Nueve aviones chinos entraron en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán en las horas posteriores a la invasión rusa de Ucrania. Los equipos aéreos taiwaneses fueron movilizados en respuesta, según el Ministerio de Defensa de Taiwán.
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha enviado este tipo de incursiones en el espacio aéreo de Taiwán de forma constante durante los últimos dos años en un aparente intento de intimidar y agotar a los militares taiwaneses.
La salida del jueves supuso la decimotercera incursión de este mes, pero estuvo muy por debajo de la última incursión a gran escala de finales de enero, cuando el régimen comunista chino envió 39 aviones a la ADIZ de Taiwán.
La ADIZ no es el espacio aéreo que sobrevuela directamente Taiwán, sino la zona inmediatamente circundante en la que se requiere la identificación, la información sobre la ubicación y el control gubernamental de las aeronaves por motivos de seguridad. Las aeronaves militares taiwanesas se movilizan para responder a cada incursión de este tipo.
El PCCh afirma que Taiwán, que se autogobierna desde 1949, es una provincia separatista. El líder del PCCh, Xi Jinping, ha prometido «reunificar» la isla con el continente, y se ha negado a descartar el uso de la fuerza para lograrlo.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que la última incursión consistió en ocho cazas y un avión de reconocimiento.
El incidente se produce en un momento en que los dirigentes del gobierno de Taiwán observan con preocupación la actual crisis en Ucrania. Los expertos en defensa y seguridad creen que la respuesta internacional a esa crisis podría servir a la estrategia del PCCh para una futura invasión de Taiwán.
En este sentido, el conflicto en curso en Ucrania se ha convertido en el emblema de una lucha mayor entre el autoritarismo y el modo de vida democrático. Algo que los líderes de Taiwán han querido señalar.
«El pueblo y el gobierno de Taiwán están con Ucrania», escribió el vicepresidente de Taiwán, Lai Ching-te, en un tuit. «El principio de autodeterminación no puede ser borrado por la fuerza bruta».
Se desplegaron aviones de combate y misiles de defensa aérea taiwaneses para vigilar la incursión del jueves, una respuesta habitual.
Taipéi no ha informado de un movimiento inusual de tropas del PCCh. Pero el gobierno de la isla ha aumentado su nivel de alerta y ha pedido una mayor preparación para el combate.
La perspectiva de una invasión desde el continente ha suscitado la preocupación por la política de Estados Unidos de la llamada «ambigüedad estratégica«, por la que no confirma ni niega abiertamente su voluntad de participar en una defensa militar de la isla. Sin embargo, en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979, Estados Unidos está obligado a proporcionar a la isla los medios para mantener su capacidad de autodefensa.
En este sentido, una encuesta realizada por el grupo Trafalgar en enero reveló que la mayoría de los estadounidenses, independientemente de su afiliación política, apoyaban una posible defensa militar de Taiwán por parte de Estados Unidos en caso de invasión del PCCh.
En octubre, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, juró que la isla autogobernada se defendería a sí misma y a su «modo de vida libre y democrático» de la agresión del PCCh a toda costa.
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