Beijing amenazó con tomar represalias después que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva y un proyecto de ley para hacer responsable a China de sus recientes acciones en Hong Kong.
Trump firmó el 14 de julio la Ley de Autonomía de Hong Kong, allanando el camino para que el gobierno de Estados Unidos imponga sanciones a los funcionarios y entidades chinas responsables de socavar la autonomía de Hong Kong. El proyecto de ley fue aprobado por unanimidad por la Cámara de Representantes y el Senado a principios de julio, en respuesta a la adopción formal por parte de China de la Ley de Seguridad Nacional para Hong Kong el 30 de junio.
Trump firmó también una orden ejecutiva para una lista de nuevas políticas de Estados Unidos sobre Hong Kong, entre ellas poner fin al trato comercial preferencial de Estados Unidos a Hong Kong, suspender un tratado de extradición firmado con la ciudad gobernada por China y permitir a los residentes de Hong Kong una admisión adicional como refugiados por motivos humanitarios.
En una conferencia de prensa el martes por la tarde, Trump dijo que firmó el proyecto de ley y la orden ejecutiva «para hacer responsable a China de sus acciones opresivas contra el pueblo de Hong Kong».
Beijing reaccionó con disgusto a las acciones de Trump. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió un comunicado, diciendo que Estados Unidos había «interferido bruscamente en los asuntos internos de China» con la firma de la Ley de Autonomía de Hong Kong.
El ministerio chino añadió que Beijing impondrá sanciones de represalia contra individuos y entidades estadounidenses. Sin embargo, en la declaración no se mencionó la orden ejecutiva de Trump.
El periódico estatal chino Global Times, en un artículo publicado el 15 de julio, citó un comentario del 29 de junio de Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, en el que llamó a la Ley de Autonomía de Hong Kong «un pedazo de papel desechable».
Según el artículo del Global Times, Tam Yiu-chung, único representante de Hong Kong en el comité permanente de la legislatura títere china, el Congreso Nacional Popular, dijo que Beijing «hizo todos los preparativos» en caso de que se impongan sanciones estadounidenses a funcionarios chinos.
Desde Hong Kong, Regina Ip, un miembro del Consejo Ejecutivo de Hong Kong (similar al gabinete) y exsecretaria de seguridad, declaró a los medios locales el miércoles que las medidas de Estados Unidos eran «irracionales e irrazonables» y cree que Beijing y el gobierno de Hong Kong responderán con contramedidas.
La secretaria de Justicia de Hong Kong, Teresa Cheng, defendió la Ley de Seguridad Nacional cuando los periodistas le preguntaron sobre las medidas de Estados Unidos. Luego ella se hizo eco de la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, diciendo que los países no deben interferir en los «asuntos internos» de otros países.
Por su parte los activistas y manifestantes prodemocracia de Hong Kong acogieron con satisfacción la nueva ley estadounidense y la orden ejecutiva de Trump.
«El principio del fin del #HK que nosotros conocemos. Triste pero cierto. Los #HKers no se están rindiendo y están aguantando aquí para luchar por restaurar la gloria de #HK!», escribió en su cuenta de Twitter, Alan Leong, presidente del partido prodemocracia Civic Party de Hong Kong, en respuesta a la firma de Trump para que sea ejecutada la Ley de Autonomía de Hong Kong.
Joshua Wong, figura emblemática del prodemocrático Movimiento de los Paraguas 2014 y candidato a un escaño en la legislatura de Hong Kong, declaró que se alegraba de que Trump firmara la ley.
«Dada la actual represión de Beijing sobre Hong Kong, esta legislación bipartidista ofrece al gobierno nuevas herramientas para responder», escribió Wong en su cuenta de Twitter.
Wong luego pidió al Congreso de Estados Unidos que aprobara la Ley de Puerto Seguro de Hong Kong. El proyecto de ley propone que los residentes de Hong Kong, que tienen «un temor de persecución bien fundado», tengan derecho a la condición de refugiados de prioridad 2, lo que permite su reasentamiento en Estados Unidos.
El grupo de defensa Citizens’ Press Conference, establecido por manifestantes de Hong Kong, emitió una breve declaración en su aplicación de mensajes Telegram. El grupo se creó el año pasado en medio de protestas a gran escala contra la creciente invasión de Beijing en los asuntos de la ciudad.
Los hongkoneses han usado sus «dos pies, sangre y lágrimas para mostrar repetidamente al mundo su voluntad de acero en la búsqueda de la democracia y las libertades», dijo el grupo.
«La gloria volverá» al pueblo de Hong Kong si continúan creyendo en su causa y son unidos, añadió.
En el Reino Unido, la ONG local Hong Kong Watch acogió la orden ejecutiva de Trump en un comentario en su cuenta de Twitter.
«Esta es una decisión importante y es una señal de la forma en que la Ley de Seguridad Nacional ha destrozado la confianza internacional en un país, dos sistemas», escribió Hong Kong Watch, refiriéndose al marco por el cual Beijing prometió gobernar Hong Kong al transferirse la soberanía de Gran Bretaña a China en 1997.
«Nos complace ver incorporadas nuestras peticiones clave de provisión de refugiados, sanciones y no extradición», añadió.
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