Argentina firmó un acuerdo de endeudamiento con China por USD 5000 millones, en medio de las recientes tensiones entre Estados Unidos y China.
La firma del acuerdo, según medios locales, se llevó a cabo este martes por parte de la ahora exministra de economía de Argentina, Silvina Batakis—en sus ultimas horas de los 29 días que estuvo en el cargo—enviada por Alberto Fernández.
En un movimiento inusual, Batakis—antes de ser reemplazada en el cargo por Sergio Massa—viajó a Río Gallegos por un periodo breve de tiempo para reunirse con la gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, hermana del fallecido expresidente del país Néstor Kirchner, para avanzar un trato estancado para la construcción de dos represas para centrales hidroeléctricas financiadas por Beijing, llamadas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner.
“Hoy, recibí a la ministra de Economía de la Nación, [Silvina Batakis] para avanzar en el contrato central que permitirá finalizar las obras de las Represas Patagonia”, posteó la gobernadora de Santa Cruz en Twitter, este 2 de agosto.
Ambas represas que fueron licitadas en 2013 estarían a cargo de las empresas Gezhouba Group Corporation y Eling Energía S.A. e Hidrocuyo, bajo el nombre de Represas Patagonia. El proyecto cuenta con un 27 % de avance, según el secretario de Estado en la Coordinación Provincial de Aprovechamientos Hidroeléctricos del Río Santa Cruz, Daniel Copertari.
El 26 de mayo el gobierno argentino publicó el decreto 269/2022 restablecimiento al contrato de línea de crédito con relación al programa nacional de obras hidroeléctricas Cepernic y Kirchner y las entidades bancarias China Development Bank, Industrial and Commercial Bank of China Limited y Bank of China Limited, con el que buscaba destrabar una financiación por parte de China para las obras.
Hasta junio el total de la deuda bruta de Argentina ascendió a USD 378,518 millones, por lo que tiene una economía insolvente ante los bancos internacionales, incluido el FMI con el que hubo un acuerdo de refinanciación en marzo.
China ha penetrado su influencia en la región de América Latina a través de acuerdos de cooperación que en gran parte de las ocasiones son un preámbulo para convertirse en la firma de un acuerdo mayor con Beijing, tal como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), considerado por expertos como un proyecto de trampa de deuda.
A inicios del 2022 el gobierno de Alberto Fernández se adhirió a la BRI en el marco del 50° aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Argentina. En el que ambos países suscribieron trece documentos en diferentes áreas sumando una financiación de USD 23,700 millones por parte de Beijing.
Los expertos mencionan que los beneficios para los países que se adhieren a tal iniciativa en el tema financiero siempre son menores en comparación a los que obtiene el Partido Comunista Chino (PCCh), señalando que en el caso de que Argentina caiga en incumplimiento de pago por parte en un crédito, China consideraría automáticamente en incumplimiento todos los créditos, exigiendo el pago total de los mismos.
Sin embargo, el gesto del gobierno argentino de acercarse aún más a China al firmar este nuevo acuerdo ha generado una preocupación por el peligro geopolítico que representa China en la zona de influencia de EE. UU., ya que ocurrió mientras se avivaban las tensiones entre Washington y Beijing ante la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi a Taiwán a pesar de las amenazas y los ejercicios a fuego real de Beijing cerca de Taipéi.
La instalación de represas en la cuenca del río Santa Cruz, según expertos, significaría una posible afectación en el ciclo natural de los glaciares al modificarse los valles de inundación. Al encontrarse hasta el extremo sur de la Patagonia argentina, la región de Santa Cruz, cuenta con el 15.05 % de los glaciares del hemisferio sur del continente.
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