El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo que hay pruebas de que la nueva variante de COVID-19, al parecer más contagiosa, descubierta a finales del año pasado, podría estar asociada a una mayor tasa de mortalidad.
«Hoy se nos informó que, además de propagarse con mayor rapidez, ahora parece que hay algunas pruebas de que la nueva variante —la que se descubrió por primera vez en Londres y el sureste [de Inglaterra]— podría estar asociada a un mayor grado de mortalidad», dijo en una conferencia de prensa el viernes. La variante, dijo, podría ser hasta un 30 por ciento más letal que el virus del PCCh original, también conocido como el nuevo coronavirus que causa COVID-19.
Se cree que la nueva cepa del virus del PCCh, conocida como B.1.1.7, es más contagiosa y se ha encontrado en al menos 10 estados de EE.UU. hasta ahora, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La variante del virus se encontró por primera vez en el Reino Unido en septiembre de 2020, antes de que los científicos emitieran la alarma de que era más infecciosa.
Con el COVID-19 original, se esperaba que de cada 1000 personas de 60 años o más, murieran 10. Pero con la nueva variante B.1.1.7, se espera que de cada 1000 personas de 60 años o más, mueran 13 o 14, dijo Johnson.
Sin embargo, Johnson y las autoridades sanitarias del Reino Unido subrayaron que existen algunas incertidumbres en torno a estas cifras.
Las evidencias sugieren que las vacunas fabricadas por Pfizer-BioNTech y AstraZeneca-Universidad de Oxford, que se están utilizando en el Reino Unido, pueden utilizarse contra la nueva variante, según el primer ministro.
«Es grande el impacto de esta nueva variante lo que significa que el [Servicio Nacional de Salud] está bajo una gran presión», dijo Johnson el viernes.
Patrick Vallance, principal asesor científico del gobierno británico, dijo que los datos sobre la tasa de mortalidad de la variante B.1.1.7 «aún no son sólidos».
Añadió: «Quiero subrayar que hay mucha incertidumbre en torno a estas cifras y que necesitamos trabajar más para tener un control preciso sobre ellas, pero obviamente es preocupante que esto tenga un aumento de mortalidad, así como un aumento de transmisibilidad».
Vallance señaló que la variante del Reino Unido se transmite entre un 30 por ciento y un 70 por ciento con mayor facilidad que el virus original del PCCh.
Sin embargo, las variantes que surgieron en Brasil y Sudáfrica parecen ser más preocupantes, dijo.
«Tienen ciertas características que significan que podrían ser menos susceptibles a las vacunas», señaló Vallance en la conferencia de prensa. «Definitivamente son más preocupantes que la del Reino Unido en este momento y tenemos que seguir observando y estudiando esto con mucho cuidado».
Por otra parte, cada vez son más las ciudades chinas que cerraron en un intento de evitar la propagación del virus. El 20 de enero, varias ciudades del noreste de la provincia de Jilin fueron cerradas, y las autoridades de dos pueblos de la provincia de Heilongjiang sacrificaron todo el ganado—por temor a que los animales también pudieran propagar el virus.
Un día después, el centro financiero de Shanghai vio un nuevo brote del virus. Los cierres se iniciaron en algunas zonas.
Con información de Nicole Hao.
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