Estados Unidos defendería a su aliado Filipinas si éste fuera atacado por China, según el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken.
En una declaración emitida por la Embajada de EE. UU. en Manila el 12 de julio, Blinken advirtió explícitamente a los líderes comunistas de China que Washington estaba obligado a defender Filipinas si sus fuerzas, embarcaciones o aeronaves eran atacadas en las aguas en disputa del Mar del Sur de China.
“Hacemos un nuevo llamado a la PRC para que cumpla con sus obligaciones bajo el derecho internacional y cese su comportamiento provocador”, dijo Blinken, utilizando el acrónimo del nombre formal de China, la República Popular China.
“También reafirmamos que un ataque armado contra las fuerzas armadas filipinas, buques públicos o aeronaves en el Mar del Sur de China invocaría los compromisos de defensa mutua de Estados Unidos”.
Esos compromisos incluyen el Tratado de Defensa Mutua entre Estados Unidos y Filipinas de 1951, que establece que Estados Unidos y Filipinas se defenderán mutuamente si cualquiera de ellos es atacado. Filipinas también tiene el estatus de Aliado Principal No-OTAN (MNNA, por sus siglas en inglés) con Estados Unidos. El MNNA es una designación bajo la ley de EE. UU. que brinda a los aliados extranjeros beneficios en el comercio de defensa y la cooperación en seguridad.
Las declaraciones de Blinken se produjeron en el sexto aniversario de un fallo de arbitraje de 2016 que invalidó los vastos e ilegales reclamos territoriales de Beijing en el Mar del Sur de China. El arbitraje se llevó a cabo en La Haya bajo la Convención de la ONU sobre la Ley del Mar luego de que el gobierno filipino se quejara de las acciones cada vez más agresivas de China en las aguas en disputa.
China no participó en el arbitraje y rechazó su fallo. Mientras tanto, Estados Unidos ha afirmado el fallo y ha emitido diversos informes en los que concluye que las demandas de China no tienen base legal.
Los continuos esfuerzos de China para expandir su control del Mar del Sur de China a través de la creación de islas artificiales y el despliegue de fuerzas militares marítimas para hostigar e intimidar a otros, la han llevado a enfrentamientos frecuentes con otras naciones de la región, incluida Filipinas.
Eso convierte a la región en un foco de conflicto en potencia dada la estrecha relación de Estados Unidos con Filipinas.
De hecho, la relación de Estados Unidos con Filipinas es una de las más antiguas de la región, y la época en la que Filipinas fue una colonia estadounidense es la razón por la cual Estados Unidos desarrolló inicialmente una presencia militar en el Indo-Pacífico.
Desde el reconocimiento de la independencia de Filipinas el 4 de julio de 1946, Estados Unidos no ha mantenido reclamaciones territoriales en el Mar del Sur de China. Sin embargo, ha desplegado sistemáticamente sus fuerzas militares para patrullar la ruta marítima y garantizar la libertad de navegación y sobrevuelo para todos en la región.
Aparte de Filipinas y China, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunei han hecho sus propias demandas superpuestas en el mar, donde se estima que pasan USD 5 billones en bienes cada año. También se cree que hay ricos yacimientos de gas y petróleo en la región.
En consonancia con Washington, el secretario de Asuntos Exteriores filipino, Enrique Manalo, dijo que el fallo de 2016 será un pilar de la política de su gobierno en la región y rechazó lo que calificó como intentos de socavar la «indiscutible» decisión de La Haya.
“Estos decisiones ya no están al alcance de la negación y la refutación y son concluyentes ya que son indiscutibles”, dijo Manalo en un comunicado. “El dictamen es definitivo”.
“Rechazamos firmemente los intentos de socavarlo… [para] borrarlo de la ley, la historia y nuestra memoria colectiva”.
En relación con esto, una encuesta realizada en junio reveló que alrededor del 90 por ciento de los filipinos querían que el gobierno hiciera valer sus reclamos marítimos y aumentara su capacidad de defensa. Sin embargo, hasta ahora Filipinas no ha podido hacer cumplir el fallo, y desde entonces ha presentado cientos de protestas formales sobre la intrusión cada vez mayor de China.
Posteriormente, Blinken reafirmó el compromiso de Estados Unidos con el fallo y con Filipinas de manera más amplia en las redes sociales.
“Hoy hace seis años, un tribunal arbitral rechazó los reclamos marítimos expansivos del Mar del Sur de China de la República Popular China por no tener base en el derecho internacional”, dijo Blinken en un tuit. “Apoyamos a nuestro aliado, Filipinas, en la defensa de sus derechos y en la oposición a las provocaciones e intimidaciones de la República Popular China”.
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