10 estrategias de crianza para reducir el estrés provocado por la pandemia en sus hijos

Por AMANDA SHEFFIELD MORRIS Y JENNIFER HAYS-GRUDO
13 de febrero de 2021 3:24 AM Actualizado: 13 de febrero de 2021 3:24 AM

Los padres tienen que hacer frente a enormes exigencias de tiempo y energía, ya que muchos niños no van a la escuela ni participan en las actividades habituales. A medida que la pandemia continúa causando estragos en las familias, las rutinas se han derrumbado, la paciencia se está agotando y el cuidado personal es un recuerdo lejano.

Décadas de investigación nos han enseñado que la adversidad durante la niñez tiene efectos dañinos en la salud y el desarrollo. Muchos estudios han demostrado que los niños que han enfrentado abuso, negligencia y conflictos familiares, luchan por formar amistades, tienen dificultades académicas y enfrentan problemas de salud física y mental en la adolescencia y la edad adulta.

Afortunadamente, los científicos del desarrollo han identificado formas de ayudar a los niños a sobrevivir y prosperar en tiempos de adversidad. Los efectos beneficiosos de las experiencias de protección y crianza son poderosos antídotos contra el estrés y la adversidad y preparan a los niños para afrontar los tiempos difíciles en los años venideros.

Las familias preocupadas por los posibles efectos a largo plazo de los trastornos relacionados con la pandemia pueden aprender de estas estrategias probadas. Aquí hay 10 formas en que los padres pueden fomentar la resiliencia de los niños durante tiempos difíciles.

1. Conectarse unos con otros

Tómese un tiempo para hablar, escuchar y jugar sin distracciones. Asegúrese de que los niños sepan que son amados incondicionalmente. Esto puede incluir tomar descansos para ver cómo están durante el día cuando aprenden y trabajan en casa, tener una rutina especial para la hora de dormir que incluya hablar sobre el día, caminar juntos o jugar a sus juegos favoritos. Hacer el esfuerzo de conectarse ayuda a los niños a saber que son valorados y crea una sensación de seguridad.

2. Apoye las amistades de los niños

Piense en formas en las que los niños pueden jugar juntos al aire libre, hablar a través de la tecnología o jugar un videojuego virtualmente con amigos. Algunas familias están creando zonas seguras o burbujas, donde permiten que los niños elijan a uno o dos amigos cercanos (cuya familia está tomando las precauciones recomendadas contra la pandemia) con quienes pueden interactuar más de cerca. Mantener amistades brinda a los niños la oportunidad de aprender de sus compañeros y reduce el estrés, brindando apoyo y aceptación.

3. Encuentre formas en que los niños pueden ayudar a otros

Hable sobre cómo otros también están luchando. Anime a los niños a donar juguetes que les hayan quedado de mas  pequeños, ahorrar dinero para una causa especial o ayudar a un vecino con los mandados, como ir de compras, traer correo, trabajar en el jardín o pasear al perro. Cuando haga cosas por otros en la comunidad, incluya a sus hijos y hable sobre por qué lo hace. Esto ayuda a los niños a aprender sobre las necesidades de los demás y a cultivar la empatía.

4. Ayude a los niños a participar en clubes o grupos

Algunos grupos que funcionan bien durante una pandemia son los Scouts al aire libre, clubes Zoom y otros clubes de interés especial como deportes al aire libre, pesca, senderismo o ciclismo. Ser parte de un grupo ayuda a los niños a sentir un sentido de pertenencia y promueve el desarrollo de la identidad. También puede ayudar a desarrollar la moral y los valores e incluso promover el éxito académico.

5. Manténgase en contacto con adultos importantes

Los niños se benefician de las relaciones con los adultos, como los abuelos y los maestros. Pueden ser otra fuente de apoyo y alguien con quien hablar sobre problemas o éxitos. Son particularmente importantes cuando los padres no están disponibles debido al trabajo u otras obligaciones. Ayude a los niños a mantenerse conectados a través de Zoom, correo electrónico, llamadas telefónicas, FaceTime y actividades especiales como eventos al aire libre. Algunos grupos de redes sociales tienen programas específicos para vincular a los niños con otros para jugar o charlar.

