WASHINGTON— El presidente Joe Biden viajará el jueves a India, donde tiene previsto abordar, entre otros asuntos, las prácticas «coercitivas e insostenibles» de China en la cumbre del Grupo de los 20 (G20) que reunirá en Nueva Delhi a los líderes de los países más ricos del mundo.
Beijing anunció el lunes que el líder chino, Xi Jinping, no asistirá a la cumbre de dos días, que comenzará el sábado.
El viaje del presidente Biden también se puso en duda después de que la primera dama, Jill Biden, diera positivo a COVID-19 el Día del Trabajo. Sin embargo, la Casa Blanca anunció el martes que el presidente asistiría igualmente a la cumbre, ya que dio negativo en las pruebas y no presenta síntomas de la enfermedad.
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«El presidente se someterá a las pruebas con regularidad», declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una rueda de prensa celebrada el martes, y añadió que todos los viajeros, incluido el presidente, se someterán a las pruebas antes de viajar a Asia.
El G20 se creó en 1999 a raíz de la crisis financiera asiática, y será la primera vez que India acoja la cumbre.
La principal prioridad del presidente Biden en la crucial reunión, según la Casa Blanca, es proponer el fortalecimiento de los bancos multilaterales de desarrollo, en particular el Banco Mundial y el FMI, como alternativa al programa de préstamos coercitivos de China.
Aunque China se ha convertido en el mayor acreedor del mundo en los últimos años, su agresiva estrategia de préstamos en el marco de la Iniciativa de La Franja y la Ruta (BRI) ha sido criticada por su falta de transparencia.
Desde su lanzamiento en 2013, la BRI de China ha invertido miles de millones de dólares en proyectos de infraestructuras en África, América Latina, Europa del Este y Asia. En los últimos años, sin embargo, Beijing ha sido acusado de utilizar la «diplomacia de la trampa de la deuda» para atraer a muchas naciones a su órbita.
«Nosotros creemos que debe haber un alto nivel de opciones de préstamo no coercitivas a disposición de los países de ingresos bajos y medios», dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en la rueda de prensa del martes.
Por ello, Estados Unidos aboga por «remodelar y ampliar de forma fundamental» estos bancos de desarrollo, señaló.
El G20 reúne a las principales economías del mundo; sus miembros representan aproximadamente el 85% del producto interior bruto mundial, más del 75% del comercio mundial y cerca de dos tercios de la población mundial.
Los miembros del G20 son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
«No se trata de China»
En un esfuerzo por evitar enfurecer a Beijing, el Sr. Sullivan restó importancia al principal objetivo del fortalecimiento de los bancos multilaterales, afirmando que no se trata de China.
«La reforma del Banco Mundial no tiene que ver con China, en gran parte porque China es accionista del Banco Mundial», argumentó Sullivan. «Es para toda la comunidad internacional».
«No es una agenda negativa. Es una agenda afirmativa, una agenda positiva», añadió el asesor.
Sin embargo, esto contrasta fuertemente con lo que el Sr. Sullivan declaró hace dos semanas, cuando estaba claro que toda la campaña se centraba en contrarrestar la BRI de China.
«Dada tanto la magnitud de la necesidad como, francamente, la magnitud de los préstamos coercitivos e insostenibles [de China] a través de la Iniciativa de La Franja y la Ruta, tenemos que asegurarnos de que haya soluciones de alto nivel y alto efecto multiplicador para los retos a los que se enfrentan los países», declaró el asesor a los periodistas durante una conferencia telefónica el 22 de agosto.
No está claro si el presidente Biden podrá unir a otros países contra el régimen chino durante la cumbre. Sullivan dijo que la administración espera que los miembros del G20 respalden los esfuerzos de Estados Unidos para reformar los bancos de desarrollo durante la principal reunión de líderes mundiales.
Como parte de la iniciativa, el presidente Biden pidió al Congreso, en su última solicitud de presupuesto suplementario del mes pasado (pdf), que proporcione USD 3300 millones adicionales para el Banco Mundial. La Casa Blanca espera que esta financiación apalanque más de USD 27,000 millones en financiación y subvenciones respaldadas por Estados Unidos para los países en desarrollo.
Según Stephanie Segal, investigadora principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), es el momento adecuado para que Estados Unidos destaque esos bancos de desarrollo como una alternativa a China.
«China ha sido históricamente una fuente de financiación bilateral para muchos países de mercados emergentes y del mundo en desarrollo, y creo que esa fuente de financiación ciertamente se ha desacelerado, si no se ha secado por completo», dijo la Sra. Segal durante una rueda de prensa del CSIS en un anticipo de la Cumbre del G20.
«Creo que es un buen momento para que Estados Unidos pueda destacar esas instituciones y el compromiso de Estados Unidos con esas instituciones como alternativa».
El año pasado, los países del Grupo de los Siete (G7) propusieron un nuevo programa de inversión en infraestructura para los países en desarrollo, conocido como Asociación para la Infraestructura y la Inversión Global (PGII), para competir con la BRI de China.
Italia, el único país del G7 que se unió a la BRI hace cuatro años, anunció recientemente su intención de retirarse del programa.
El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, dijo que el acuerdo BRI con China «no ha cumplido con las expectativas italianas».
Putin y Xi se saltarán la cumbre
El presidente ruso, Vladimir Putin, no asistió a la cumbre de 2022 en Bali, Indonesia, y tampoco asistirá a la reunión de este año en Nueva Delhi. Al concluir la cumbre del año pasado, los líderes del G20 acordaron un comunicado conjunto en el que afirmaron que «la mayoría de los miembros condenaban enérgicamente la guerra en Ucrania», pero que «también existían otras opiniones».
En lugar del Sr. Xi, el primer ministro Li Qiang representará a China en la reunión de este año. El presidente Biden expresó su decepción tras enterarse de que el líder chino no asistiría a la cumbre. Ambos líderes se reunieron por última vez al margen de la cumbre del G20 en Bali, Indonesia, el 14 de noviembre de 2022.
«Estoy decepcionado, pero yo voy a llegar a verlo», dijo Biden a los periodistas el domingo pasado.
Sin embargo, el Sr. Biden no dijo explícitamente dónde y cuándo se reuniría con Xi.
«No hay nada programado», aclaró el Sr. Sullivan durante la conferencia de prensa. «El presidente ha dicho antes que espera retomar la conversación que tuvo con el presidente Xi en Bali el año pasado, y tiene toda la intención de hacerlo».
Se espera que el presidente Biden celebre una reunión bilateral con el primer ministro de la India, Narendra Modi, el viernes, al margen de la cumbre.
Una vez concluida la cumbre, está previsto que viaje a Vietnam el domingo. El presidente se reunirá con el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, y otros altos líderes vietnamitas en la capital, Hanoi.
Estados Unidos y Vietnam trabajarán para abordar los desafíos desde el Mar de China Meridional hasta las tecnologías críticas y emergentes «con una elevada y energética asociación», dijo Sullivan.
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