La crisis fronteriza no muestra signos de desaceleración bajo el mandato del presidente Joe Biden, luego que las detenciones de inmigrantes ilegales aumentaran en febrero un 63% respecto a febrero de 2021.
Los agentes fronterizos realizaron 164,973 arrestos en todo el mes, anunció el gobierno de Biden el 15 de marzo, en comparación con los 101,099 en febrero de 2021, los menos de 37,000 en febrero de 2020 y los cerca de 76,500 en febrero de 2019.
La última cifra representa el mayor número de detenciones en el mes de febrero desde el año 2000.
Desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, él y los altos funcionarios de la administración han relajado o puesto fin a varias políticas de inmigración de la era Trump, incluyendo el freno al uso de los poderes de expulsión y la reducción de las deportaciones.
Los arrestos de inmigrantes empezaron a aumentar un mes después de la toma de posesión de Biden, y se han mantenido en niveles sin precedentes.
El número de detenciones en el primer año de Biden marcó un récord. Algunos expertos dicen que probablamente ese récord se rompa en su segundo año, a menos que hagan cambios drásticos.
RJ Hauman, jefe de relaciones gubernamentales y comunicaciones de la Federation for American Immigration Reform, dijo que las cifras de febrero «confirman lo que ya sabíamos: el presidente Biden y el secretario Mayorkas no están cuidando nuestra frontera; están tratando de aprovechar una crisis histórica y hacer de la migración masiva la nueva normalidad».
«Al hacerlo, no solo están socavando nuestra soberanía, sino comprometiendo la salud, la seguridad y la protección del pueblo estadounidense», añadió.
El representante Pete Stauber (R-Minn.) escribió en Twitter: «Los números no mienten: ¡Este ha sido el peor febrero registrado en más de dos décadas!».
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios. Se envió una solicitud de comentarios al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para Alejandro Mayorkas, jefe del departamento, pero no ha sido respondida.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, una agencia que forma parte del DHS, afirmó que las cifras son exageradas.
«El elevado número de expulsiones durante la pandemia ha contribuido a que el número de inmigrantes que realizan múltiples intentos de cruce de la frontera sea mayor de lo habitual, lo que significa que el total de encuentros exagera en cierta medida el número de individuos únicos que llegan a la frontera», señaló la agencia en un comunicado.
El mes de febrero «registró un ligero repunte en el número de encuentros a lo largo de la frontera suroeste, con la mayoría de los individuos que llegaron de México y el Triángulo Norte, y la mayoría de los no ciudadanos expulsados en virtud del Título 42», añadió Chris Magnus, comisionado de la agencia.
El Título 42 es una facultad impuesta durante la pandemia que permite a los agentes expulsar rápidamente a muchos inmigrantes ilegales por temor a que sean portadores del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), causante de la COVID-19.
El gobierno de Biden dejó de utilizar el Título 42 contra los niños inmigrantes ilegales que llegan sin un adulto responsable. El 12 de marzo, la administración puso fin formalmente a las expulsiones de esos niños, afirmando que la pandemia no representa una amenaza de salud pública tan grande como antes.
La cifra de encuentros con menores no acompañados aumentó un 37 por ciento en febrero con respecto al mes anterior, alcanzando una media de 520 al día. Los encuentros con unidades familiares disminuyeron, pero la cifra de detenciones de adultos no acompañados aumentó.
Cerca del 66 por ciento de los adultos no acompañados encontrados fueron expulsados en virtud del Título 42, junto con cerca del 30 por ciento de las personas que llegaron a la frontera como parte de una familia.
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