6. Manténgase al día con sus pasatiempos

El aburrimiento es el peor enemigo de los padres. Tener un pasatiempo agradable es gratificante para los niños; proporciona un tiempo de ocio atractivo y oportunidades para dominar algo. Este tipo de actividades proporcionan conexiones con los demás, pueden enseñar disciplina y a gestionar las propias emociones y el comportamiento, y fomentan la autoestima. Explore proyectos de arte, música, proyectos científicos, la escritura, el ajedrez y otros pasatiempos que desarrollen las habilidades físicas, artísticas e intelectuales al tiempo que proporcionan horas de diversión.

7. Sea físicamente activo

Haga del ejercicio una parte de las rutinas familiares. Salgan a caminar o anden en bicicleta, jueguen videojuegos activos como Wii, vayan al parque, estírense o practiquen yoga juntos. El ejercicio tiene muchos de los mismos beneficios que los pasatiempos. También ayuda a los niños a manejar los efectos físicos del estrés en el cuerpo y mejora el estado de ánimo y la salud mental.

8. Establezca rutinas

Las rutinas son una poderosa señal no verbal para el cerebro de los niños de que están seguros y que la vida es predecible. Mantener una rutina puede reducir la cantidad de conflictos y los niños saben qué hacer y esperar durante diferentes momentos del día.

Elaboren y muestren (juntos, idealmente) calendarios diarios o semanales con palabras o imágenes que recuerden a los niños cuándo ocurren las actividades de aprendizaje, juego, descanso, sueño y alimentación. Invente pequeños rituales que consuelen y logren metas, especialmente a la hora de acostarse: leer, contar historias, cantar una canción especial, decir una oración o hacer una lista de seres queridos. Tales actividades aseguran un mejor sueño que permite a los niños quedarse dormidos viendo un video. Los niños pueden retroceder si se han acostumbrado a tener menos estructura durante el día, pero a la mayoría les agradará saber qué esperar.

9. Mantenga expectativas de aprendizaje realistas

La participación de los niños en la educación varía mucho durante la pandemia, algunos apenas se ven afectados y otros aprenden completamente en casa. La escolarización virtual requiere que los padres se involucren más que antes: supervisar las tareas, controlar durante el día y buscar ayuda cuando los niños tienen dificultades.

Si bien el trabajo escolar es realmente importante, no todo el aprendizaje se lleva a cabo en clase. Involucre a los niños en oportunidades para aprender durante las tareas diarias como cocinar (medir, cronometrar), hacer jardinería, ir de compras (calcular los precios de venta, sumar) y juegos (cartas, dominó, juegos de mesa) que fortalecen la memoria y las habilidades de pensamiento.

Lea con su hijo todos los días. Dependiendo del nivel del libro, puede leerle a su hijo o turnarse para leer las páginas.

10. Mantenga un hogar sano y seguro

Además de mantener las precauciones de COVID-19, prepare comidas nutritivas, despeje y organice juguetes, juegos, suministros para pasatiempos y materiales de aprendizaje. Encuentre formas de involucrar a los niños en la preparación de comidas, la organización de sus espacios de trabajo y juego, la limpieza después de las actividades y la participación en conversaciones sobre las reglas familiares. El caos y el desorden son enemigos de la calma. Crear espacios seguros y ordenados ayuda a los niños a manejar el estrés. Comer alimentos saludables juntos beneficia la salud física y mental.

Crianza de los hijos en tiempos de COVID

Muchos padres, naturalmente, hacen las cosas enumeradas anteriormente. Sin embargo, con un mayor estrés y demandas de tiempo, estas actividades son difíciles de mantener. Ahora es un buen momento para elegir algunas de estas estrategias y volver a encarrilarse.

Cada familia es diferente y lo que es apropiado difiere según la edad de los niños, ya sean bebés y niños pequeños, niños en edad escolar o adolescentes y adultos jóvenes. Pero ajustadas a la edad y las circunstancias, estas técnicas de probada eficacia pueden ayudar a los jóvenes a superar los momentos difíciles y salir bien librados.

Amanda Sheffield Morris es profesora de desarrollo humano y ciencias de la familia en la Universidad Estatal de Oklahoma, y  Jennifer Hays-Grudo es profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad Estatal de Oklahoma. Este artículo se publicó por primera vez en The Conversation.


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