Niño de 4 años queda huérfano luego de perder en 4 meses a sus jóvenes padres por el virus del PCCh

Por Romina Garcia
18 de noviembre de 2020 8:59 PM Actualizado: 28 de noviembre de 2020 8:27 AM

Un niño, de 4 años, de San Antonio, Texas, perdió a sus padres por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como el nuevo coronavirus, quedando huérfano y  a cargo de su abuela materna, quién ahora, además de sufrir la muerte de su hija, debe ayudar al pequeño a entender la inesperada y trágica ausencia de sus padres.

La vida del pequeño, Raiden González, de cuatro años, cambió tristemente al enfrentar la muerte de sus padres. Primero falleció su papá, Adan Gonzalez, de 33 años, a las 4 semanas de contraer el virus, y 4 meses después falleció su mamá, Mariah Gonzales, de 29 años, según Daily Mail.

Adan, que trabajaba como camionero, dio positivo por el virus el 3 de junio y murió 4 semanas después, el 26 de junio. Los trabajadores de la salud le dijeron a la familia que «él era uno de los dos más enfermos del hospital», dijo Rozie Salinas, la abuela del niño.

La mamá de Raiden, Mariah, de 29 años, todavía estaba de duelo por la muerte de su esposo cuando murió repentinamente el 5 de octubre, a las pocas horas después comenzar a sentirse mal, según su madre. Días después de su muerte, el hospital confirmó que había fallecido a causa del virus.

(Cortesía: Rozie Salinas)

Mariah era maestra en el mismo jardín de infantes al que asistía su hijo. “Lo mantuve en el mismo preescolar», dijo su abuela. «Lo cuidan muy bien. Saben cuál es su situación», dijo Salinas.

El pequeño Raiden «extraña a su mamá, ya que siempre fue un niño de mamá», agregó. «Esta misma mañana me dijo que deseaba tener a su madre de vuelta y que solo la quería de regreso».

«Es decir, ¿qué le digo? Ya sabes, así que le dije que ahora son ángeles cuidándonos y protegiéndonos», agregó Salinas, madre de Mariah.

La tía abuela de Raiden, Margie Bryant, también hace todo lo posible por ayudar al niño a superar esta dura perdida. Ella es una parte importante de su vida, fue quién le dijo a Raiden sobre el fallecimiento de Mariah, una de las cosas más devastadoras que tuvo que hacer, dijo Bryant.

(Cortesía: Rozie Salinas)

«Le dije: ‘La razón por la que no has visto a mamá en los últimos días es porque mamá se puso muy enferma y ahora mamá también es un ángel en el cielo’, y él estaba inconsolable», dijo Bryant a CBS. “Me dijo: ‘Quiero ser un ángel en las nubes con mi mamá y mi papá’.

A pesar de su luto, Salinas y Bryant, quieren celebrarle el cumpleaños a Raiden, el 28 de noviembre y quieren que sea algo especial, ya que es el primer cumpleaños sin sus padres.

La tía abuela creó una cuenta de GoFundMe para la fiesta de cumpleaños del niño.

La celebración, organizada por Bryant, tendrá para Raiden un desfile de vehículos con temática de dinosaurios «que saluda y ruge». El departamento de bomberos local, también participará, habrá un animador de Batman, clubes de camiones monstruo, clubes de motociclistas y clubes de autos clásicos que participarán.

(Cortesía: Rozie Salinas)

«Es un cumpleaños histórico», dijo Bryant. «Solo queremos que él (Raiden) sepa que estaremos allí todos en sus cumpleaños y que nos aseguremos de que lo celebre, y sé que mi sobrina tiene una gran sonrisa porque sabe que su hijo está en buenas manos», agregó a CNN.

Sobreviviente de COVID-19 dice que recitar estas palabras le ayudó a recuperarse

Osnat Gad, residente de Long Island, sufrió los síntomas de COVID-19 durante más de un mes. Ella recibió la visita de algunos miembros de su familia, de Manhattan, y se fueron de excursión. Una semana después de la visita, comenzó a sentirse increíblemente enferma.

El primer síntoma extraño que notó fue perder el sentido del gusto y el olfato. Dos días después, ni siquiera podía levantarse de la cama. Gad tuvo la sensación de que había contraído el virus.

