Las autoridades finlandesas abordaron un petrolero vinculado a Rusia el 26 de diciembre, para investigar el presunto sabotaje del cable eléctrico submarino Estlink-2.
En una declaración, el servicio nacional de policía de Finlandia anunció que un grupo de trabajo interinstitucional, que incluyó personal militar y de seguridad fronteriza finlandés, abordó el Eagle S, con bandera de las Islas Cook, y desvió el rumbo del petrolero para proseguir las investigaciones.
Las autoridades encargadas de la investigación ofrecieron más detalles sobre el abordaje en declaraciones a la agencia de noticias estatal finlandesa Yle.
El subdirector de la Guardia de Fronteras finlandesa, Markku Hassinen, declaró que, cuando las autoridades investigadoras abordaron el buque, pidieron a la tripulación que izara el ancla.
Hassinen dijo que la tripulación recogió la cadena del ancla, pero que no había ancla.
Aunque el Eagle S tiene bandera de las Islas Cook, Yle informó de que los funcionarios de aduanas finlandeses sospechan que el petrolero puede formar parte de una denominada «flota en la sombra» que ayuda a Rusia a eludir las sanciones internacionales.
Los datos de seguimiento del buque, publicados por MarineTraffic, indican que el Eagle S partió de San Petersburgo, Rusia, el 25 de diciembre y se dirigía a Port Said, Egipto.
Las autoridades finlandesas se están coordinando con sus homólogas de Estonia, mientras prosigue la investigación.
Infraestructura submarina en peligro
Los daños sufridos por el cable eléctrico Estlink-2 se produjeron tras otros incidentes similares que afectaron a infraestructuras submarinas en el Mar Báltico.
Un cable submarino de telecomunicaciones que unía Lituania y Suecia resultó dañado el 17 de noviembre.
Otro cable de telecomunicaciones entre Finlandia y Alemania resultó dañado menos de un día después, el 18 de noviembre.
Varias tuberías de gas que abastecen la conexión de gas natural Nord Stream entre Rusia y Alemania también fueron destruidas en explosiones en septiembre de 2022.
Las autoridades internacionales sospechan cada vez más de la participación de buques comerciales en actividades clandestinas por el sabotaje de las infraestructuras submarinas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Margus Tsahkna, declaró el 26 de diciembre que le costaba creer que los barcos pudieran estar arrastrando sus anclas alrededor de los cables submarinos por accidente.
«Nosotros tenemos que entender que los daños a la infraestructura submarina se han vuelto más sistemáticos y, por tanto, deben considerarse ataques contra nuestras estructuras vitales», declaró Tsahka.
Más allá de la mera ayuda a los esfuerzos rusos por eludir las sanciones, Tsahkna afirmó que los buques de la flota fantasma suponen ahora una amenaza creciente para la seguridad de la región del Mar Báltico.
Tras los daños sufridos en las telecomunicaciones el mes pasado, los guardacostas y fuerzas navales suecas y danesas cercaron rápidamente a un granelero de bandera china, el Yi Peng 3.
Finalmente, las autoridades chinas permitieron a las autoridades alemanas, suecas, finlandesas y danesas subir a bordo del buque, pero solo se les permitió observar mientras los funcionarios chinos inspeccionaban el barco.
Por otra parte, las emisoras danesa y sueca se asociaron con una empresa de drones submarinos, Blueye Robotics, para llevar a cabo su propia investigación sobre los daños sufridos en noviembre en los dos cables submarinos.
La semana pasada, la investigación privada publicó sus conclusiones, que indicaban posibles marcas de arrastre de un ancla a lo largo del recorrido del Yi Peng 3 sobre los cables dañados.
El Yi Peng 3 abandonó desde entonces la región del Mar Báltico, aunque las autoridades siguen investigando su presunta implicación en los daños a los cables.
Los países bálticos buscan desvincularse de la energía rusa
El cable Estlink-2 suministraba energía de Finlandia a Estonia a través de una asociación gestionada por el operador de la red eléctrica nacional finlandesa Fingrid y el operador de la red nacional estonia Elering.
Elering anunció en un comunicado el 26 de diciembre que Estonia tiene suficiente producción de energía incluso con el cable Estlink-2 fuera de servicio. Aun así, Elering advirtió que los precios de la energía podrían aumentar.
El operador de la red eléctrica de Estonia estimó que las reparaciones del cable Estlink-2 tardarían hasta agosto de 2025.
Estonia, Letonia y Lituania llevan años uniendo sus redes eléctricas a las de Bielorrusia y Rusia, en el marco del acuerdo BRELL. Su red compartida, conocida como IPS/UPS, está situada en el centro de Rusia.
Este verano, Estonia, Letonia y Lituania anunciaron sus planes de desacoplarse de la red IPS/UPS y conectarse al Área Sincrónica de Europa Continental, en febrero de 2025.
Ellos afirmaron que esta medida contribuirá a aumentar la fiabilidad y mejorar la seguridad energética.
Según Elering, la interrupción de Estlink-2 no debería obstaculizar los planes de Estonia de abandonar el acuerdo BRELL e integrarse en la red eléctrica europea.
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