Funcionarios locales en un distrito del epicentro del coronavirus en la ciudad de Wuhan han revelado que el brote no está bajo control, a pesar de los drásticos pasos que las autoridades han tomado para limitar su propagación en la ciudad.
Desde el 23 de enero, la ciudad china central de Wuhan ha detenido prácticamente todo el transporte terrestre, pospuso la apertura de escuelas, cerró complejos residenciales y construyó más de una docena de hospitales improvisados con gimnasios y escuelas, a razón de uno cada dos días, para acomodar la afluencia de pacientes con COVID-19.
Actualmente, un residente de cada hogar puede abandonar su complejo residencial una vez cada tres días para comprar alimentos y otros suministros necesarios.
«El control es aún más estricto que antes», dijo a The Epoch Times un oficial del gobierno que trabajaba en Jiujie, un subdistrito del distrito de Xinzhou, durante una llamada telefónica encubierta. «Se explica por sí mismo que el brote no se está desacelerando y no está bajo control».
Hasta el 25 de febrero, Wuhan ha registrado más de 47,000 casos, más de la mitad del total de casos de China, aunque los expertos internacionales sospechan que la cantidad real de infecciones es mucho mayor.
Otro funcionario del gobierno en Zhucheng, un subdistrito de Xinzhou, dijo que las autoridades superiores consideran que el brote en esa área es «muy grave». El distrito de Xinzhou ha reportado el menor número de infecciones entre los 13 distritos de Wuhan.
«La situación es tan intensa aquí que hemos dejado de trabajar en todo lo demás para concentrarnos en controlar el brote», dijo a The Epoch Times en otra llamada telefónica encubierta.
El 24 de febrero, Wuhan relajó las medidas de bloqueo de transporte mediante un aviso, solo para retractarse de la declaración unas horas más tarde. El gobierno de la ciudad explicó que el «grupo de trabajo de control de transporte» dentro de su agencia de control de brotes había hecho el anuncio sin obtener autorización previa de sus superiores.
«La regla general que las autoridades centrales han dado es: Wuhan y Hubei [la provincia que alberga a Wuhan] necesitan tener cero nuevos casos durante 14 días seguidos antes de que podamos aflojar las reglas», dijo el funcionario de Zhucheng.
En una escuela local en Zhucheng, un guardia de seguridad corta una figura solitaria ya que la clase ha sido suspendida por el brote. Ha estado viviendo de fideos ramen desde el cierre de los mercados locales de verduras.
«No puedes caminar casualmente, o serás arrestado y encarcelado», dijo a The Epoch Times.
En el subdistrito Yangluo de Xinzhou, un oficial dijo durante una llamada encubierta que los supermercados han cerrado en medio de los temores del virus, mientras que nuevos casos siguen acumulándose todos los días.
«No hay alivio del brote», dijo.
Según el vicealcalde de la ciudad, más de 32,000 trabajadores de la salud en todo el país han acudido para ayudar al abrumado personal de primera línea en Wuhan.
Dos enfermeras chinas enviadas al epicentro desde la provincia de Guangdong, en el sur de China, emitieron un llamamiento global para solicitar ayuda en la revista médica británica The Lancet.
«Las condiciones y el entorno aquí en Wuhan son más difíciles y extremos de lo que podríamos haber imaginado», escribieron en una carta abierta publicada el 24 de febrero.
Además de la presión sobre la salud y los trabajadores gubernamentales en primera línea, existe una creciente sensación de desconfianza sobre los datos oficiales.
Xinzhou solo informó un nuevo caso el 26 de febrero, con un total de poco más de 1000 para el distrito.
El residente local Wang dijo que esa cifra es solo «lo que el gobierno confirmó», ya que muchos pacientes con coronavirus no han sido diagnosticados, lo que significa que no forman parte del recuento oficial.
Un reciente estudio previo a la impresión realizado por investigadores estadounidenses concluyó que el brote en Wuhan podría ser de cinco a 10 veces más grave de lo que se ha declarado oficialmente. Un estudio reciente del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China también encontró que el virus es más contagioso que el SARS y el MERS.
Wang ha estado atrapado en su casa la mayor parte del mes pasado. Se pone unas gafas y una máscara antes de salir de su departamento.
“Si una persona se infecta, la familia está condenada. La gente está muriendo en sus hogares», dijo.
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