El veterano militar y empresario Adam Hardage pretende construir una economía médica alternativa en respuesta a lo que él llama «tiranía» en la nación.
Hardage es director ejecutivo y cofundador de Remote Health Solutions (RHS), junto con el Dr. Jon Baugh, su director médico. Ambos crearon la empresa hace cinco años, centrándose en la atención telemédica de alta calidad. Luego de experimentar los cierres y los mandatos de la vacuna contra COVID-19, y lo que él llama «la corrupción dentro del complejo industrial médico», Hardage decidió construir una «economía médica 2.0».
Hablando con The Epoch Times el 12 de agosto, Hardage dijo respecto a los cierres y mandatos: “Esto es inmoral, no es ético y es inconstitucional”.
“Además, es francamente criminal, y es simplemente punitivo despedir innecesariamente a los trabajadores de la salud que fueron héroes el año pasado, y ahora son ceros este año, todo por simplemente rechazar una inyección de modificación genética experimental”, agregó Hardage. “Así que vamos a hacer que nuestra misión sea contratar a cada uno de esos proveedores en todo el país. Vamos a construir la economía médica 2.0”.
No hay estadísticas nacionales sobre cuántos trabajadores de la salud han sido despedidos en todo el país por negarse a recibir las vacunas contra el COVID-19. En Nueva York, un estado con uno de los requisitos de vacunación más estrictos, unos 34,000 trabajadores de la salud renunciaron, se jubilaron o fueron despedidos por negarse a recibir las vacunas.
«El Arca de Noé de la Medicina»
Hardage y su equipo cambiaron el modelo de negocios hace aproximadamente un año. RHS ahora brinda atención médica de nivel de asesoramiento para pacientes en todo el país. Además, la compañía, a la que Hardage llama el «Arca de Noé de la medicina», da la bienvenida a profesionales médicos cuyas carreras se vieron comprometidas porque rechazaron las vacunas contra el COVID-19.
Hardage dijo que RHS puede manejar hasta el 90 por ciento de las necesidades típicas de un paciente a través de la atención virtual. El servicio de medicina virtual puede ser especialmente útil en determinadas circunstancias, por ejemplo, si un niño se enferma por la noche o durante las vacaciones.
“Te queremos bien. Es en nuestro mejor interés financiero que usted esté saludable”, dijo Hardage. “Si estamos brindando un mal tratamiento, un mal asesoramiento, una mala orientación a nuestros pacientes, y se enferman todo el tiempo… bueno, entonces, vamos a cerrar el negocio».
Debido a que la empresa cobra una tarifa fija por atención ilimitada por mes, acudir al médico con más frecuencia o recibir un tratamiento adicional no beneficiará a RHS desde el punto de vista financiero.
«Un hospital es todo lo contrario», dice Hardage.
Remdesivir
Para ilustrar, Hardage utilizó el ejemplo del tratamiento contra COVID-19. Dijo que los hospitales están incentivados económicamente para realizar las pruebas de PCR, utilizar remdesivir, intubar a los pacientes con COVID-19 e ingresarlos en la UCI.
Remdesivir es un medicamento controvertido, autorizado y luego aprobado en 2020 por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) para tratar a pacientes con COVID-19. Varios estudios han demostrado que remdesivir no tiene efecto en pacientes hospitalizados con COVID-19. De hecho, algunos médicos afirman que el fármaco ha desempeñado un papel clave en las muertes relacionadas con la COVID, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó no utilizarlo en noviembre de 2020. Tras la publicación de un ensayo clínico en abril, la OMS ahora sugiere usar remdesivir en pacientes con COVID-19 leve o moderado con alto riesgo de hospitalización.
Los hospitales del país pueden optar para un pago adicional del 20 por ciento por usar algunos tratamientos COVID-19 aprobados o autorizados por la FDA, incluido remdesivir, según una norma final provisional emitida por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), un agencia dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
El Dr. Peter McCullough, un renombrado cardiólogo y epidemiólogo, calificó la administración de remdesivir como terapia de primera línea como “intencional y dañina para la población”.
“Como médico, uso muchos medicamentos en el hospital. Nunca he tenido un antibiótico o antiviral en el que toda la estancia en el hospital tuviera un bono del 20 por ciento”, dijo McCullough al programa “Facts Matters” de EpochTV a principios de agosto. «Los estadounidenses deberían hacerse preguntas».
Según los CMS, el pago adicional era para “mitigar posibles desincentivos financieros para que los hospitales brinden nuevos tratamientos de COVID-19” durante el período de emergencia de salud pública.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el HHS para solicitar comentarios adicionales.
El libro de jugadas de Alinsky
Hardage cree que Estados Unidos ha experimentado “un intento de golpe de estado marxista, comunista e interno”.
Al haber servido en el ejército durante 20 años, «no puedo creer que éste sea el país al que he vuelto», dijo Hardage. «Muchas veces no entiendo lo que veo. Pero ahora, después de los últimos años, he empezado a descifrarlo. Y entiendo muy claramente lo que está pasando. Esto es nada menos que el libro de jugadas de Saul Alinsky de, vayamos tras el primer pilar, por ejemplo, que es la atención sanitaria».
Alinsky fue un organizador comunitario y activista social de izquierda. Se cree que su pensamiento, reflejado en el libro de 1971 “Reglas para radicales”, influyó al expresidente Barack Obama.
Una economía paralela
Hardage dijo que el daño al sistema médico actual puede remontarse a las políticas de Obama.
“Lo que está viendo en este momento es un resultado directo de las políticas de Obamacare”, dijo Hardage. “Si un hospital va a aceptar dinero de Medicare, Medicaid—Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Costo—, entonces tiene que seguir esas pautas, esos mandatos, esas regulaciones”.
Hardage considera que las agencias federales de salud podrían haber recomendado opciones de tratamiento temprano como la vitamina D, C, B, zinc, quercetina, ivermectina o hidroxicloroquina. Sin embargo, estos medicamentos son seguros pero no «rentables».
Como reacción, se ha construido lo que Hardage llama una «economía paralela», que se erige «en respuesta directa a la opresión, a la tiranía».
«Deje de dar su dinero a las instituciones que son corruptas, que le están quitando literalmente todo, incluida su salud, y únase a una organización patriota como la nuestra», dijo Hardage.
Apoyar y defender la Constitución
Hardage cree que lo que está haciendo es una continuación de su servicio a su país: «He hecho el juramento del cargo muchas veces», dijo, citando el juramento que hacen los miembros del servicio para «apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos contra todos los enemigos, extranjeros y nacionales».
“Eso no significa que voy a tomar un arma y correr por las calles como un loco. Pero sí significa que los vamos a derrotar en las urnas. Los vamos a derrotar en la guerra de las ideas. Vamos a derrotarlos en el escenario. Vamos a derrotarlos con la noción de despertar a Estados Unidos, en lugar de resetear a Estados Unidos”.
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