La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha criticado públicamente la redada del FBI contra el fundador de Project Veritas, James O’Keefe, en un comunicado en el que también denuncia al medio de comunicación por presunto periodismo engañoso.
La ACLU dijo el 15 de noviembre que la redada del FBI en la casa de O’Keefe el 6 de noviembre «podría tener graves consecuencias para la libertad de prensa». El gobierno ha mantenido un hermetismo público sobre sus acciones contra Project Veritas, pero los informes de los medios de comunicación, así como los documentos judiciales vistos por The Epoch Times, muestran que el FBI está investigando el supuesto robo de un diario de Ashley Biden, la hija del presidente Joe Biden.
«A menos que el gobierno tuviera buenas razones para creer que los empleados de Proyect Veritas estaban directamente implicados en el robo delictivo del diario, no debería haberlos sometido a registros e incautaciones invasivas», dijo Brian Hauss, abogado principal del proyecto de expresión, privacidad y tecnología de la ACLU.
«Instamos al tribunal a que designe a un encargado especial que garantice que los agentes de la ley revisen sólo los materiales que fueron incautados legalmente y que son directamente relevantes para una investigación criminal legítima», dijo Hauss.
Mientras criticaba las acciones del FBI, la ACLU también acusó a Project Veritas de haberse «involucrado en engaños vergonzosos».
“Los observadores razonables podrían no considerar sus actividades como periodismo en absoluto”, dijo Hauss.
La ACLU no citó casos específicos de engaño vergonzoso por parte del Proyecto Veritas. Otras organizaciones de medios han sido muy críticas con Project Veritas, pero la organización se enorgullece de no perder nunca una demanda o de tener que retractarse de una historia.
Dadas las aparentes divergencias ideológicas entre las dos organizaciones, los observadores han tomado la defensa al Proyect Veritas por parte de la ACLU como una señal de que las acciones del FBI fueron particularmente atroces.
«Ocho días después de la incursión armada, antes del amanecer, en la casa de nuestro cliente James O’Keefe y de la incautación de su fuente confidencial, información legal e información de los donantes, la ACLU dice que lo que ocurrió es tan malo, que incluso se sienten movidos a condenarlo», dijo el abogado de Proyect Veritas Harmeet Dhillon, un exmiembro de la junta de la ACLU.
«La ACLU tiene que decir lo repugnante que les parece Project Veritas para que sus donantes liberales no se enfaden, pero al menos han emitido una declaración en la que reconocen lo peligrosas que pueden ser las acciones del DOJ/FBI para la libertad de prensa y han exigido que se divulguen», ha dicho el periodista y comentarista político Glenn Greenwald.
La declaración de la ACLU se produce después de que el 11 de noviembre un tribunal federal ordenara al Departamento de Justicia (DOJ) que dejara de extraer y revisar los datos de los teléfonos de O’Keefe, incautados durante la redada. O’Keefe había presentado una moción la semana pasada para que se nombrara un encargado especial que supervisara la revisión de la información de sus teléfonos, diciendo a la jueza, Analisa Torres, que los dispositivos contenían información sensible relacionada con las investigaciones y asuntos legales de Proyect Veritas.
“Además de los materiales privilegiados entre abogado y cliente, ambos teléfonos también contienen materiales de recopilación de noticias que son fundamentales para el ejercicio de una prensa libre y están protegidos por la Primera Enmienda”, dijo la moción de O’Keefe, una copia de la cual fue vista por The Epoch Times.
«Estos incluyen materiales relacionados con investigaciones periodísticas (presentes y pasadas), comunicaciones con denunciantes y otras fuentes confidenciales, comunicaciones con donantes (información crucial protegida por la garantía de libertad de asociación de la Primera Enmienda) y discusiones internas sobre políticas y prácticas editoriales y de investigación».
El Departamento de Justicia (DOJ) tiene hasta el 16 de noviembre para responder a la moción de O’Keefe para un encargado especial.
O’Keefe confirmó el 8 de noviembre en Fox News que se había realizado una redada en su casa, en el condado de Westchester, Nueva York.
«Golpearon mi puerta, fui a mi puerta para contestar y había 10 agentes del FBI con un ariete, luces blancas cegadoras. Me dieron la vuelta, me esposaron y me lanzaron contra el pasillo», dijo O’Keefe al presentador Sean Hannity. «Estaba parcialmente vestido delante de mis vecinos. Confiscaron mi teléfono. Registraron mi apartamento».
En una declaración anterior, O’Keefe dijo que el DOJ, específicamente la Oficina del Fiscal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, parecía estar investigando el presunto robo de un diario de Ashley Biden, la hija del presidente Joe Biden.
«No sabemos si fue así, pero eso nos lleva a preguntarnos: ¿En qué mundo el supuesto robo de un diario es investigado por el FBI y por el Departamento de Justicia? ¡Un diario! Esta investigación federal huele a política. El Proyect Veritas nunca ha amenazado ni se ha involucrado en ninguna conducta ilegal», dijo.
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