El martes, el presidente Joe Biden ignoró una pregunta hecha en voz alta sobre la crisis en la frontera sur mientras visitaba una pequeña empresa en Washington.
Biden visitó W.S. Jenks & Son, una ferretería que recibió un préstamo del Programa de Protección de Pagos durante una oportunidad que se abrió en febrero gracias al presidente.
Biden entró a la planta principal de la tienda y visitó al propietario Mike Siegel, quien dijo que el aspecto más difícil de lidiar con la pandemia por COVID-19 era averiguar qué hacer con los miembros del personal. Tomar varios préstamos del programa federal les permitió enviar a casa a personas vulnerables, agregó.
“Obviamente, eso no fue rentable, pero consideramos que teníamos que hacer eso por nuestros empleados”, dijo.
Biden dijo que la oportunidad, la cual solo estuvo abierta para empresas con 20 empleados o menos, se otorgó debido a que muchos préstamos se concedieron anteriormente a grandes empresas.
“Una gran cantidad de dinero se destinó a personas que no deberían haber recibido ayuda”, dijo.
Los periodistas presentes después intentaron hacer preguntas, incluida una acerca del aumento de migrantes que se ha visto en la frontera entre EE. UU. y México.
Sin embargo, el equipo de Biden los escoltó afuera y Biden no respondió preguntas.
Biden se ha tomado el período de tiempo más largo sin celebrar una conferencia de prensa, 48 días ahora, para un nuevo presidente en unos 100 años, lo cual ha provocado críticas de un creciente sector del público.
La situación en la frontera ha atraído llamados bipartidistas a la acción.
“Estamos a semanas, tal vez incluso días, de una crisis en la frontera sur. La inacción simplemente no es una opción. Nuestro país actualmente no está preparado para manejar un aumento de migrantes en torno a la pandemia”, dijo el representante Henry Cuellar (D-Texas) en un comunicado la semana pasada, anunciando que más de 10,000 inmigrantes ilegales han sido detenidos en un solo sector fronterizo en Texas en aproximadamente una semana.
Los legisladores republicanos instaron a Biden en una carta reciente a restablecer una emergencia nacional en la frontera. El expresidente Donald Trump lo había hecho, no obstante, Biden retiró la designación tras asumir el cargo.
Biden revirtió también el uso de las normas sanitarias por parte de la administración anterior para expulsar a inmigrantes ilegales menores, y ahora se tiene que abrir nuevas instalaciones para manejar un aumento en ese grupo.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas en Washington poco después de la visita de Biden que la administración «continúa trabajando para transmitir a la gente» que «este no es el momento de venir, que la mayoría de las personas que llegan a la frontera serán rechazadas».
Sin embargo, la administración seguirá tratando a los menores con «el enfoque más humano» que pueda manejar, agregó.
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