiochile
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