Una mayoría bipartidista de la Cámara de Representantes ha aprobado por abrumadora mayoría una medida para mantener la inversión china fuera de las tierras estadounidenses vitales para la producción de energías renovables.
La medida, derivada de la Ley para la Defensa de la Energía Rural Estadounidense patrocinada por el representante Randy Feenstra (R-Iowa), fue aprobada por 407 votos a favor y 26 en contra el 30 de marzo como enmienda a un proyecto de ley presentado el jueves que pretende reducir los costes energéticos de los estadounidenses. Recibió el apoyo de 223 republicanos y 184 demócratas.
«La seguridad alimentaria es seguridad nacional», declaró a The Epoch Times el representante Derrick Van Orden (R-Wis.), firmante de la enmienda de Feenstra, quien añadió que se sentía orgulloso de copatrocinar una medida que «mantiene las tierras de cultivo en manos de los agricultores y fuera del alcance del Partido Comunista Chino».
El representante Clay Higgins (R-La.) dijo que cree que «la política estadounidense debe tratar con China con bastante decisión, y hacer valer nuestra enorme influencia económica de todas las maneras posibles».
«Las guerras se evitan mediante una política económica inteligente, y la libertad tiene la oportunidad de arraigar», declaró a The Epoch Times tras la aprobación de la medida. «Mis colegas demócratas que comprenden estas sencillas verdades y han votado hoy con los republicanos deben ser reconocidos y elogiados. El mundo entero está en peligro debido a la agresión del PCCh, y Estados Unidos debe liderar las causas de la paz a través de la fuerza, y los derechos individuales».
El representante Don Bacon, republicano de Nebraska, señaló que su estado es «uno de los mayores estados productores de alimentos de la nación y del mundo».
«La seguridad agrícola es seguridad nacional», declaró a The Epoch Times.
Aunque los inversores chinos poseen apenas el 1% de todas las tierras en manos extranjeras en Estados Unidos a partir de 2021, la adquisición de tierras a China ha adquirido un ritmo acelerado. De 2010 a 2021, las compras a este país han pasado de 13,720 acres a 383,935 acres, casi 30 veces más en poco más de una década.
Este tipo de propiedad china de tierras ha suscitado recientemente protestas en estados como Dakota del Norte, donde la agroindustria china Fufeng Group compró 370 acres de tierras de cultivo para construir una fábrica de maíz cerca de una base aérea sensible. En enero, las Fuerzas Aéreas estadounidenses advirtieron de que el proyecto suponía una «amenaza significativa para la seguridad nacional». En febrero, el Ayuntamiento de Grand Forks votó unánimemente a favor de desechar el proyecto.
Anteriormente, la empresa china Guanghui Energy había adquirido más de 130,000 acres de tierras de rancho en Texas para desarrollar un parque eólico cerca de las mayores instalaciones de entrenamiento de pilotos de la Fuerza Aérea. El fundador de la empresa china es un exmilitar chino.
Para Bacon, estas inversiones chinas cerca de instalaciones militares apuntan a un patrón preocupante.
«Se trata de una grave preocupación, sobre todo teniendo en cuenta que las tensiones con China están en su punto más alto», afirmó.
El 28 de marzo, Virginia promulgó una ley contra China y otros adversarios extranjeros en la adquisición de terrenos agrícolas. Los legisladores estatales de Texas y Florida también están haciendo un esfuerzo similar.
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