El oficial Sadaka Kitonyi de la policía de Albany contribuyó con contenido a este informe.
Después que las imágenes del homicidio de George Floyd se extendieran por toda la nación, la gente ha estado dibujando líneas divisorias para explicar la injusticia: líneas entre blancos y negros, policías y civiles, privilegiados y menos privilegiados, opresores y oprimidos.
Sin embargo, la vida real siempre desafía tales líneas de división ideológica demasiado simplistas. Puede que la vida sea más sencilla al dibujarlas, pero carecen del matiz de la verdad y privan a todos de su singularmente bella identidad.
«Nací y me crié en la ciudad de Albany N.Y.», dijo el oficial Sadaka Kitonyi a The Epoch Times. «Mi familia no era rica, pero no éramos pobres». Los padres del oficial eran inmigrantes pobres de Kenia y Filipinas.
En su juventud, Kitonyi nunca tuvo ningún interés en convertirse en oficial de policía, dijo, y se metió en su cuota de problemas. Sin embargo, ahora dice que su trabajo como oficial de policía es su «vocación». «Una vez que abracé la empatía y la compasión, me convertí en lo que un policía debe ser», compartió.
Añadió: «Despierto a un hombre negro todos los días de mi vida. Un uniforme azul no niega las injusticias personales que he enfrentado en mi vida».
Después de la muerte de George Floyd, Kitonyi se dio cuenta del repentino odio dirigido a la policía y fue el impulso para compartir un mensaje al mundo a través de las redes sociales, recibiendo mucha más atención de la que esperaba. Aquí está su mensaje completo:
Soy un hombre negro.
Soy un oficial de policía.
Pero no soy Derek Chauvin.
Y no soy George Floyd.
Soy yo.
Soy compasivo y me preocupo, y siempre tendré un gran corazón, así que, ¿por qué me odias?
Me quite los calcetines de mis pies para dárselos a un borracho sin hogar, que no tenía zapatos.
Evite que una mujer fuera a la cárcel por robar detergente para la ropa, pagando a la tienda para que no la procesesaran, luego encontré a la señora al lado en una lavandería lavando la ropa de sus hijos; estaba desesperada y no tenía dinero.
El otro día, el coche de un anciano se averió al lado de una carretera concurrida y no tenía teléfono, así que lo llevé a la gasolinera de una calle arriba y le pagué la gasolina.
Soy padre, esposo, hijo, hermano, sobrino, primo, amigo, ¿por qué quieres hacerme daño o matarme?
Intervine y arresté al hombre que asaltó a tu abuela. La derribó y le arrebató el bolso y lo perseguimos y lo llevamos a la cárcel.
Una señora llamó al 911 en pánico y dijo a los de emergencias que su bebé de 4 meses no respiraba. Llegamos antes que los paramédicos y empezamos las compresiones. POR LA GRACIA DE DIOS, ese bebé es ahora un niño feliz y brillante.
Un hombre loco comenzó a abrir fuego contra una gran multitud. En la histeria colectiva de la gente que huía, corrimos hacia los disparos para detenerlo.
Hablo en un lenguaje común. En vez de Hola, digo: «Oye, ¿qué hay de bueno? Algunos dicen que tengo un acento del centro de la ciudad, y puede que no lo deletree todo correctamente o que no use una gramática perfecta… pero ¿por qué me menosprecias y asumes que no soy inteligente y que soy ignorante?
Tengo una escuela secundaria y un título universitario. Me encanta leer libros y constantemente investigo para aprender nuevas habilidades. Me gradué como jefe de mi clase en la academia de policía y me convertí en instructor del departamento.
He hablado en foros públicos, reuniones de la comunidad y en entrevistas de noticias, todo muy bien articulado, claro y conciso. He reunido pruebas, hechos y pistas y he ayudado a resolver y a cerrar casos. SOY NEGRO Y SOY INTELIGENTE.
Escucho música rap, uso jeans holgados, y me pongo los pantalones al revés, fuera de servicio. Tengo tatuajes por todo mi cuerpo. ¿Pero por qué me creas un perfil y me estereotipas?
En Acción de Gracias soy voluntaria de Equinox, repartiendo cenas a familias necesitadas.
Cerca de la Navidad, compro sombreros, guantes y tarjetas de comida con mi propio dinero y las reparto. También preparo comidas calientes y las distribuyo en Misión Ciudadana y en un edificio de viviendas públicas para ancianos.
Soy voluntario en mi tiempo libre como mentor de jóvenes. Me encanta visitar escuelas y hablar con los niños. Camino por estos vecindarios. Vivo en mi comunidad. ME PREOCUPO POR MI COMUNIDAD.
Yo soy YO.
No soy como Derek Chauvin.
NUNCA te trataré como George Floyd.
Y hay muchos, muchos más como yo.
(Cortesía: Sadaka Kedar)
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