El candidato presidencial demócrata Joe Biden dijo el jueves que no trataría de imponer un cierre nacional si gana la presidencia, pero que está considerando hacer obligatorio el uso de la mascarilla en todo el país para tratar de controlar el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la enfermedad COVID-19.
«No habrá cierre nacional. No habrá cierre nacional, porque cada región, cada área, cada comunidad puede ser diferente. Y por lo tanto no hay ninguna circunstancia que pueda ver que requiera un cierre nacional total. Creo que eso sería contraproducente», dijo Biden a los periodistas en Delaware después de una reunión virtual con varios gobernadores.
Biden dijo en agosto que estaría dispuesto a apoyar un cierre nacional si los científicos lo recomendaran.
«Estaría dispuesto a hacer lo que sea necesario para salvar vidas. Porque no podemos hacer que el país se mueva hasta que controlemos el virus», dijo a ABC News en ese momento.
Uno de los asesores de Biden dijo este mes que un cierre de cuatro a seis semanas podría controlar el virus.
«Podríamos pagar un paquete ahora mismo para cubrir todos los salarios, los sueldos perdidos de los trabajadores, a las pequeñas empresas, a las medianas empresas, o a los gobiernos de las ciudades, estados y condados. Podríamos hacer todo eso», dijo el Dr. Michael Osterholm a Yahoo. «Si lo hiciéramos, entonces podríamos cerrar durante cuatro o seis semanas».
Después de que sus declaraciones recibieran críticas, Osterholm dijo que no se produciría un cierre a nivel nacional porque no sería apoyado por los miembros del Congreso, y otros asesores de Biden dijeron que sería mejor llevar a cabo un enfoque más específico.
Biden dijo a los periodistas el jueves que en agosto respondió a una pregunta hipotética.
«La respuesta fue que seguiría la ciencia. No voy a cerrar la economía, punto. Voy a cerrar el virus. Eso es lo que voy a cerrar», dijo.
«Pero hay limitaciones en el grado en que los negocios pueden ser abiertos. Por ejemplo, una cosa es decir que se puede tener, en un estado donde su tasa de infección no es tan alta, se puede tener un gimnasio abierto. Otra cosa es decir que solo puede estar abierto cuatro horas al día con X número de personas. La iglesia a la que voy, mi iglesia católica, no permiten que más del 40 por ciento de la gente entre en la iglesia. Esas son decisiones racionales. No es cerrar todo. Es calibrar en base a cuál es la amenaza», añadió.
Biden también dijo que discutió con los gobernadores el tema de hacer obligatorio el uso de la mascarilla en todo el país.
Diez gobernadores han impuesto la obligatoriedad del uso de la mascarilla, dijo, y añadió: «No es una declaración política. Es un deber patriótico».
Entre otros temas que se discutieron: la distribución y administración de las vacunas contra el virus del PCCh, la financiación de la Guardia Nacional, y hacer que los tests de COVID-19 estén más disponibles para el público en general.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, un demócrata que preside la Asociación Nacional de Gobernadores, dijo que entabló un importante diálogo con Biden, con la candidata a la vicepresidencia, la senadora Kamala Harris (D-Calif.), y con otros gobernadores sobre la respuesta a la pandemia de COVID-19.
«Esperamos con interés una fuerte asociación federal-estatal y trabajar mano a mano en los próximos meses», dijo en un comunicado.
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