Una madre de de 89 años tuvo la fortuna de ver a su hija casarse desde atrás de una ventana en un hogar para ancianos. Afortunadamente, la pandemia no logró que se cancelara el feliz momento.
Robyn Roberts Williams, decidió unir su vida a la de su pareja Tim Williams en el Centro Isabella de Enfermería y Rehabilitación en Washington Heights, informó Patch. Su madre Dorothy presenció el momento desde atrás de una ventana con una sonrisa de felicidad.
Junto a la pareja de novios había ocho miembros de la familia que los acompañaban a cierta distancia debido a las medidas de restricción por la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Aunque Robyn y Tim no planeaban casarse en el jardín del hogar de ancianos, la novia no quería que su madre faltara a la boda.
«Era una prioridad absoluta. La única razón por la que lo mantuvimos allí fue para que ella pudiera ser parte», dijo Robyn, quien además de su boda celebró su cumpleaños número 52. “Incluso cuando ella fue al hogar de ancianos, siempre [quise] que mi mamá estuviera en mi boda, sin importar lo que fuera”, agregó.
«Ver su cara en las ventanas y tenerla mentalmente presente, tenerla físicamente presente y tan emocionada. Fue simplemente increíble», dijo la novia.
La pareja había planeado casarse en la primavera de 2021 con un festejo más tradicional, pero sus planes se les fueron de las manos con la propagación del virus.
La idea de celebrar las nupcias en Isabella Center surgió durante una visita a Dorothy cuando la familia la miraba detrás de la ventana. «Una vez que vimos el lugar donde tendríamos la visita a la ventana, dijimos que este sería un lugar perfecto para tener una pequeña ceremonia”, dijo Roberts-Williams.
Para su sorpresa, la directora de la casa hogar para adultos mayores, Jessica Garcia Robinson, estaba emocionada de celebrar el evento. Sin embargo, pasaron casi dos meses hasta que obtuvieron el permiso para realiza la ceremonia en el jardín, desde su solicitud en el mes de julio.
Con el tiempo encima, la familia organizó la boda con el personal de Isabella Center donde su madre ha sido residente durante 13 años. «Honestamente, fue un privilegio haber hecho esto por ellos», dijo la directora del centro.
A pesar de que solo se invitaron a 10 personas, la comunidad de Washington Heights también participó del emotivo evento. Roberts Williams contó que la gente salió de sus coches y se asomó desde las ventanas de sus departamentos.
“Todo eso sucedió de manera orgánica, no planeamos que sucediera nada de eso», agregó.
Aunque la pandemia ha obligado al mundo a seguir estrictas medidas de distanciamiento social, siempre hay una manera ingeniosa de celebrar una boda con la presencia de las personas más amadas.
Novia se casa en asilo de ancianos para cumplir el sueño de su abuela de verlos jurarse amor eterno
Una pareja decidió casarse en el patio de una residencia de ancianos de Fullerton, California, para cumplir el sueño de la abuela de la novia de ser parte del feliz momento.
Steven Shoemaker y Kirsten Haigh habían planeado una gran boda en Costa Mesa con al menos 150 invitados, informó ABC7. Sin embargo, la pandemia del virus del PCCh, (Partido Comunista Chino) cambió sus planes por completo.
Haight, quien no quería que su abuela faltará a la boda, pidió permiso para casarse en el estacionamiento de Park Visa Health Center y obtuvo mucho más de lo que esperaba.
“Nunca había estado en ninguna [boda] como esta, pero de alguna manera han hecho un muy buen trabajo”, dijo su abuela, Jerry Goss.
Aunque Goss hubiera deseado que la pareja tuviera la boda de sus sueños, estaba feliz al verlos declararse amor eterno.
“Tú sabes, tenemos que hacer lo mejor en la vida. No todo funciona sin problemas”, dijo Goss.
Debido a las medidas sanitarias requeridas por la pandemia, la pareja tuvo que reducir su lista de invitados e incluso el hermano del novio tuvo que oficiar la ceremonia para permitir un invitado más a la boda.
“Cada uno de ellos cuenta. Si se trae a un oficiante y de repente estamos en 14, 15 personas, eso no funciona”, dijo Shoemaker.
Haight contó que todos los invitados se tomaron la temperatura y utilizaron desinfectante de manos para cumplir con las precauciones de la residencia de ancianos.
Afortunadamente estas parejas no han sido los únicos en superar los obstáculos para casarse en medio de la pandemia.
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