Activistas acosaron a los senadores Kyrsten Sinema (D-Ariz.) y Joe Manchin (D-W.Va.) para que apoyen un gigantesco proyecto de ley de gastos.
El viernes, en la Universidad Estatal de Arizona, un grupo de supuestos activistas progresistas siguieron a Sinema hasta un baño mientras se enfrentaban a ella por su oposición a la ley Build Back Better (Reconstruir Mejor), de 3,5 billones de dólares, y le exigieron que la apoyara.
El incidente se produjo pocos días después de que Sinema, el 30 de septiembre, afianzara su posición a la hora de no apoyar el proyecto de ley de gastos propuesto por el liderazgo demócrata, que incluye una amnistía masiva para los extranjeros ilegales, así como fondos para programas sociales como Medicare y Child Tax Credit (crédito fiscal para niños), fondos en los que Sinema quiere que los demócratas gasten menos.
Si bien la agenda económica ha sido apoyada en gran medida por los colegas demócratas de Sinema, Sinema se ha unido a Manchin para indicar que no respaldarían el proyecto de ley si no se le hacen ajustes. Para la aprobación del proyecto de ley es fundamental el apoyo de ambos congresistas quienes, durante mucho tiempo, han sostenido que la suma del proyecto es demasiado alta.
Los activistas supuestamente se enfrentaron a la demócrata fuera del aula donde da clases y la siguieron hasta un baño mientras filmaban el encuentro, que luego fue compartido en Twitter.
Inicialmente, Sinema le dijo al grupo que estaba «saliendo» y que no podía hablar en ese momento, pero continuaron siguiéndola al baño y la confrontaron.
Un miembro del grupo amenazó con sacar a Sinema de su cargo si no apoyaba la Ley Build Back Better «ahora mismo».
«Llamamos a las puertas por ti, para que fueras elegida. Y así como te hicimos elegir, podemos sacarte del cargo si no apoyas lo que nos prometiste», gritó la activista.
“Mi nombre es Blanca, me trajeron aquí a Estados Unidos cuando tenía tres años y en 2010, mis abuelos fueron deportados debido a la SB 1070 y estoy aquí porque creo absolutamente que necesitamos un camino hacia la ciudadanía”, continuó hablando la misma activista.
“Mi abuelo falleció hace dos semanas y no pude ir a México a visitarlo porque no hay forma de obtener la ciudadanía. Y si ahora tenemos la oportunidad de que se apruebe, entonces tenemos que hacerlo, porque hay millones de inmigrantes indocumentados, como yo, que comparten la misma historia o cosas aún peores que les sucedieron por la SB 1070 y por la legislación antinmigrantes”.
«Esta es una oportunidad para aprobarla ahora mismo y tenemos que hacerla responsable de lo que nos dijo, de lo que nos prometió que iba a aprobar cuando tocamos puertas por usted».
Un segundo activista también le dijo a Sinema que eran sobrevivientes de la trata de personas, señalando que esto se debía a la «falta de protecciones laborales», al tiempo que instó a la demócrata a «ayudar a los trabajadores».
El vídeo termina en ese momento. Sinema no parece responder a los activistas durante todo el encuentro.
Las imágenes del incidente provocaron una respuesta del Representante Matt Gaetz (R-Fla.) quien compartió el video en Twitter junto con la leyenda, «#DeportBlanca».
El exasesor de la administración Trump, Stephen Miller, también compartió el video en Twitter y escribió: “Un extranjero ilegal está acechando a una senadora de EE.UU. para exigir la aprobación del proyecto de ley de reconciliación de Biden porque incluye una amnistía masiva para los ilegales. En una democracia en funcionamiento, ICE deportaría rápidamente a esta persona, pero según el nuevo edicto de Biden (como sabe el infractor de la ley) es inmune a la expulsión”.
El periodista conservador Jack Posobiec dijo: «Los medios y los demócratas pasaron la semana demonizándola (a Sinema), luego los izquierdistas radicalizados la acosaron». Más tarde compartió un segundo video en el que supuestamente se mostraba al mismo grupo de activistas protestando frente a la casa de Sinema esa misma noche.
El video muestra a los miembros del grupo coreando «reconstruir mejor, volver a construir». No está claro si las imágenes se tomaron fuera de la casa de Sinema o en un evento realizado en otro sitio.
Mientras tanto, Manchin ha sido acosado en su casa flotante en Washington. Un grupo de kayakistas se acercó al bote la semana pasada y comenzó a gritar, lo que provocó que Manchin fuera a la parte de atrás, se inclinara por el costado y les hablara.
“Acabamos de aprobar un presupuesto del Pentágono de USD 788,000 millones”, dijo un activista. «Y eso en 10 años serán USD 6 billones».
«¿Cuánto crees que gastamos en gastos no discrecionales, básicamente de no defensa? Lo mismo», respondió Manchin.
Dijo que estaba de acuerdo con el grupo en algunos de los comentarios, incluida la supuesta necesidad de cobrar impuestos a los ricos.
El sábado, Sinema criticó a su propio partido por su «inexcusable» fracaso a la hora de llevar a cabo una votación sobre el plan de infraestructura bipartidista después de que la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), cancelara la votación, afirmando que «se necesita más tiempo».
El Caucus Progresista del Congreso, un bloque de casi 100 miembros de la Cámara, no quiere aprobar el proyecto de ley de infraestructuras sin que la cámara baja apruebe primero el gigantesco proyecto de ley presupuestario de USD 3.5 billones, no obstante, los moderados dicen que las propuestas deben considerarse por separado y han instado a que se vote primero el proyecto de ley de infraestructuras.
“El hecho de que la Cámara de Estados Unidos no haya votado sobre la Ley de Empleos e Inversión en Infraestructura es imperdonable y profundamente decepcionante para las comunidades de nuestro país”, escribió Sinema en un comunicado en Twitter.
“Negar a los estadounidenses millones de empleos bien pagados, carreteras más seguras, agua más limpia, electricidad más confiable y una mejor banda ancha solo perjudica a las familias de a pie”.
También afirmó que los progresistas están usando la legislación para hacer peticiones.
“Mi voto pertenece a Arizona, y no cambio mi voto por favores políticos; voto basándome únicamente en lo que es mejor para mi estado y el país”, continuó. «Nunca he aceptado, y nunca aceptaría, ningún trato que retendría una pieza de legislación como rehén de otra».
Sinema también señaló que su deseo de que la Cámara apruebe el proyecto de ley ha impulsado «negociaciones de buena fe» sobre el paquete de reconciliación, incluso cuando ella y Manchin se han opuesto a su descomunal suma.
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