En medio de las continuas protestas en Hong Kong por un controvertido proyecto de ley de extradición, el régimen chino continuó reforzando su control sobre la difusión de la información relativa a las manifestaciones masivas contra la injerencia de Beijing.
El 1 de julio, más de medio millón de hongkoneses salieron a las calles durante una manifestación anual a favor de la democracia para exigir la retirada total del proyecto de ley. Más tarde ese mismo día, un grupo más pequeño de unos pocos cientos de manifestantes, en su mayoría jóvenes, irrumpieron en la legislatura de la ciudad, destrozando el edificio.
Al día siguiente, los reportes de los medios de comunicación estatales chinos se centraron en la condena de la líder de Hong Kong, Carrie Lam, de la “violencia extrema” utilizada presuntamente por los manifestantes que irrumpieron en el edificio del gobierno.
El 2 de julio, la cadena estatal de televisión CCTV de China publicó un artículo que ampliamente citaba a la conferencia de prensa de Lam. El artículo, que fue reeditado por otros medios de comunicación estatales, entre ellos Toutiao, Global Times y Chinese Economic Weekly, no mencionaba que también se había realizado una marcha pacífica ese mismo día, ni que la policía había disparado gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes cerca de la legislatura.
Según China Digital Times, un sitio web con sede en Estados Unidos que monitorea la censura en China, los comentarios en los posteos del artículo en Weibo, la versión china de Twitter, fueron rápidamente borrados.
Una captura de pantalla del sitio web evidenció que un posteo en Weibo de un artículo del Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista Chino (PCCh), recibió al menos 763 respuestas. Pero cuando un usuario intentó ver estos comentarios en orden cronológico, no mostró ningún comentario.
El 25 de junio, las autoridades chinas condenaron a Liu Pengfei, un bloguero de la popular plataforma china de red social WeChat, a dos años de prisión. Liu organizó un blog y un foro para que los usuarios pudieran discutir asuntos de actualidad y compartir noticias de fuentes no censuradas fuera de China.
El 16 de junio, cuando más de 2 millones de personas se unieron a la protesta más grande de la historia de Hong Kong, los medios de comunicación chinos respondieron con un completo silencio. En el principal motor de búsqueda de China, Baidu, no se encontraron enlaces sobre las protestas de Hong Kong ni sobre el proyecto de ley de extradición.
Mencionando fuentes internas, China Digital Times informó el 16 de junio que el Departamento de Publicidad del régimen chino -la agencia gubernamental responsable de la difusión de la propaganda- ordenó a todos los sitios web chinos que prohibieran los videos relacionados con el proyecto de ley de extradición, así como los comentarios sobre canciones pop cantonesas que pudieran ser leídas como anti-PCCh.
Un turista chino que participó en la manifestación del 1 de julio le dijo a La Gran Época en la oficina de Hong Kong que viajó a la ciudad para apoyar la manifestación masiva.
El hombre que dio el seudónimo “Cyun”, dijo que el régimen chino se volvió “irracional” en sus intentos de bloquear la información, y que “Hong Kong está haciendo lo correcto”.
“[El régimen] tiene como objetivo bloquear todos los canales de información posibles, porque teme que la población china se despierte”, dijo el escritor y comentarista Jing Chu, residente en China, el 1 de julio a la edición en chino de La Gran Época.
Jing dijo que el régimen comunista estuvo erosionando lentamente los derechos de los residentes de Hong Kong desde que la ciudad se traspasó a China hace más de dos décadas.
“Para el PCCh, la libertad de prensa, los derechos legales y la democracia en Hong Kong son como una espina clavada en su costado, tiene que arrancarla”.
Con aportes de Luo Ya y Zhou Huixin
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Cómo el régimen comunista negó la responsabilidad de todas sus masacres
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