Una maestra de Brasil está contribuyendo a aliviar el duro frío que pasan las personas sin hogar, al elaborar sacos para dormir con materiales reciclados.
La profesora Lídia Borges fabrica ella misma sacos para dormir elaborados de paraguas usados en la parte externa, y de mantas en la parte interna. Una vez que están listos, los distribuye a personas sin hogar en Porto Alegre, capital del estado de Río Grande del Sur, en Brasil, según informó So Noticia Boa.
La noble labor es realizada por la profesora junto a su esposo Wagner, con el apoyo de donaciones de material para elaborar los sacos para dormir.
«Creemos que, en este mundo, no hemos venido solo a comer, dormir y salir adelante. Tenemos que dejar nuestra huella, así que si podemos marcar la diferencia en la vida de alguien donando seis paraguas cosidos, lo haremos», dijo Borges en entrevista al medio G1.
Durante el 2009, Borges estuvo en tratamiento de radioterapia para enfrentar cáncer de mama. Fue en ese periodo que la conmovió ver a una persona en situación de calle que se preparaba para dormir, y nació la idea de poder ayudar de alguna manera.
«Un día, frente a Santa Casa, había un joven que barría para poder dormir en un cartón. Y ya había visto este proyecto en YouTube, de una señora de São Paulo, y lo reproduje», recordó Borges.
Las personas sin hogar pasan difíciles momentos cuando la estación invernal llega. Consciente de eso, y con el corazón de ayudar en la medida de su alcance, la profesora brasileña continuó con su proyecto luego de recuperarse del cáncer.
Pero no solo en los adultos nace la necesidad de ayudar a las personas sin hogar. Una niña de 5 años de Washington también inicio un proyecto para construir pequeños refugios para dormir que pueden utilizar personas que no cuentan con un lugar caliente para resguardarse.
Niña construye refugios y cultiva alimentos para personas sin hogar: «Espero inspirar a otros niños»
Cuando Hailey Fort tenía solo 5 años en el 2011, le preguntó a su madre si podía dar un sandwich a una persona sin hogar que estaba en la calle. Ese primer gesto fue el inicio de un proyecto que la niña inició para que todo aquel que lo necesitara, tuviera un lugar donde dormir.
Con el tiempo, Hailey se hizo amiga de varias personas sin hogar, y pensó que “todos deberían tener un lugar donde vivir”, así que decidió hacer pequeños refugios móviles donde pudieran pasar la noche.
“Simplemente no parece correcto que haya personas sin hogar”, dijo Hailey, según Mirror.
Durante el 2015, Hailey se propuso construir 12 refugios con la ayuda de sus padres, Quentin y Miranda Fort. Lo increíble es que, excepto por las herramientas eléctricas grandes, la niña construye gran parte de los refugios con sus propias manos.
“No me sorprende que Hailey sea tan desinteresada con Miranda como ejemplo, estoy inmensamente orgulloso de las contribuciones que Hailey ha hecho y seguirá haciendo a su comunidad. Solo espero que nosotros, como padres, podamos hacer lo suficiente para saciar su deseo de ayudar a los necesitados”, dijo su padre a ABC News.
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