El presidente Joe Biden emitirá el martes una orden ejecutiva exigiendo que los contratistas federales paguen a sus trabajadores al menos 15 dólares por hora.
Las agencias federales al 20 de enero de 2022 deberán incluir un salario mínimo de 15 dólares en todas las solicitudes de nuevos contratos. Para el 30 de marzo del próximo año, todas las agencias deberán implementar el salario mínimo en nuevos contratos y con los contratistas existentes cuando las partes ejerzan su opción de prorrogar dichos contratos, lo que con frecuencia ocurre anualmente, según la Casa Blanca.
La orden estipulará también una indexación del salario mínimo a una medida de inflación, lo cual significa que los contratistas tendrán que compensar aún más a sus trabajadores peor pagados en los próximos años.
Otra parte revoca la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que permitía a los armadores y guías que operaban en tierras federales más flexibilidad en cuanto a lo que pagaban a sus trabajadores. Esas empresas se verán obligadas a pagar a sus trabajadores al menos 15 dólares la hora según la orden de Biden.
La Casa Blanca argumenta que la orden «promoverá la economía y la eficiencia en la contratación federal, proporcionando valor a los contribuyentes al mejorar la productividad de los trabajadores y generar un trabajo de mayor calidad al mejorar la salud, la moral y el esfuerzo de los trabajadores».
También afirma que la orden reducirá la rotación, el ausentismo y los costos de supervisión.
“Como resultado del aumento al salario mínimo, el trabajo del gobierno federal se hará mejor y más rápido”, dice en una declaración.
Cuando Biden era vicepresidente, el entonces presidente Barack Obama emitió una orden que exigía que los contratistas federales pagaran a los trabajadores 10.10 dólares por hora, con el salario indexado a la inflación. La tarifa actual es de 10.95 dólares la hora.
La orden impactará a cientos de miles de trabajadores contratados federalmente, según la administración Biden. Se estima que 5 millones de trabajadores tienen contrato con el gobierno federal, según Paul Light, profesor de la Universidad de Nueva York.
Biden y los demócratas del Congreso intentaron aumentar el salario mínimo para todos los trabajadores estadounidenses a 15 dólares la hora a inicios de este año, pero fueron obstaculizados por la principal experta en reglas del Senado.
Elizabeth MacDonough, la principal parlamentaria del Senado, dijo que los demócratas no podían incluir el aumento en su plan de alivio por COVID-19 porque estaban usando una herramienta presupuestaria llamada conciliación para promoverlo en el Congreso, evitando la necesidad de obtener apoyo republicano. Ningún miembro del Partido Republicano terminó votando por el plan.
Algunos de la izquierda pidieron a los demócratas que ignoraran el fallo de MacDonough, sin embargo lo acataron.
Con posterioridad al obstáculo, Biden todavía se encontraba comprometido en aumentar el salario mínimo, dijo a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“Él piensa que esto está muy atrasado. Él cree que los hombres y mujeres que trabajan duro, tratando de ganarse la vida, deberían tenerlo—no deberían estar viviendo en el nivel de pobreza. Y vamos a pasar los próximos días y semanas buscando el mejor camino a seguir, trabajando con demócratas y republicanos, con suerte, para hacer exactamente eso”, dijo el 28 de febrero.
El salario mínimo federal actual es de 7.25 dólares la hora. Aproximadamente uno de cada dos estados tiene salarios mínimos más altos.
Los críticos argumentan que aumentar el salario mínimo a 15 dólares la hora destruirían empleos y conduciría a una crisis económica.
«Todos queremos ver un incremento en los salarios, pero este informe deja en claro que la intervención del gobierno en realidad ofrecería más consecuencias que beneficios, ya que daría lugar a que los estadounidenses de ingresos bajos y medios perdieran por completo las fuentes de ingresos que necesitan», dijo el Partido Republicano en febrero, señalando un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso sobre los efectos de elevar el nivel salarial tan alto.
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