Centro de estudios identifica más de 380 centros de detención en Xinjiang

Por Débora Alatriste
25 de septiembre de 2020 3:21 PM Actualizado: 25 de septiembre de 2020 6:10 PM

Un grupo australiano de expertos identificó más de 380 centros de detención–la mayoría similares a prisiones–que posiblemente tengan bajo encierro a uigures y otras minorías turcas y musulmanas en Xinjiang.

De acuerdo con el informe del Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI), un centro de estudios independiente y no partidista de Australia, las más de 380 instalaciones abarcan campos de reeducación, centros de detención y prisiones que se construyeron recientemente o se ampliaron considerablemente desde 2017, cuando inició la represión contra los uigures por parte del Partido Comunista Chino.

El ASPI utilizó imágenes satelitales y documentos oficiales de licitación de construcción para poder mapear dichos lugares.

“Esto representa la mayor base de datos de campos que existe y estimamos que cubre la mayoría de todas las instalaciones de detención en Xinjiang”, señala el informe publicado el 24 de septiembre por el centro.

El reporte se basa en evidencia de que el régimen chino ha dado un giro a su política de detención hacia los uigures y otras minoría musulmanas en centros de reeducación para construir centros de detención masiva permanentes.

De acuerdo con el informe, por lo menos 61 centros de detención han sido construidos o ampliados entre julio de 2019 y julio de 2020, aún cuando el medio estatal chino Xinhua informó a finales del año pasado que todos los  «estudiantes» de los programas de “educación” enfocados en el “antiterrorismo y la desradicalización” se «graduaron».

Shohrat Zakirla, presidente del gobierno regional dijo al medio que la cifra de “más de un millón o incluso dos millones” de detenidos en estos lugares de reeducación era “falsa”, sin embargo, no proporcionó otra información.

Sin embargo, «las pruebas disponibles indican que muchos detenidos extrajudiciales de la vasta red de ‘reeducación’ de Xinjiang están siendo acusados formalmente y encerrados en instalaciones de mayor seguridad, incluidas prisiones de nueva construcción o ampliadas, o enviados a recintos fabriles amurallados para realizar trabajos forzados», señala el informe.

El instituto clasificó los centros de detención en cuatro niveles: desde la seguridad más baja (nivel 1) hasta la más alta (nivel 4). Dependiendo de las características de seguridad como muros perimetrales altos, torres de vigilancia, vallas internas y otras características y patrones de uso visibles en el análisis de imágenes de satélite.

Los centros de nivel 1 son los únicos que pueden visitar los periodistas y diplomáticos a través de “viajes cuidadosamente gestionados” por funcionarios chinos. Estos lugares comenzaron junto con la represión en 2017.

“Estas instalaciones tienen aulas y pueden apoyar el engañoso discurso de que son diseñados para puramente ‘educar’ o ‘entrenar’ a los detenidos”, afirma el informe.

Testigos han revelado que en los campos de reeducación los uigures son torturados y violados. Sayragul Sauytbay, de 43 años, dijo que entre noviembre de 2017 y marzo de 2018 fue testigo de cómo torturaban a los detenidos con descargas eléctricas, clavos de metal y arrancándoles las uñas, entre otras violaciones de derechos humanos.

A diferencia de los campos de nivel 1 que son establecidos en edificios preexistentes como escuelas y hospitales, las instalaciones de nivel 2 parecen estar construidas para la detención de uigures y otras minorías no chinas. Muchas de estas instalaciones también tienen grandes almacenes de fábrica dentro de ellas o adyacentes.

“Las instalaciones del nivel 3 parecen estar destinadas a alejar a las personas de la sociedad, con poca intención de una rehabilitación seria”. Su único acceso es a través de una puerta principal bien custodiada y suelen tener hasta seis capas de alambrado de púas y muros perimetrales.

En el segundo semestre de 2019 y en 2020 se han abierto nuevas construcciones, de acuerdo con el centro de estudios, y al menos 14 instalaciones de nivel 3 y 4 se están construyendo este año, reportó la ASPI.

Las instalaciones de nivel 4 son las que más se asemejan a cárceles. La mayoría son considerablemente grandes y están construidas a cierta distancia de cualquier asentamiento importante. De acuerdo con el informe, los detenidos de otras prisiones en Xinjiang que fueron demolidas, han sido trasladadas a estas.

Cerca del 50% de los centros de detención construidos o ampliados entre julio de 2019 y julio de 2020 son instalaciones de mayor seguridad, “lo cual puede sugerir un cambio en el uso de los ‘centros de reeducación’ de menor seguridad hacia instalaciones de mayor seguridad tipo cárcel”, afirmó el instituto.

Asimismo, los centros de menor seguridad, 1 o 2, han visto una disminución en los elementos de seguridad como torres de vigilancia y los muros perimetrales. El grupo de expertos cree que 8 campos de estos niveles han sido cerrados.

Recientemente más de 130 legisladores británicos condenaron a China por abusar de los uigures.

“Entendemos que aproximadamente un millón de personas han sido detenidas y retenidas en campos de detención. Los que escaparon dan un testimonio horrible de persecución religiosa, abuso físico y tortura”, escribieron los legisladores en la carta.

“Nosotros, como parlamentarios de Reino Unido, escribimos para expresar nuestra absoluta condena a esta opresión y pedimos que termine inmediatamente”.

Con información de la reportera de The Epoch Times, Mary Clark.


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