Un cuarto agente de policía que estaba presente en los terrenos del edificio del Capitolio el 6 de enero ha muerto por suicidio, según el Departamento de Policía Metropolitana del Distrito de Columbia (MPD).
El agente de la Policía Metropolitana Kyle DeFreytag, de 26 años, habría muerto el 10 de julio por suicidio, según una declaración del portavoz del MPD, Hugh Carew, según informó Reuters.
DeFreytag había estado en el departamento de policía desde noviembre de 2016. El MPD dijo que estaba en el Capitolio para hacer cumplir las violaciones del toque de queda, informó WUSA.
El jefe Robert J. Contee III había enviado un mensaje al cuerpo de policía el mes pasado para notificar la muerte de DeFreytag.
«Les escribo para compartir la trágica noticia de que el agente Kyle DeFreytag del 5º Distrito fue encontrado muerto anoche», dijo Contee al departamento en julio, según WUSA. «Es una noticia increíblemente dura para todos nosotros y para los que mejor le conocían».
DeFreytag vivía en Alexandria (Virginia) y era oriundo de Pensilvania, según una nota necrológica publicada por la funeraria Bensing-Thomas. El 31 de julio se celebró una misa en su memoria.
«Le gustaba ir de excursión, acampar, montar en moto, le gustaba viajar y tocar la batería, disfrutaba probando diferentes comidas étnicas y siempre conocía los mejores lugares para comer. Kyle era amable, tenía un ingenio rápido y un gran sentido del humor, y nos hizo reír durante 26 años», según el obituario.
La confirmación del suicidio de DeFreytag se produjo apenas unas horas después de que se confirmara la muerte por suicidio de Gunther Hashida, de 43 años.
Según una página de recaudación de fondos de GoFundMe, a Hashida le sobreviven su mujer y sus tres hijos. La página no especificaba la causa de su muerte ni qué pudo haberle llevado a acabar con su vida.
La muerte de DeFreytag eleva a cuatro el número de policías presentes en el Capitolio el 6 de enero que supuestamente murieron por suicidio.
Los otros dos casos que se dice que se debieron al suicidio son el del agente del MPD Jeffrey Smith y el del agente de la policía del Capitolio Howard Liebengood.
Los legisladores se reunieron en el Capitolio de EE. UU. el 6 de enero para una sesión conjunta del Congreso para contar y certificar los votos electorales para las elecciones presidenciales de 2020. Los procedimientos en las cámaras se interrumpieron temporalmente cuando un grupo considerable de manifestantes entró en el edificio del Capitolio. Miles de manifestantes, en su mayoría pacíficos, permanecieron fuera.
Sigue sin estar claro quién o qué grupos pueden haber instigado la irrupción en el edificio del Capitolio.
Se registraron un total de cinco muertes inmediatamente después del incidente del 6 de enero.
De las muertes, se determinó que la simpatizante de Trump Ashli Babbitt murió por homicidio el 6 de enero, al ser abatida por un agente no identificado.
Otras tres personas murieron el 6 de enero fuera del edificio del Capitolio pero en los terrenos del mismo. Se comprobó que dos de las muertes fueron por causas naturales: ambos eran hombres de unos 50 años que murieron de una enfermedad cardiovascular aterosclerótica hipertensiva. La muerte restante, de una mujer de unos 30 años, se dictaminó como un accidente por sobredosis de drogas.
Se determinó que el agente de policía del Capitolio Brian Sicknick murió por causas naturales el 7 de enero.
Al parecer, más de 100 policías resultaron heridos tras el incidente del 6 de enero.
Los acontecimientos de ese día culminaron en un segundo juicio de impeachment para el entonces presidente Donald Trump, que finalmente fue absuelto de un cargo de incitación a la insurrección en febrero.
Más de 500 personas han sido detenidas y acusadas en casos relacionados con los sucesos del 6 de enero en el Capitolio. Entre ellas, más de 50 están detenidas a espera de juicio en régimen de aislamiento durante 23 horas al día, en condiciones que son «inconstitucionales» y violan «todos y cada uno de los derechos humanos básicos», dijeron el mes pasado a EpochTV los abogados que representan a varios de los acusados.
El 27 de julio, cuatro policías relataron a una comisión especial de la Cámara de Representantes que fueron golpeados y amenazados durante los enfrentamientos con los manifestantes el 6 de enero.
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