El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores del régimen chino, Wang Yi, tuvieron un reñido encuentro en una llamada telefónica sobre Taiwán el 12 de noviembre, justo tres días antes de que los líderes de ambas naciones celebren una reunión virtual.
«El secretario hizo hincapié en el interés de larga data de Estados Unidos en la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán y expresó su preocupación por la continua presión militar, diplomática y económica de la República Popular China contra Taiwán», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, según un comunicado.
«Instó a Beijing a entablar un diálogo significativo para resolver las cuestiones a través del estrecho de forma pacífica y de manera coherente con los deseos y los mejores intereses del pueblo de Taiwán», añadió Price.
China ha realizado recientemente ejercicios militares cerca de Taiwán, ha enviado aviones militares a la zona de identificación de defensa aérea de la isla y ha prohibido la importación de ciertas frutas taiwanesas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió un comunicado muy contundente sobre la llamada telefónica. En él se afirmaba que Wang adoptaba una «posición solemne» ante lo que China consideraba «palabras y hechos equivocados» expresados por Estados Unidos.
Según el comunicado chino, Wang también dijo a Blinken que Estados Unidos debía «oponerse clara y resueltamente a cualquier movimiento de ‘independencia de Taiwán», afirmando que hacerlo así «salvaguardaría la paz» en la región.
El Partido Comunista Chino (PCCh) considera a Taiwán como parte de su territorio y ha prometido tomar la isla autogobernada mediante la fuerza militar si es necesario. Por ello, el régimen comunista critica a menudo al gobierno taiwanés —desde la búsqueda de vínculos oficiales con otros países, pasando por la celebración de conversaciones oficiales con funcionarios de gobiernos extranjeros, hasta el deseo de ingresar en organizaciones internacionales— como intentos de cambiar el estatus de la isla a un país formal independiente.
Taiwán, conocido formalmente como la República de China, es un país independiente de facto con su propio gobierno elegido democráticamente, su ejército, su constitución y su moneda.
La actual presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en una entrevista con la BBC en 2020, hizo comentarios directos sobre la soberanía de Taiwán, diciendo que no había necesidad de declarar a Taiwán como estado independiente, ya que «ya somos un país independiente y nos llamamos República de China».
Los taiwaneses han rechazado de forma abrumadora la posibilidad de ser gobernados por el régimen chino. Según una reciente encuesta (pdf) realizada por la Universidad Nacional Chengchi de Taiwán, menos del 8% apoya la unificación gradual o inmediata con China, mientras que más del 55% quiere mantener las cosas como están actualmente en Taiwán por ahora o de forma permanente.
Washington, actualmente aliado diplomático de Beijing pero no de Taipei, ha proporcionado equipo militar a Taiwán para su autodefensa.
Además, Estados Unidos mantiene la «política de una sola China», que afirma que solo hay un Estado soberano con el nombre de «China», pero es diferente del «principio de una sola China», según el cual el régimen chino afirma su soberanía sobre Taiwán.
Un día después de que Wang y Blinken hablaran, el régimen chino exigió abiertamente a Estados Unidos que aceptara el «principio de una sola China». El embajador de China en Estados Unidos, Qin Gang, manifestó esta exigencia mientras hablaba de forma remota durante una reunión celebrada por la organización estadounidense Alliance for China’s Peaceful Reunification.
Qin también culpó a Estados Unidos de las crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán.
Además de Taiwán, Blinken y Wang también hablaron de los preparativos para la charla virtual entre el presidente Joe Biden y el líder chino Xi Jinping. Según Price, la reunión «presenta una oportunidad para que los dos líderes discutan cómo gestionar responsablemente la competencia entre Estados Unidos y la RPC, al tiempo que trabajan juntos en las áreas en las que los intereses coinciden».
Los dos líderes han hablado por teléfono dos veces este año, pero aún no se han reunido en persona desde que Biden asumió el cargo en enero.
«El secretario también subrayó la importancia de tomar medidas para garantizar que el suministro energético mundial y la volatilidad de los precios no pongan en peligro la recuperación económica mundial», declaró Price.
El comunicado de China también afirma que Blinken y Wang hablaron sobre el cambio climático y las cuestiones nucleares de Irán.
El domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán agradeció a Blinken en un mensaje de Twitter que «expresara su preocupación por la continua presión militar, diplomática y económica de China contra» la isla.
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