El asesor económico de la Casa Blanca, Jared Bernstein, le dijo a Fox News que es probable que la inflación se mantenga elevada por más tiempo de lo esperado.
Bernstein le dijo al medio que cree que la tasa de inflación rondará el 4 por ciento para 2021, antes de caer al 2,3 por ciento en 2022. No dijo cuándo exactamente espera que la tasa disminuya el próximo año, pero señaló que la inflación probablemente se mantendrá alta hasta mediados del próximo año.
Sus expectativas siguen de cerca las predicciones más recientes de la Fed. Si bien Bernstein no especificó a qué medida de inflación se refería, sus estimaciones están en línea con las proyecciones de inflación del gasto de consumo personal (PCE) más recientes del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el organismo que establece las políticas de la Fed.
Tras su última reunión, celebrada los días 21 y 22 de septiembre, el FOMC publicó un conjunto revisado de proyecciones económicas (pdf) que estiman que la tasa de inflación del PCE será del 4.2 por ciento en 2021, lo que supone una fuerte revisión al alza respecto a la proyección de junio, del 3.4 por ciento.
Para 2022, los responsables de la formulación de políticas de la Fed esperan una inflación del PCE del 2.2 por ciento, por encima de una proyección anterior del 2.1 por ciento.
Sin embargo, los 18 miembros del FOMC variaron en sus predicciones, oscilando en la estimación de la inflación del PCE del próximo año entre el 1.7 por ciento y el 3 por ciento.
Bernstein, al igual que los funcionarios de la Fed y muchos economistas, culpa a las interrupciones del lado de la oferta por la mayor parte del reciente aumento inflacionario. Cuando se solucionen las dislocaciones de la cadena de suministro, la inflación disminuirá, argumentó.
Algunos economistas han advertido sobre el creciente riesgo de estanflación, donde el crecimiento económico cae mientras la inflación se mantiene alta.
El economista Nouriel Roubini, conocido por su sombrío pero acertado pronóstico sobre el colapso financiero de 2008 -una predicción que hizo en un momento de máxima ebullición del mercado- advirtió en un reciente artículo de opinión que la crisis de la cadena de suministro mundial, combinada con los elevados ratios de deuda y las políticas monetarias y fiscales ultralaxas, amenaza con convertir la «estanflación leve» de los últimos meses en una crisis estanflacionaria total.
Stephen Roach, expresidente de Morgan Stanley Asia, se convirtió el miércoles en el último economista de alto perfil en hacer sonar las alarmas sobre el riesgo de que Estados Unidos enfrente una estanflación al estilo de la década de 1970. Roach cree que el aumento del precio de la energía está causando un daño importante a las cadenas de suministro en dificultades, aumentando el riesgo de un mayor crecimiento de los precios incluso si la economía se desacelera.
Si bien los directivos de la Fed sostienen que el actual incremento de la inflación es temporal y disminuirá una vez que se alivien las dislocaciones de la cadena de suministro, han reconocido que la inflación ha sido más alta y duradera de lo que creían anteriormente.
El presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, dijo el 27 de septiembre que las expectativas de los consumidores sobre cuál será la tasa de inflación dentro de varios años siguen estando «bien ancladas» en torno al objetivo del 2 por ciento de la Fed, aunque dijo que existen riesgos al alza y una “gran incertidumbre” en torno al panorama inflacionario.
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