El gobierno canadiense está financiando un proyecto de investigación sobre COVID-19 que implica la colaboración con el laboratorio de enfermedades infecciosas con sede en China que está en el centro de la controversia sobre el origen de la enfermedad.
Un profesor de la Universidad de Alberta ha recibido una subvención de más de 828,000 dólares canadienses (590,000 dólares) para trabajar con el Instituto de Virología de Wuhan en el desarrollo de los test de COVID-19, según los Institutos Canadienses de Investigación de la Salud, una agencia gubernamental.
El proyecto tiene como objetivo desarrollar test rápidos y baratos para COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (virus del Partido Comunista Chino), un nuevo coronavirus que surgió en China continental el año pasado.
Altos cargos estadounidenses confirmaron esta semana que la inteligencia de EE.UU. está investigando si el laboratorio P4, que forma parte del Instituto de Virología de Wuhan, es la fuente del virus, que hasta la fecha ha causado al menos 149,024 muertes en todo el mundo y ha infectado a 2,188,194 personas.
Muchos consideran que las cifras son inexactas debido al retraso en la recopilación de datos por parte de los gobiernos, así como a la importante subnotificación de casos conocidos y muertes por parte de China continental.
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El beneficiario de la subvención del gobierno canadiense es el profesor Le Xiaochun, investigador de toxicología analítica y ambiental de la Universidad de Alberta. Su proyecto es uno de los aproximadamente 100 que las autoridades canadienses han financiado recientemente sobre el COVID-19.
Las autoridades canadienses no han dicho por qué se eligió el laboratorio de Wuhan, pero un portavoz del ministro de Salud federal Patty Hadju dijo al Globe and Mail, un medio de comunicación canadiense, que éste y otros proyectos de investigación financiados por el Estado se someten a una «rigurosa revisión por pares» por parte de expertos independientes del gobierno.
Hablando con el mismo medio, una portavoz de la Universidad de Alberta dijo que el laboratorio de Wuhan fue elegido porque los investigadores de allí tienen una experiencia considerable en los test de COVID-19.
«La colaboración con el investigador de Wuhan se limita a compartir conocimientos. No estamos intercambiando muestras y no estamos transfiriendo ningún tipo de financiación», dijo Hallie Brodie, según el Globe and Mail. «Se necesitará una comunidad global de clínicos e investigadores que colaboren más allá de las fronteras para frenar la propagación del COVID-19 y eventualmente desarrollar vacunas».
Añadió que la mayor parte de la investigación para el proyecto se llevaría a cabo en Edmonton y Winnipeg, dos grandes ciudades canadienses.
El Instituto de Virología de Wuhan se convirtió en el centro de atención durante los crecientes esfuerzos por determinar exactamente cómo comenzó el brote.
El amplio consenso científico sostiene que el virus, que lleva el nombre oficial de SARS-CoV-2, se originó en los murciélagos.
El presidente Donald Trump dijo el miércoles que su administración estaba tratando de determinar los vínculos entre el virus y el laboratorio de Wuhan, y el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que Beijing «necesita aclarar» lo que saben.
Aunque la mayor parte de las pruebas obtenidas y revisadas hasta ahora sugieren que el virus tiene un origen natural, no es concluyente, según el general estadounidense Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, en declaraciones a los periodistas el martes.
«Solo diría que en este momento, no es concluyente, aunque el peso de la evidencia parece indicar que es natural, pero no lo sabemos con certeza», dijo.
Ya en febrero, el Instituto de Virología de Wuhan ha hecho retroceder los rumores de que el virus puede haber sido sintetizado artificialmente en uno de sus laboratorios o quizás escapado de tal instalación.
El Washington Post informó esta semana que los funcionarios de seguridad nacional de la administración Trump han sospechado durante mucho tiempo que las instalaciones de investigación en Wuhan son la fuente del nuevo brote de coronavirus.
En 2018, los funcionarios estadounidenses visitaron las instalaciones de Wuhan en múltiples ocasiones y enviaron dos advertencias oficiales a Washington sobre la inadecuada seguridad del laboratorio, que estaba investigando los coronavirus de los murciélagos, según el Washington Post. Esos cables advirtieron sobre las debilidades de seguridad y manejo en el laboratorio y propusieron más atención y ayuda.
Pompeo, que apareció en «The Story» de Fox News el miércoles, pidió a las autoridades chinas que cooperen en una investigación sobre el origen del virus.
«El gobierno chino debe confesar y debe rendir cuentas», dijo. «Necesita explicar lo que pasó y por qué se ha dado el caso de que esa información no se ha hecho que esté disponible más ampliamente».
Documental
The Epoch Times estrenó un documental a principios de este mes sobre el origen del virus del PCCh. El reportero investigador Joshua Philipp encontró que la mayoría de los primeros pacientes en China no tenían ningún vínculo con un mercado mojado, un mercado de animales exóticos que los funcionarios comunistas han tratado de señalar como el origen.
Philipp citó informes de revistas que mostraban una gran similitud entre el nuevo virus y dos virus tomados de murciélagos por el ejército chino, al igual que una proteína similar del SARS que se encuentra en el SARS-CoV-2, o virus del PCCh.
«Las altas similitudes de las proteínas S del SARS uno y el SARS dos son la clave. Eso es lo que lo impulsa a través de las células humanas», dijo Judy Mikovits, una bióloga molecular que anteriormente dirigió el Laboratorio de Mecanismos Antivirales en el Instituto Nacional del Cáncer, a The Epoch Times. «Esto es de nuevo evidencia de que no pudo pasar por el mercado de mariscos de Wuhan».
Mientras tanto, en una reunión informativa en la Rosaleda el miércoles, Trump caracterizó la lucha de América con el virus como una «batalla histórica contra el enemigo invisible».
«Un cruel virus de una tierra lejana se ha cobrado injustamente miles de preciosas vidas americanas. A cada ciudadano que ha perdido a un ser querido: su dolor es nuestro dolor. Lloramos como una familia nacional», dijo Trump.
Zachary Stieber contribuyó a la elaboración de este artículo.
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