El presidente Joe Biden tomó el lunes la decisión sin precedentes de conmutar las penas de 37 de las 40 personas condenadas a muerte en el corredor de la muerte federal, entre ellas dos inmigrantes de origen soviético condenados por brutales asesinatos a mansalva en California.
Jurijus Kadamovas, de Rusia, e Iouri Mikhel, de Lituania, secuestraron, mantuvieron como rehenes y asesinaron a cinco personas entre finales de 2001 y 2002 en Los Ángeles.
Un jurado los declaró culpables de varios delitos federales tras un juicio de cinco meses relacionado con el secuestro y asesinato de cuatro hombres de negocios y una mujer.
Durante la fase penal, el jurado recomendó por unanimidad que ambos acusados recibieran la pena de muerte.
Finalmente fueron declarados culpables de toma de rehenes, con resultado de muerte según la Ley de Toma de Rehenes, y condenados en 2007.
Biden dijo que las conmutaciones eran coherentes con las políticas de su administración.
«He dedicado mi carrera a reducir los delitos violentos y a garantizar un sistema de justicia justo y eficaz», dijo Biden en un comunicado.
«Hoy, estoy conmutando las sentencias de 37 de los 40 individuos en el corredor de la muerte federal por sentencias de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Estas conmutaciones son coherentes con la moratoria que mi administración ha impuesto a las ejecuciones federales, en casos distintos del terrorismo y los asesinatos en masa motivados por el odio».
Entre las personas a las que se ha concedido el indulto figuran las condenadas por asesinatos de policías, militares, personas en territorio federal, atracos mortales a bancos, tráfico de drogas, así como asesinatos de guardias o presos en instalaciones federales.
Las tres personas que permanecen en el corredor de la muerte son Dylann Roof, que mató a nueve personas de raza negra en la iglesia Mother Emanuel AME de Charleston (Carolina del Sur) en 2015; Dzhokhar Tsarnaev, que mató a tres personas en el atentado de la maratón de Boston de 2013; y Robert Bowers, que disparó mortalmente a 11 fieles la sinagoga Tree of life de Pittsburgh en 2018.
El abogado de Kadamovas, Timothy Foley, dijo a The Epoch Times que los funcionarios lituanos apoyaban la decisión.
«Como ciudadano lituano, el señor Kadamovas era el único ciudadano de un estado miembro de la Unión Europea/OTAN en el corredor de la muerte federal, y las autoridades lituanas apoyaron la solicitud de conmutación».
Los abogados de Mikhel no respondieron a la petición de comentarios.
El presidente electo Donald Trump criticó la decisión de Biden de conmutar las penas de muerte por cadena perpetua sin libertad condicional.
«Joe Biden acaba de conmutar la pena de muerte a 37 de los peores asesinos de nuestro país», escribió en su plataforma de redes sociales Truth Social. «Cuando escuchen los actos de cada uno, no creerán que haya hecho esto. No tiene sentido. Familiares y amigos están aún más devastados. No pueden creer que esto esté pasando».
Trump añadió que su administración perseguiría enérgicamente la pena de muerte.
«Tan pronto como sea investido, ordenaré al Departamento de Justicia que persiga vigorosamente la pena de muerte para proteger a las familias y los niños estadounidenses de violadores violentos, asesinos y monstruos», continuó. «Volveremos a ser una nación de ley y orden».
Cadáveres arrojados a un embalse
Kadamovas y Mikhel, junto con otros conspiradores, arrojaron los cadáveres de las víctimas al embalse de New Melones, al noroeste del Parque Nacional de Yosemite.
En el momento de los asesinatos residían en Los Ángeles y contaron en varias ocasiones con la ayuda de al menos cuatro conspiradores, todos los cuales se declararon culpables y testificaron a favor del gobierno, según los documentos judiciales.
Sus víctimas eran Meyer Muscatel, promotor inmobiliario; Rita Pekler, asesora financiera; Alexander Umansky, exempleado de uno de los conspiradores; George Safiev, acaudalado hombre de negocios, y su amigo Nick Kharabadze.
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