Uno de los abogados del presidente Donald Trump dijo el lunes que el Departamento de Justicia (DOJ) debería haber hecho más sobre la investigación del fraude electoral durante la contienda del 3 de noviembre.
Jesse Binnall, un abogado de Trump que presentó demandas en nombre de la campaña en Nevada, dijo a Just The News que el Departamento de Justicia se retrasó y no investigó las pruebas presentadas.
El exfiscal general, William Barr, quien dejó su cargo antes de Navidad, dijo que no vio evidencia de fraude electoral que anulara el resultado de las elecciones. Posteriormente, dijo a los periodistas que el gobierno federal no debería decomisar las máquinas de votación para una investigación.
Sin embargo, según Binnall, es «especialmente importante que en este momento», el fiscal general interino Jeffery Rosen «investigue a fondo los problemas de fraude electoral que sabemos que existen». Indicó que «aún se puede hacer algo» desde ahora y hasta el 6 de enero, cuando el Congreso se reúna para contar los votos del Colegio Electoral, o probablemente antes del 20 de enero, que es el día de la toma de posesión.
«Lo más importante es que podrían haber tenido una investigación de un abogado especial con citaciones y un gran jurado para evaluar a testigos, declaraciones juradas o documentos», dijo Binnall. Barr dijo a los periodistas la semana pasada que cree que no se justifica una investigación dirigida por un abogado especial respecto a las elecciones, y no está claro si Rosen cree lo mismo.
“En la medida en que hay una investigación, creo que actualmente se está manejando de manera responsable y profesional dentro del departamento, y hasta este punto no he visto una razón para nombrar un abogado especial y no tengo ningún plan para hacerlo antes de irme», dijo Barr.
Sin embargo, como señaló Binnall, el Departamento de Justicia y el FBI «podrían haber estado tocando a las puertas de las personas para exponer el fraude» en Nevada.
«Si el Departamento de Justicia pudo haber utilizado en ese momento todas las herramientas que tenía disponibles (…) podríamos haber tenido mucha más exposición de la que se tendrá apenas cuando el FBI comience a hablar con la gente y los fiscales comiencen a hablar con la gente», dijo.
A inicios de este mes, Binnall dijo al Comité de Seguridad Nacional del Senado que las elecciones de Nevada estuvieron plagadas de fraudes e irregularidades.
«Miles y miles de votantes de Nevada vieron sus votos anulados por el fraude electoral y boletas inválidas», dijo a los senadores durante la audiencia. “Así es como sucedió. El 3 de agosto de 2020, tras una sesión especial apresurada, los legisladores de Nevada hicieron cambios drásticos en la ley electoral del estado al adoptar un proyecto de ley conocido como AB4”, dijo, refiriéndose a una ley estatal que relajó las restricciones sobre las boletas electorales por correo.
Binnall argumentó además que a la campaña se le negó transparencia cuando intentaron investigar las irregularidades.
La oficina de la secretaria del Estado de Nevada ha mencionado que no hay evidencia de fraude electoral que anule los resultados de las elecciones.
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