Una mujer de 28 años exadicta al crack y a la heroína relata cómo se liberó de las drogas, tras consumirlas desde los 15 años, encontrarse 6 años perdida en la calle y haber sufrido 19 sobredosis.
Madison McManus, de 28 años de edad, originaria de Nueva Jersey comenzó a consumir drogas duras desde los 15 años de edad, introducidas por su novio en aquel momento. Sin embargo, nunca imaginó que esa decisión cambiaría por completo su vida para siempre, informó Daily Mail.
“Me llamo Madison y a los 15 años empecé a consumir crack y heroína. A los 20 estaba en la calle sin hogar. En mi adicción activa pasé por muchas cosas. Tuve diecinueve sobredosis y escapé de situaciones en la calle para las que todavía no tengo palabras”, escribió McManus en una publicación de la página The Addict´s Diary.
La entonces adolescente pasó por múltiples intentos de rehabilitación, alejándose gradualmente de su familia y de su hija. A los 18 años, cuando se embarazó de su hija, fue el único momento donde logró dejar de consumir durante 9 meses. Sin embargo, posteriormente recayó e incluso perdió la custodia de la pequeña.
“Hasta los 18 años, iba a programas y salía y volvía a retomar. Mi enfermedad me dominaba. A los 18 años, estuve nueve meses sobria mientras estaba embarazada de mi hija, que ahora tiene nueve años. Hasta ahora, ése ha sido mi mayor tiempo sin consumir», relató según Daily Mail.
A los 20 años de edad, su adicción la llevó a lugares aún más oscuros, viviendo sola y en la calle durante 6 años. Una realidad, de la que creyó no podría salir jamás.
“La enfermedad me tuvo en sus garras durante seis años, manteniéndome cautiva. Sentía mucha vergüenza y arrepentimiento por haber perdido a mi hija, a mi familia y a mí misma”, dijo al mismo medio.
McManus tocó fondo el 18 de julio de 2018, momento en el que consumió su última droga. La ahora mujer de 28 años recuperada, relató que tras estar sentada sola y llorando en unas rocas, pidió: “’Dios por favor sácame de aquí, sácame de Paterson”. Y dos horas después, tras tener órdenes de arresto que no habían sido atendidas desde hace tiempo, la joven fue arrestada. “No he vuelto desde entonces”, relató.
En la publicación de The Addict´s Diary afirmó que «el tribunal de drogas me salvó la vida», pues en ese momento fue cuando decidió dejar de consumir drogas y rehabilitarse. Inició con un programa de 30 días en el sur de Jersey, luego un centro de reinserción social durante cuatro meses y posteriormente encontró Alcohólicos Anónimos.
“Fue entonces cuando comenzó el verdadero crecimiento, y ahora sé que nunca se detiene”, señaló.
Ahora McManus tiene de vuelta su vida, ha recuperado sus relaciones familiares y está en proceso de recuperar la custodia de su hija. Sin embargo, su vida recobró sentido por completo cuando recuperó su espiritualidad, con una mayor esperanza y motivación para seguir viviendo.
Ahora explica que el proceso es diario y lo describe como un «trabajo de mantenimiento en el que me superó y crezco espiritualmente».
La ahora realizada mujer, encontró la respuesta en su interior, pues se percató que ella era la única que podía cambiar la situación.
“Fue una sensación tan esclarecedora ver que yo era el problema, y que nada iba a cambiar hasta que yo me cambiara. Hoy tengo una paz interior y una tranquilidad que no se puede expresar con palabras», expresó.
Explicó que se dio cuenta que esta vida es corta como para vivir “atrapada en una enfermedad que te hace sentir vacía”. Por lo cual, ahora comparte su experiencia con la esperanza de poder ayudar a todo aquel que sienta que no puede superar su adicción.
Finalmente compartió a The Epoch Times que está realmente agradecida con Dios, pues dice que ella “no ha hecho nada de esto”.
“Él me dio la fuerza para salir de la locura en la que estaba viviendo. Mi propósito ahora es, en primer lugar, estar cerca de él, ser una madre para mi hija, estar al servicio de los demás, ser una hija cariñosa, una hermana presente, y mantenerme espiritualmente en forma para ser la persona que aspiro a ser”, agregó.
“Un día a la vez, a veces un momento a la vez, es posible”.
Así como Madison, otros jóvenes también han dado sus testimonios de cómo la espiritualidad los ha ayudado a recuperarse de las adicciones.
Una práctica milenaria lo saca de la adicción y la tristeza: “Es como un oasis en el desierto”
Leonardo Dueñez, es un joven mexicano originario de Guadalajara, Jalisco, que cuenta cómo una práctica de meditación lo ayudó a dejar las adicciones y reencontrarse con su camino espiritual.
Leonardo relata que durante su adolescencia sufrió fuertes depresiones y vio una salida rápida en las adicciones. Durante ese tiempo vestía de manera extravagante, al estilo hippie y con el cabello largo; siempre llevaba un tambor con el que se acompañaba mientras cantaba para todo tipo de gente.
Y, aunque aparentemente era un joven positivo y alegre, en su corazón sentía un vacío y una tristeza que le acechaban continuamente.
Después de unos años en los que llevó una vida ordenada, otra vez su vida entró en conflicto y tuvo una gran recaída en las adicciones, que lo estaban llevando cada vez más a tocar fondo; incluso aunque se daba cuenta de que se estaba autodestruyendo, no lograba detenerse en su caída.
Fue entonces, cuando conoció Falun Dafa durante un congreso de medicina china llevada a cabo en su ciudad natal, al que había asistido acompañado de su madre.
Finalmente, Leonardo consiguió Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, y después de leerlo algo había cambiado en él.
“Estaba conmovido con la profundidad de la enseñanza. Después de tanta búsqueda, encontré justamente lo que necesitaba”, recordó.
Falun Dafa es una práctica de meditación, que consta de ejercicios suaves y lentos, que se basa en los principios de verdad, compasión y tolerancia. Cuando Leonardo habla de Falun Dafa con las personas, enfatiza sobre los beneficios obtenidos gracias a la práctica y también les cuenta cómo el régimen comunista persigue ilegalmente esta bondadosa disciplina en China, ya que el régimen totalitario y ateísta, se sintió amenazado cuando en 1999 se percató que había más personas practicando Falun Dafa que miembros afiliados el Partido Comunista Chino.
Actualmente, Leo junto a su esposa y su madre, enseñan los ejercicios de Falun Dafa y ayudan a otros a que puedan aprender los principios que cambiaron su vida para siempre: Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Con información de Marjorie Aguirre.
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