Antifa—no la policía—parece estar al mando en muchas protestas en Estados Unidos, según la portavoz de la Asociación Nacional de Policía, Betsy Smith.
Los políticos radicales controlan las calles porque los políticos le han dicho a la policía que se retire, dijo Smith.
«Lo que hemos visto desde 2014—y que se ha recrudecido después de 2020—es esta desafortunada atmósfera en la que los grupos Antifa y afines parecen llevar la batuta en las protestas, dependiendo de dónde se encuentre. Y a las fuerzas del orden les resulta increíblemente frustrante», afirmó.
Esta decisión de los gobiernos locales de todo el país tiene consecuencias de gran alcance para la libertad de expresión, la libertad de protesta y el riesgo de violencia, afirmó.
Smith dijo que tras el tiroteo de la policía contra Michael Brown en 2014 y la muerte de George Floyd en 2020, los disturbios se extendieron por todo el país.
Con frecuencia, los políticos locales temen que cualquier uso policial de la fuerza letal, por justificado que fuera, provoque una respuesta violenta por parte de los radicales políticos, dijo, y añadió que los medios de comunicación también tienden a cubrir negativamente los abatimientos policiales justificados.
“Desafortunadamente, ahora estamos en una atmósfera en la que la mayoría de los medios se pondrán del lado de Antifa. Es probable que nuestros dirigentes políticos federales se pongan del lado de Antifa», afirmó Smith.
“Recuerde, el gobierno federal nos ha dicho que Antifa no existe o que son solo un grupo desorganizado”.
En las ciudades gobernadas por demócratas, los dirigentes políticos suelen considerar a Antifa una amenaza menos preocupante que la policía, dijo Smith. Por lo tanto, estos políticos exigen mano ligera contra los radicales políticos en las protestas, dijo.
“Todos esos líderes políticos que tienen dominio sobre las fuerzas del orden locales no creen que Antifa esté loco”, dijo. “[A la policía] se le ha dicho durante los últimos dos años y medio que somos malos y que somos el problema, que somos nosotros los que matamos gente”.
Según Smith, los grupos radicales de izquierda a los que los gobiernos locales han dado rienda suelta están encabezando la oleada de protestas violentas en todo el país.
Esta situación ha permitido que los manifestantes radicales y armados impongan normas en las calles de un modo que antes solo podían hacerlo las fuerzas del orden, dijo Smith.
En protestas en Kenosha, Wisconsin; Knoxville, Tennessee; Katy, Texas; Atlanta, Georgia; Washington; y en muchos otros lugares, los reporteros veteranos de The Epoch Times han visto cómo los activistas radicales hacían de las protestas una amenaza.
«¿Las calles de quién son? ¡Nuestras calles!»
La frase “¿Las calles de quién son? ¡Nuestras Calles!” se ha convertido en un cántico de protesta común en todo el país, dijo Smith.
Según Smith, este cántico y el énfasis en el control de las calles tienen su origen en los movimientos anarquistas del noroeste del Pacífico. Estos grupos políticos se unieron a bandas criminales y a Black Lives Matter durante la oleada de protestas de 2020, señaló.
«La gente no entiende los orígenes de Black Lives Matter. No entienden realmente lo que representan», dijo Smith. “Son una organización marxista que recibió una enorme e impensable cantidad de dinero tras la muerte de George Floyd”.
Este dinero dio al movimiento anarquista combustible para cohetes, dijo. Aunque parte de él se perdió debido a la estafa, gran parte permitió a los radicales de extrema izquierda financiar viajes para protestar y pagar fianzas para sacar de la cárcel a activistas arrestados, dijo.
Estas tácticas de protesta por el control de las calles han amenazado a los estadounidenses en todo el país. Los residentes locales enfrentan ataques, las empresas enfrentan saqueos y los jueces de la Corte Suprema enfrentaron campañas de intimidación durante semanas afuera de sus propios hogares.
«Como mínimo, espero que él esté molesto. Espero que esté muy molesto», dijo un manifestante frente a la casa del juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh en mayo de 2022.
En muchos casos, las protestas radicales han infringido o eludido la ley.
El 6 de enero de 2021, alborotadores y otros actores irrumpieron en el edificio del Capitolio de Estados Unidos en Washington durante la manifestación «Stop the Steal».
Algunos de estos manifestantes han sido acusados de introducir armas de fuego a la protesta. Otros tenían armas blancas como palos de madera.
En Michigan, manifestantes armados de derecha gritaron con un megáfono frente a la casa de la secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson.
«Mediante amenazas de violencia, intimidación y acoso, las personas armadas que se encuentran frente a mi casa y sus aliados políticos pretenden socavar y silenciar la voluntad y las voces de todos los votantes de este estado, sin importar por quién hayan votado», dijo Benson.
En Kenosha, tras el juicio de Kyle Rittenhouse, la policía ordenó a una multitud que incluía manifestantes armados que limitaran su marcha a un solo carril de la carretera.
La multitud desobedeció y la policía retrocedió.
«¡Vamos hombre! No pueden decirnos cómo protestar”, dijo un manifestante de Kenosha a la policía.
En Knoxville, Tennessee, los miembros de Antifa rodearon a un reportero y le impidieron físicamente el paso entre la multitud. La policía instó a The Epoch Times a no filmar el incidente.
“Simplemente no queremos ningún problema”, dijo el sargento Nate Skellenger, del Departamento de Policía de Knoxville.
En Virginia, es ilegal hacer protestas frente a una residencia privada o protestar para influir en un juez. Pero la policía permitió que los manifestantes marcharan frente a las casas de los jueces de la Corte Suprema durante semanas.
