Los principales legisladores republicanos de la Cámara de Representantes dieron a conocer el 20 de octubre un proyecto de ley que reconocería al Partido Comunista Chino (PCCh) como la «amenaza económica y de seguridad nacional predominante de Estados Unidos de esta época».
La legislación de 25 páginas, titulada Ley del Grupo de Trabajo sobre China (pdf), agrupa 137 recomendaciones legislativas clave relacionadas con China, incluidos los proyectos de ley, resoluciones y otras medidas existentes, para su rápida aprobación. Abarcan una amplia gama de cuestiones, entre ellas propuestas para vender armas a Taiwán, asegurar redes 5G confiables, castigar la supresión de las minorías étnicas por parte del régimen chino, frenar las importaciones de productos chinos fabricados con mano de obra esclava y condenar el tráfico de órganos de China.
La Ley de No TikTok en Dispositivos Gubernamentales, prohibiría TikTok en todos los dispositivos electrónicos de los empleados del gobierno, mientras que la Ley CONFUCIO tiene como objetivo limitar la influencia de los Institutos Confucio financiados por China en los campus de Estados Unidos. Una parte de las medidas ya ha pasado por la Cámara o el Senado.
«El objetivo de Estados Unidos debería ser el fin del monopolio de poder del PCCh, en lugar de la coexistencia indefinida con un estado comunista fundamentalmente hostil», según el último proyecto de ley.
El líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), quien presentó el proyecto de ley junto con el representante Michael McCaul (R-Texas), calificó la ley como un «hito en nuestros esfuerzos para responsabilizar a China» en un comunicado , y añadió que la anterior política de conveniencia de Estados Unidos ha permitido la «brutal dictadura» del PCCh y su continuo asalto a los derechos humanos.
«Todos los miembros de esta cámara, independientemente de su partido político, deberían querer adoptar una postura contra el comportamiento maligno de China y sus violaciones de los derechos humanos», dijo.
Los representantes republicanos formaron el Grupo de Trabajo sobre China, compuesto por 15 miembros, en mayo para examinar las amenazas del régimen chino, en particular su papel en la propagación mundial del COVID-19.
Después de una investigación de meses, el comité publicó un informe a finales de septiembre con cientos de recomendaciones, incluyendo el traslado de cadenas industriales críticas al país, la modernización del ejército de Estados Unidos y la sanción al régimen por sus violaciones de los derechos humanos.
“Durante décadas, Estados Unidos y sus aliados han estado dormidos al volante”, dijo en ese momento el representante Michael McCaul (R-Texas). La legislación marcó el último paso hacia una política más dura de EE. UU. sobre China.
El 20 de octubre, el representante Andy Biggs (R- Ariz.) presentó una resolución para etiquetar a Beijing como la «mayor amenaza extranjera» a la paz y prosperidad de Estados Unidos, citando factores como sus ambiciones globales, disputas territoriales con países vecinos, recorte de las libertades de Hong Kong, tácticas comerciales manipuladoras, y ciberataques dirigidos a los secretos comerciales e intereses de defensa nacional de Estados Unidos.
El mismo día, los senadores Marco Rubio (R-Fla.) y Jeff Merkley (D-Ore.) propusieron una medida (pdf) para fortalecer las relaciones de EE. UU. con Taiwán. Su objetivo es crear un grupo de trabajo interinstitucional, establecer una base de intercambio cultural, promover la participación significativa de Taiwán en los organismos internacionales y contrarrestar la presión de Beijing sobre las empresas estadounidenses en relación con Taiwán.
El régimen chino considera a Taiwán como parte de su territorio, a pesar de ser una nación estado de facto, con su propio gobierno elegido democráticamente, su ejército y su moneda. Beijing se ha comprometido a poner a la isla autogobernada bajo su rebaño.
«Estados Unidos necesita usar su influencia diplomática, económica y cultural para apoyar a socios como Taiwán que comparten nuestros valores», dijo Merkley, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, en una declaración anunciando la publicación del proyecto de ley.
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