La Administración Biden emitió el miércoles una guía en la que instruye a los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de EE. UU. para que se abstengan de detener y deportar a los inmigrantes ilegales que hayan sido víctimas de delitos y a los que soliciten beneficios de inmigración para víctimas.
Descrita como un «enfoque centrado en las víctimas», la nueva política hará que los agentes del ICE dejen de actuar contra los inmigrantes ilegales que hayan solicitado visados ofrecidos específicamente a las víctimas de la trata de seres humanos, de violencia doméstica, de abandono o abuso de menores, según la guía (pdf) emitida por el director en funciones del ICE, Tae Johnson.
Los visados T están destinados a las víctimas de la trata de seres humanos, y los U a las víctimas de delitos violentos en Estados Unidos.
El memorando dirigido a los agentes del ICE afirma que el objetivo de una investigación y un procesamiento centrados en la víctima es centrarse en minimizar cualquier estrés, daño y trauma indebidos para la víctima.
«Cuando las víctimas tienen acceso a la protección humanitaria, independientemente de su estatus migratorio, y pueden sentirse seguras al presentarse, se refuerza la capacidad de las fuerzas de seguridad locales, estatales y federales, incluido el ICE, para detectar, investigar y perseguir los delitos», escribió Johnson.
El enfoque también pretende minimizar el «efecto amedrentador» de una posible deportación y, por tanto, animar a los inmigrantes ilegales a cooperar con las fuerzas de seguridad.
«Un enfoque centrado en las víctimas fomenta la cooperación de éstas con las fuerzas de seguridad, genera confianza en los agentes y oficiales del ICE y refuerza la fe en todo el sistema de justicia penal y de inmigración civil», escribió Johnson.
Los agentes del ICE también deben abstenerse de detener o deportar a los inmigrantes ilegales que hayan sido víctimas de un delito, incluso si no han solicitado los beneficios de inmigración para víctimas, señala el memorando.
«El hecho de que alguien sea víctima de un delito y, en su caso, pueda optar a los beneficios de inmigración para víctimas para los que aún no ha solicitado, es un factor discrecional que debe considerarse a la hora de decidir si se toman medidas civiles que apliquen la ley de inmigración contra el no ciudadano o si se ejerce la discreción, incluyendo, pero no limitándose, a la liberación de la detención», dice la orientación.
Además, los agentes y oficiales del ICE también deben buscar pruebas que sugieran que un inmigrante ilegal es víctima de un delito mientras desempeñan sus funciones.
Johnson añadió en un comunicado que la actualización de la política facilita la cooperación de las víctimas con las fuerzas de seguridad, mejora los planes de investigación criminal del ICE y promueve la confianza en los agentes del ICE y en las fuerzas de seguridad.
«El compromiso del ICE es ayudar a las víctimas de delitos independientemente de su estatus migratorio», dijo.
Sin embargo, el ICE sigue estando autorizado a tomar medidas contra las víctimas de delitos en «circunstancias excepcionales», incluyendo si un individuo puede poner en peligro físicamente a otra persona o es considerado una amenaza para la seguridad nacional.
En junio, la Administración Biden desmanteló una oficina gubernamental de la era Trump para ayudar a las víctimas de delitos cometidos por inmigrantes ilegales, y la sustituyó por un «sistema de apoyo inclusivo para todas las víctimas, independientemente de su estatus migratorio o del estatus migratorio del agresor».
El ICE puso en marcha la Línea de Compromiso y Servicios para las Víctimas el 11 de junio, señalando en un comunicado que la Oficina de Compromiso con las Víctimas de Delitos de Inmigración (VOICE) que el entonces presidente Donald Trump estableció en 2017 «se da por terminada.»
Johnson dijo entonces que a las personas que se pongan en contacto con la nueva oficina para pedir ayuda no les preguntarán su estatus migratorio.
Varios republicanos han argumentado que las políticas y los mensajes de Trump fueron eficaces para desalentar la inmigración ilegal, y que el retroceso de la Administración Biden de algunas de ellas ha llevado a un aumento récord en el número de personas que cruzan la frontera sur de forma ilegal.
Además de derogar algunas políticas de inmigración de la era Trump, la Administración Biden también ha tratado de cambiar su uso del lenguaje. En abril, la Administración Biden ordenó al ICE y a la CBP que dejaran de utilizar términos como «inmigrante ilegal» y que en su lugar utilizaran la frase «no ciudadano indocumentado».
Biden propuso eliminar el término «extranjero» de las leyes federales de inmigración en un proyecto de ley de ciudadanía que envió al Congreso el 20 de enero, su primer día como presidente, según la Casa Blanca.
Tom Ozimek contribuyó a la elaboración de este artículo.
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