El sábado pasado, la administración Biden cerró abruptamente una instalación temporal que albergaba a casi 500 niñas inmigrantes ilegales no acompañadas en Houston, Texas, una medida presuntamente dadas las condiciones «insoportables» de la instalación.
La instalación es un refugio de emergencia de la Asociación Nacional de Iglesias Cristianas (NACC, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro enfocada en los servicios de desastres. En realidad, está en un almacén en el norte de Houston, cerca del Aeropuerto Internacional George Bush. Desde el 1 de abril, NACC abrió el refugio como una instalación temporal para albergar a niñas no acompañadas.
Los defensores de los inmigrantes expresaron su preocupación por las condiciones del refugio y cuestionaron que NACC no tenga experiencia previa en el trato con niños no acompañados. Según el Houston Chronicle, la noche previa al cierre, un empleado adulto del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU. que trabajaba en el refugio murió repentinamente.
“[Las niñas] fueron tratadas más como mercancía que como seres humanos”, dijo a ABC News César Espinoza, director ejecutivo de la organización de derechos civiles para migrantes FIEL.
Espinoza recorrió las instalaciones una semana después de su apertura. Dijo que el refugio estaba «lleno solo de catres». A las niñas no se les permitía levantarse a menos que fuera para ducharse o usar el baño. No había suficiente espacio para comer y les llevaban las comidas a sus catres. La «desesperación» en los rostros de las niñas era «insoportable e increíble».
ABC informó que en ocasiones a las niñas, de 13 a 17 años, se les pidió que usaran bolsas de plástico como baño porque no había suficiente personal para acompañarlas a los baños.
NACC luego explicó que esto solo sucedió una vez—era después de que se apagaran las luces.
En una declaración a The Epoch Times, el HHS dijo que el sitio de admisión de emergencia de NACC Houston estaba destinado a usarse como una medida temporal, y que el cierre fue para «garantizar la continuidad de la atención en condiciones que cumplan con nuestros estrictos estándares».
El HHS continuó diciendo que aproximadamente 130 de las 450 niñas en el lugar «ya tienen planes de integrarse con un patrocinador», al resto se le trasladó al Centro de Cuidado de Influjo de Carrizo Springs o sitios de admisión de emergencia donde las camas «ya están disponibles».
El HHS no respondió a otras preguntas de The Epoch Times.
Jose Ortega, fundador y presidente de NACC, afirmó al Houston Chronicle que el secretario de HHS, Xavier Becerra, le “suplicó” personalmente que se llevara a los niños migrantes y firmara el contrato de 4 millones de dólares.
“Soy pastor. No buscábamos un contrato. No estuvimos solicitando un contrato para ganar dinero—nos lo dieron”, dijo Ortega.
The Epoch Times se puso en contacto con NACC para solicitar comentarios.
La administración Biden está gastando aproximadamente 60 millones de dólares a la semana para albergar a niños inmigrantes ilegales que cruzan a Estados Unidos desde México.
Más de 18,600 niños no acompañados fueron detenidos tras cruzar la frontera en marzo. Casi 18,800 se encuentran alojados en las instalaciones del HHS.
Durante el fin de semana, el presidente Joe Biden describió por primera vez el reciente aumento de inmigrantes ilegales a través de la frontera sur como una crisis, una frase que su administración había evitado usar.
Con información de Jack Phillips y Zachary Stieber.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
