Las autoridades estadounidenses acusaron a un trabajador de telecomunicaciones de Florida de espiar durante años a la comunidad de practicantes de Falun Gong y a otros disidentes chinos en nombre del Partido Comunista Chino (PCCh), según una imputación federal recientemente desclasificada.
El hombre, Ping Li, es un ciudadano estadounidense que emigró de China. Durante más de 13 años, desde enero de 2012 hasta julio de este año, el Sr. Li presuntamente trabajó como agente colaborador del Ministerio de Seguridad del Estado, la principal agencia de inteligencia china.
A petición de un funcionario del Ministerio en la ciudad central china de Wuhan, Li, de 59 años de edad, recopiló datos personales de disidentes chinos, activistas prodemocráticos, políticos y organizaciones sin ánimo de lucro estadounidenses, así como de practicantes y simpatizantes del grupo espiritual Falun Gong, que el régimen lleva 25 años intentando eliminar mediante diversas formas de persecución, lavado de cerebro y tortura.
El 22 de julio, los agentes federales detuvieron a Li. El lunes compareció por primera vez ante la corte y fue puesto en libertad. Si es declarado culpable, Li se enfrenta a una pena de hasta 15 años de prisión.
El caso supone la última acción del gobierno estadounidense contra el intento de largo alcance de Beijing en Estados Unidos de reprimir a Falun Gong, una disciplina de meditación basada en los valores de verdad, benevolencia y tolerancia.
En mayo de 2023, el Departamento de Justicia acusó a dos hombres de intentar sobornar al Servicio de Impuestos Internos para que revocara la condición de entidad sin ánimo de lucro de una entidad dirigida por practicantes de Falun Gong.
Con las estrictas limitaciones de acceso a la información a través de Internet, los agentes de inteligencia chinos recurren con frecuencia a «contactos de cooperación» en el extranjero para obtener información sensible de Estados Unidos y otros países y para intimidar a disidentes políticos, según la acusación.
Aquí es donde el Sr. Li, que en varias ocasiones trabajó para una «importante empresa de telecomunicaciones estadounidense y una empresa internacional de tecnología de la información», desempeñó un papel, según el documento judicial.
Al comunicarse con el agente de inteligencia chino, Li creó «numerosas» cuentas de correo electrónico con información falsa de suscriptores y utilizó diversas formas de eludir la detección de las fuerzas de seguridad estadounidenses.
Entre lo que el Sr. Li envió por correo electrónico a petición del oficial extranjero estaban el nombre y la información biográfica de un practicante de Falun Gong en San Petersburgo, Florida, y detalles sobre dos autores israelíes que habían escrito un libro sobre Falun Gong, en agosto de 2012 y abril de 2013, respectivamente, según el documento.
La represión de Beijing contra Falun Gong se extiende mucho más allá de las fronteras geográficas de China.
Sus practicantes son «de especial interés» para los servicios de inteligencia chinos «debido a la defensa que hace Falun Gong de ideas consideradas subversivas para el PCCh», señala el escrito de la imputación.
Documentos públicos y filtrados de los órganos del Partido Comunista de China muestran que el régimen sigue considerando la supresión de Falun Gong una prioridad absoluta. En entrevistas, muchos practicantes de Falun Gong han descrito cómo la policía presiona a sus familiares en China para sacarles información sobre Estados Unidos o coaccionarlos para que renuncien a sus creencias.
Los fiscales describieron cinco viajes que el Sr. Li había hecho a China para reunirse con el oficial.
A lo largo de la última década, presuntamente compartió información sobre las capacidades de vigilancia electrónica del gobierno estadounidense y las operaciones de organizaciones sin ánimo de lucro de ese país. También creó un plan de instrucciones de formación para el oficial en 2017 que subió a una cuenta de correo electrónico china, diciendo al oficial que borrara el archivo después de leerlo, según la imputación.
En dos ocasiones, bajo petición, presuntamente dio detalles sobre sus empleadores: una sucursal recién abierta de una «importante empresa de telecomunicaciones estadounidense» que la imputación no nombra, en marzo de 2015, y materiales de formación en ciberseguridad de su nuevo empleador, una empresa internacional de tecnología de la información, en marzo de 2022.
En mayo de 2021, el funcionario chino solicitó información sobre actos de piratería informática dirigidos contra empresas estadounidenses, incluido un ataque muy publicitado dirigido por el Estado chino contra una importante empresa estadounidense. Según la denuncia, Li respondió enviando información sobre la respuesta del gobierno estadounidense.
En junio de 2022, el funcionario pidió ayuda al Sr. Li para localizar a un individuo chino que había huido a Estados Unidos y del que la inteligencia china tenía una supuesta dirección de residencia en Estados Unidos. El Sr. Li supuestamente respondió el mismo día con detalles sobre los propietarios de la dirección.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el abogado de Li, Daniel Fernandez, para que comente los cargos.
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