Otros tres miembros de Proud Boys fueron acusados por su presunta participación durante la irrupción al Capitolio de EE. UU. el 6 de enero, anunció el Departamento de Justicia (DOJ).
En dos comunicados de prensa distintos, el departamento dijo que habían arrestado a Ethan Nordean, de 30 años, quien también se hace llamar Rufio Panman; a Nicholas DeCarlo de 30 años de Texas; y Nicholas R. Ochs, de 34 años de Hawái, por presuntamente unirse a un grupo de personas que irrumpieron en el edificio del Capitolio de EE. UU. mientras los legisladores se encontraban contando los votos electorales.
Según documentos judiciales, Nordean es el autodenominado «Sargento de Armas» de la Sección de Seattle de Proud Boys. El grupo, fundado por el libertario Gavin McInnes, había llamado la atención de los medios previamente por estar involucrado en encuentros violentos, en particular, por enfrentarse con el grupo extremista Antifa.
Un agente especial del FBI dijo en una declaración jurada que había revisado las imágenes de video y las fotografías del incidente del 6 de enero e identificó a Nordean participando en una marcha con otros miembros de Proud Boys poco antes de los disturbios. El agente dijo que otras imágenes y fotos muestran que Nordean entra al edificio del Capitolio junto con otros manifestantes.
Una serie de mensajes posteadas en las redes sociales antes del 6 de enero, revisados por el agente, presuntamente indican la intención de Nordean de «participar en un conflicto». Él había posteado un mensaje pidiendo donaciones de «equipo de protección» y «equipo de comunicaciones» el 27 de diciembre y comentó «permítales recordar el día que decidieron hacer la guerra con nosotros» el 4 de enero, dijo el agente.
Nordean fue acusado de obstruir o impedir un procedimiento oficial, que conlleva una pena máxima de 20 años de prisión; complicidad, que conlleva una pena máxima de 10 años de prisión; y entrar o permanecer a sabiendas en edificios o áreas restringidas, e irrupción y alteración del orden público en las instalaciones del Capitolio, que conllevan una pena máxima de un año de prisión.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia dijo que un gran jurado federal en Washington acusó a DeCarlo y Ochs de conspirar para entorpecer la certificación de los resultados electorales 2020 por parte del Congreso de Estados Unidos.
Los fiscales argumentaron que los dos hombres planearon y recaudaron dinero para su esfuerzo y luego viajaron para participar en los disturbios. También argumentan que Ochs es el fundador de la sección de Honolulu de Proud Boys.
La acusación también culpa al par de postear fotos y videos de sus acciones dentro del edificio del Capitolio durante el incidente y pintarrajear una puerta conmemorativa con las palabras «MUERTE A LOS MEDIOS».
Ambos fueron acusados de conspiración para cometer un crimen en contra de Estados Unidos, un cargo de robo a propiedad del gobierno federal, un cargo de destrucción de propiedad del gobierno federal y tres cargos por irrupción, desorden público o conducta violenta en edificios o áreas restringidas.
DeCarlo y Ochs fueron detenidos previamente el 26 de enero y el 7 de enero, respectivamente. La acusación fue revelada el miércoles.
Estos casos se producen días después de que dos miembros del grupo Proud Boys fueran acusados de varios cargos en relación con los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
Los dos miembros —Dominic Pezzola de 43 años, de Nueva York, y William Pepe de 31 años, de Nueva York— fueron acusados de conspiración, desorden civil, ingreso ilegal a edificios o áreas restringidas y alteración perturbación al orden público en edificios o jardines.
Las autoridades también acusaron a Pezzola de cargos adicionales.
Las autoridades federales han realizado una labor significativa para poner mano dura contra los manifestantes que participaron en la irrupción al Capitolio de EE. UU. el 6 de enero, que dejó cinco muertos. Se han abierto más de 400 casos relacionados con el incidente y han sido acusadas más de 150 personas a nivel federal, dijo el Departamento de Justicia a fines de enero.
El Comité Judicial del Senado envió el martes una carta al jefe del Departamento de Justicia y del FBI solicitando respuestas a una serie de preguntas acerca de la preparación y la respuesta por parte de las agencias a la irrupción del Capitolio de EE. UU.
El grupo solicitó información adicional sobre lo que sabían las agencias antes del incidente, las acciones que tomaron para abordar las inquietudes, si se realizaron evaluaciones de amenazas sobre el riesgo de violencia para el 6 de enero, el papel de las agencias en la respuesta al incidente, y la respuesta procesal de las agencias luego del evento.
«Las fallas de seguridad que permitieron el ataque del 6 de enero abarcan múltiples agencias, y los informes emergentes plantean serias preocupaciones sobre la idoneidad de las preparaciones del Departamento de Justicia (DOJ) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI)», escribieron los senadores (pdf).
Steven D’Antuono, jefe de la oficina local del FBI en Washington, dijo a los periodistas en enero que la agencia había “recibido mucha información” antes de la protesta del 6 de enero y había compartido la información con colegas de las fuerzas del orden a través de sus sistemas compartidos.
“Inmediatamente compartimos esa información y se tomaron acciones tal como lo demuestra el arresto de Enrique Tarrio por parte de la Policía Metropolitana la noche anterior a la manifestación”, dijo D’Antuono, refiriéndose a la detención del líder de Proud Boys.
«Otras personas fueron identificadas en otras partes del país y posteriormente se interrumpió su viaje», agregó.
Las imágenes del 6 de enero muestran que un pequeño grupo de personas fueron los principales responsables de los actos de violencia y destrucción de propiedades, mientras que se pudo observar a un grupo más grande de manifestantes protestando de una manera no violenta.
Matt Braynard, exdirector de Datos y Estrategia de la campaña de 2016 del expresidente Donald Trump, dijo a The Epoch Times que considera que las acusaciones en contra de los manifestantes no violentos, del 6 de enero, deberían retirarse.
“Cualquiera que participó en actos de violencia el 6 de enero, que haya agredido a un oficial de policía o haya cometido daños materiales graves o vandalismo, debe enfrentar cargos graves”, dijo Braynard.
“Sin embargo, a la gran mayoría de esas personas no se les ha acusado de tales crímenes. Fueron acusados simplemente de cruzar una puerta abierta a un edificio público, sin conocimiento o sin razón de suponer que fuera ilegal o prohibido», agregó.
Braynard escribió al Departamento de Justicia y al FBI sobre sus preocupaciones de acusar a los manifestantes no violentos, argumentando que muchos de los manifestantes que entraron al Capitolio «creían razonablemente que tenían permiso» para ingresar.
Argumentó que los oficiales de policía «abrieron la valla protectora alrededor del Capitolio y se hicieron a un lado mientras la multitud entraba al edificio».
Las imágenes que circulaban por Internet revisadas por The Epoch Times muestran a varios oficiales de policía permitiendo que una multitud de manifestantes rompa una valla con una resistencia mínima, mientras que otros videos muestran que la policía no hizo un esfuerzo significativo para evitar que los manifestantes ingresaran al edificio.
Otros videos mostraban a los agentes de policía diciéndoles a los manifestantes que no se les permitía estar allí y pidiéndoles que abandonaran las instalaciones.
Proud Boys fue designado recientemente como una organización terrorista por el gobierno canadiense. El presidente Joe Biden y Trump han condenado previamente al grupo.
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