El 4 de diciembre, el secretario de Estado Antony Blinken reafirmó el apoyo de la Administración Biden a los manifestantes contra las medidas «cero COVID» en China, en medio de críticas por la debilidad de su respuesta.
«Por supuesto que lo hacemos», dijo Blinken a Jake Tapper de CNN cuando se le preguntó si la administración apoya a los manifestantes. «Apoyamos el derecho de la gente en todas partes, ya sea en China, en Irán o en cualquier otro lugar, a protestar pacíficamente, a dar a conocer sus opiniones, a desahogar sus frustraciones.
«Y cuando eso se reprime de un modo u otro, en un país determinado, nos pronunciamos en contra, nos levantamos contra ello y actuamos», añadió.
Tapper, al interrogar a Blinken, señaló que la Administración Biden ha adoptado hasta ahora un enfoque «más tibio» a la hora de abordar las protestas por los estrictos protocolos COVID-19 de China, en comparación con su apoyo más vocal a las protestas en Irán, que estallaron después de que Mahsa Amini, de 22 años, muriera bajo custodia, tres días después de ser detenida por la policía de la moral islámica en Teherán. Amini presuntamente fue detenida por llevar su velo de forma incorrecta.
Blinken, sin embargo, subrayó que la administración apoya los derechos de los manifestantes en ambos países.
«Fundamentalmente, Jake, no se trata de nosotros», dijo. «Se trata de personas en ambos países que intentan expresar sus opiniones, que intentan ver satisfechas sus aspiraciones, y de la respuesta que los gobiernos están dando a ello».
Blinken, que tiene previsto un viaje a China a principios del año que viene, dijo que tiene intención de abordar el asunto directamente con el líder chino Xi Jinping.
«Diremos lo que siempre decimos y lo que el presidente Biden ha dicho a Xi Jinping», dijo Blinken, «que es que los derechos humanos y las libertades civiles básicas van al corazón de lo que somos como estadounidenses, y ningún gobierno estadounidense —ningún presidente estadounidense— se va a quedar callado al respecto».
También señaló que consideraba importante evitar cualquier «malentendido» entre Estados Unidos y China, y añadió: «Estamos en una intensa competencia con China. No es ningún secreto y, por cierto, no hay nada malo en la competencia siempre que sea justa, siempre que sea en igualdad de condiciones. Pero queremos asegurarnos de que esa competencia no derive en conflicto, así que mantendré estas conversaciones a principios del año que viene».
Blinken también dijo que esperaba encontrar formas de «cooperar» con China en cuestiones como el cambio climático y la salud mundial.
Recientemente, en medio del aumento de las protestas y el malestar por las estrictas políticas chinas de prevención del COVID-19, las autoridades del país han empezado a relajar las restricciones.
Sin embargo, Zhang Tianliang, comentarista estadounidense especializado en China, advirtió de que la medida podría ser solo un parche temporal para restablecer la calma antes de tomar represalias contra los manifestantes.
Asimismo, el experto en China Tang Jingyuan afirmó que es probable que el Partido Comunista Chino (PCCh) utilice la tecnología para identificar y detener a los manifestantes.
El PCCh cuenta con la ayuda de los macrodatos, el reconocimiento facial y sus diversos métodos de vigilancia», dijo Jingyuan. «Así que, técnicamente hablando, no les resultará demasiado difícil localizar a la mayoría de las personas que participaron en la escena».
Los republicanos han sido especialmente críticos con la respuesta del gobierno de Biden a las protestas, y el senador Ted Cruz (R-Texas) la describió como «peor de lo esperado».
El senador Marco Rubio (R-Fla.) y el representante Chris Smith (R-N.J.), como miembros republicanos de mayor rango de la Comisión del Congreso sobre China, emitieron una declaración conjunta en la que criticaban a la Administración por no condenar rotundamente al PCCh.
«El débil rechazo de la Administración Biden a la política del PCCh y su negativa a denunciar el control totalitario del secretario general Xi es casi una cobardía», afirmaron el 28 de noviembre. «Apenas unas semanas después de estrechar la mano de Xi en Bali, el presidente Biden y su administración han demostrado una vez más que no están dispuestos a enfrentarse al PCCh y solidarizarse con el pueblo chino».
También criticaron a Nike, Apple y «el resto de las élites empresariales hipócritas de nuestra nación», y añadieron: «Estas protestas no tienen que ver con una crisis de salud pública, sino con una crisis de derechos humanos. Estados Unidos debe apoyar inquebrantablemente al pueblo chino en su valiente clamor por la libertad».
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