Al día siguiente, sintiéndose aún peor, solicitó atención urgente de un hospital. Allí, dio negativo por gripe estacional y le dijeron que se fuera a casa, se pusiera en cuarentena durante dos semanas y tomara Tylenol cada cuatro horas. Aunque los médicos y enfermeras aun no realizaban pruebas para COVID-19 le dijeron que era probable que lo tuviera.

Osnat Gad de Long Island pasó casi seis semanas sufriendo los síntomas de COVID-19. (NTDTV)

Gad realizó un seguimiento de sus niveles de oxígeno y temperatura, que se mantuvieron en niveles normales. Después de una semana, pensó que había mejorado. Entonces, un día, se levantó para lavar la ropa y recibió un “segundo ataque”.

“No podía moverme”, dijo. Después de un tiempo, se recuperó y tuvo una videoconferencia con su médico, quien le dijo que había otros pacientes con COVID-19 que también tuvieron un segundo ataque después de una semana de retroceso de los síntomas.

Gad se sentía profundamente sola. Aislada en casa sin nadie para acompañarla, se dio cuenta que, si dejaba de respirar por completo, ni siquiera podría pedir ayuda. No había nadie que pudiera llamar por ella.

Ella llamó a sus amigos para pedirles consejos. Algunos le aconsejaron respirar vapor. Nada funcionó. Entonces, una de sus amigas, Anna, le dijo algo en chino, y la cabeza de Gad estaba tan borrosa que no pudo escuchar ni recordar la explicación.

Anna le dijo que simplemente repitiera estas palabras: “Falun Dafa Hao. Zhen Shan Ren Hao.

¿Qué tenía que perder? Ella dijo las palabras y sintió que el oxígeno volvía a entrar en su sistema.

“Estaba muy indefensa y enferma. Confié en que mi amiga Anna tenía el mejor interés en su corazón. Sé que ella se preocupa por mí y quería que sanara. Su pasión y fuerza fue la razón por la que comencé a recitar [esas palabras]”, dijo.

Las palabras están formadas por nueve caracteres en chino que se traducen como “Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas”.

Gad nunca imagino que recitar simplemente tres palabras salvaría su vida. Ella dijo que era como si estas palabras le enseñaran a su cuerpo a respirar de nuevo, y cuanto más las decía, mejor se sentía.

Comenzaba sus mañanas con las palabras y las decía antes de quedarse dormida. El efecto había sido inmediato, pero ella quería seguir diciendo las palabras.

“Tengo que estar muy agradecida con Falun Dafa”, dijo. “Puedo decir que me salvó. Me enseñó a respirar”.

Después de lo que pareció un milagro, Gad tenía que saber qué era exactamente Falun Dafa. Así que llamó a Anna para saber más al respecto.

La cultura tradicional china tiene una larga historia de sistemas de “autocultivación”, o prácticas de mente y cuerpo. Falun Dafa es una práctica espiritual que se introdujo al público en China en la década de 1990, promueve ejercicios suaves, meditación y vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para superarse a uno mismo.

Gad se dio cuenta y sintió que decir esas palabras como un mantra era una forma de “autoayuda”.

“[Decir esto] cambió completamente mis niveles de energía. No sé si está asociado o no, no soy médico, pero sé que esto me salvó, porque aprendí a respirar diciendo el mantra, ¿entiendes lo que digo? Fue increíble”, dijo.

“[El COVID-19] se quedó conmigo más de un mes, tal vez seis semanas. Si no respiraba, tal vez no podría mejorar”, dijo.

Gad investigó más sobre Falun Dafa y se interesó por aprender los ejercicios y la meditación.

“Estoy leyendo sobre la fuerza interior que tenemos dentro de nosotros, y solo depende de nosotros usarla siendo buenos humanos”, dijo. “Espero poder estudiarlo profundamente”.

Gad continuó diciendo las frases todo los días y, poco después, decidió comenzar a practicar Falun Dafa: “Estoy extremadamente feliz de practicar e incorporar Falun Dafa a mi vida”, dijo.”Me ha mostrado una nueva manera de ver la vida”.

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