«No se puede hacer protestas ante una residencia específica», dijo el capitán de policía Alan Hanson a The Epoch Times. «Sin embargo, cuando marchan por el vecindario, no están haciendo protestas necesariamente en una residencia específica. Esa es la táctica que adoptan».
Esta intimidación puede hacer que las comunidades vivan con miedo.
«No voy a comentar nada», dijo el dueño de un negocio de Kenosha. “Si digo algo incorrecto, mi negocio se va a convertir en objetivo».
Según Smith, presentar cargos contra los manifestantes que infringen la ley funciona de maravilla para mantener el civismo en las protestas. Pero los fiscales de izquierda con frecuencia no quieren presentar cargos contra los manifestantes, dijo, y agregó que esto a su vez afecta al comportamiento de los agentes en la calle.
«¿Por qué voy a detener a alguien que está infringiendo la ley durante una protesta si sé que los cargos van a ser retirados? ¿Qué sentido tiene?», dijo Smith.
Controlar las calles, controla la narrativa
Antifa y otros activistas radicales han intentado con frecuencia interferir en la cobertura que The Epoch Times hace de sus protestas.
Los manifestantes radicales han bloqueado los intentos de The Epoch Times de fotografiarlos. Han empujado a los reporteros fuera de las multitudes. Con frecuencia, los manifestantes proclives al control han interferido cuando los reporteros han intentado entrevistar a la gente.
Estas tácticas hacen menos probable que la población en general vea lo que hay detrás de los incidentes que ellos crean. Con frecuencia, solo llega a las noticias nacionales una descripción parcial de su causa, mientras que la intimidación, el control de las calles y la supresión de los medios de comunicación siguen siendo locales.
Para las comunidades locales, las repercusiones no terminan con esa única noche de violencia.
Smith señaló que en Seattle, Washington, la ciudad tuvo que pagar USD 3 millones en compensación a los dueños de negocios afectados por la Zona Autónoma de Capitol Hill (CHAZ), dirigida por los Antifa. Los manifestantes ocuparon territorio dentro de Seattle durante casi un mes antes de que las autoridades permitieran que la policía volviera a ejercer el control.
En Chicago, algunos de los principales distritos comerciales afectados por los disturbios de 2020 aún no se han recuperado, dijo Smith.
«Lori Lightfoot, exalcaldesa de Chicago, gestionó mal los disturbios de 2020 y 2021 y destruyó algunas de las zonas comerciales más bonitas del mundo», señaló.
Grupos como Antifa también amenazan la libertad política, dijo Smith. Cuando la gente teme las represalias de un grupo radical que controla las calles, no es realmente libre, agregó.
“Desafortunadamente ahora, la gente en Estados Unidos tienen que encontrar el equilibrio entre expresar sus opiniones y preocuparse por su seguridad o la de sus familias», dijo Smith.
El futuro de la protesta radical
A medida que se extienden las protestas que pretenden controlar el territorio, la violencia ya ha aumentado, afirmó Smith.
Con una red nacional de miembros armados, Antifa se ha convertido en una imagen cada vez más habitual en las protestas.
Sus miembros visten ropa negra y máscaras. Son responsables de la violencia física y la destrucción de la propiedad. Algunos usan chalecos antibalas y cascos estilo militar.
Cuando The Epoch Times intentó ponerse en contacto con Antifa para solicitar comentarios, su sede de Miami contestó con una foto tomada en Washington de un reportero de Epoch Times.
“[Improperio] tú. Los antifascistas de todo el país lo saben todo sobre ti”, decía su correo electrónico.
Antifa no es el único movimiento de izquierda interesado en construir redes armadas. Varios grupos del “John Brown Gun Club” también trabajan para armar a los actores de extrema izquierda.
En la derecha, los Proud Boys pueden ser el grupo de protesta agresiva más famoso. Este organismo de derecha también cuenta con una red nacional, que incluye miembros armados.
En las protestas, algunos usan máscaras y chalecos antibalas. También coordinan su vestimenta.
Se han visto implicados en actos de violencia callejera y destrucción de propiedades, según lo cubierto por The Epoch Times.
Cuando The Epoch Times se puso en contacto con ellos para solicitarles comentarios, no respondieron al cierre de esta publicación.
Otras milicias de derecha a nivel nacional incluyen la Salt and Light Brigade, The Three Percenters y Patriot Prayer.
Todos estos grupos han llevado armas a las protestas.
Los miembros de Salt and Light Brigade y Three Percenters jugaron un papel en la irrupción al Capitolio el 6 de enero. Patriot Prayer se ha involucrado en peleas callejeras con manifestantes de izquierda.
Los grupos radicales de izquierda y derecha ya se han involucrado en peleas callejeras entre sí, dijo Smith.
«Podemos fijarnos en algunas de las cosas que han ocurrido en Portland y Seattle, donde hubo protestas en las que la policía no apareció, y entonces aparecieron la extrema derecha y la extrema izquierda. Y, efectivamente, desembocaron en violencia», afirmó.
Tanto los Proud Boys como Antifa se presentan a veces armados en los mismos lugares de protesta. En las protestas a las que asisten suele haber cientos de transeúntes inocentes, a veces incluso familias.
Con la chispa adecuada, estas protestas podrían convertirse en tiroteos en los que habría niños en el fuego cruzado.
Pero según Smith, es poco probable que los gobiernos locales dejen que las protestas se descontrolen indefinidamente. Los votantes ya están cansados del acoso por parte de grupos políticos radicales armados, afirma.
“Creo que vamos a empezar a ver que el péndulo retrocede”, dijo Smith.
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