El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, condenó este lunes el atentado que sufrió el expresidente Donald Trump y lo comparó con el asesinato del candidato presidencial mexicano, Luis Donaldo Colosio Murrieta.
El expresidente Trump resultó herido el 13 de julio luego que una bala perforó su oreja durante un mitin en Butler, Pensilvania, donde murieron dos personas, un exjefe de bomberos y el agresor, Thomas Matthew Crooks.
“Nosotros ya hemos padecido de estos momentos de mucha incertidumbre y tristeza, cuando el asesinato del licenciado Colosio, que nos dolió mucho a todos”, dijo el mandatario, durante su conferencia de prensa matutina de este 15 de julio.
Colosio Murrieta, candidato presidencial por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue asesinado el 23 de marzo de 1994 por un disparo en la cabeza.
«Por eso condenamos este hecho y sí, fuimos los primeros en manifestarnos, posiblemente en todo el mundo», sostuvo.
López Obrador además consideró que si Trump hubiera muerto afectaría a México por la incertidumbre política en Estados Unidos.
«Afortunadamente, no se asesinó al expresidente Trump. Esto, a lo mejor, sí nos hubiese afectado, hubiese generado mucha incertidumbre en Estados Unidos y en el mundo, pues es algo aterrador y de mucho impacto», aseguró.
Por su parte, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, también reprobó el sábado el atentado y expresó su solidaridad con el expresidente Trump.
«Es bueno saber que el expresidente Donald Trump se encuentra bien. Reiteramos nuestra condena a este atentado y la importancia de rechazar cualquier forma de violencia política. La paz y la democracia siempre deben ser la opción», escribió Sheinbaum, en un posteo de X, el 13 de julio.
El expresidente Donald Trump ha dicho que cree que Dios lo protegió de un asesinato, una opinión en la que varios líderes republicanos coincidieron.
«Fue solo Dios quien evitó que ocurriera lo impensable», escribió el expresidente en un posteo de Truth Social el domingo. «NO TEMEREMOS, sino que permaneceremos resistentes en nuestra fe y desafiantes frente a la maldad».
El incidente del sábado supone el primer intento de asesinato a tiros de un presidente actual o candidato en varias décadas. La última vez ocurrió en 1981, cuando el expresidente Ronald Reagan fue baleado y herido en Washington, D.C., por un pistolero solitario. El incidente probablemente agitará la actual contienda presidencial de 2024, mientras que muchos altos cargos demócratas condenaron la violencia y, en el caso del presidente, además hizo un llamado a la unidad.
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