China es el actor cibernético malicioso más grande del mundo y sus piratas informáticos afiliados han robado más datos de los estadounidenses que todas las demás naciones juntas, según el director del FBI, Christopher Wray.
Wray dijo el 1 de junio que el régimen comunista de China está involucrado en una campaña masiva para “mentir, engañar y abrirse camino a la dominación global de los sectores tecnológicos”, durante una charla de ciberseguridad de amplio alcance en el Boston College.
«El gobierno chino es metódico, hackea en apoyo de objetivos económicos a largo plazo», dijo.
«Tienen un programa de hackeo mayor que el de todas las demás naciones importantes juntas. Han robado más datos personales y corporativos estadounidenses que todas las naciones juntas. Y no muestran ningún signo de moderar su ambición y agresión».
Wray destacó el uso de leyes coercitivas por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) para forzar efectivamente la transferencia de tecnología de las empresas estadounidenses que operan en China al estado. En una aparente referencia a las leyes de inteligencia nacional de China, que permiten al régimen exigir los datos de cualquier empresa en nombre de la seguridad, dijo que muchas empresas estadounidenses simplemente aceptan que serán espiadas.
«Para muchas empresas estadounidenses y extranjeras que hacen negocios en China, o que quieren hacerlos, el coste equivale, en el mejor de los casos, a un consentimiento general a la vigilancia estatal en nombre de la seguridad», dijo Wray.
“En el peor de los casos, tienen que aceptar el riesgo de que su información confidencial pueda ser cooptada para servir a los objetivos geopolíticos de Beijing”.
Wray también describió cómo el PCCh utiliza los sistemas fiscales exigidos por el estado en China para espiar de forma encubierta a las empresas en el continente. Dijo que las leyes chinas exigen que las empresas utilicen un pequeño conjunto de opciones de software con fines fiscales, al menos una de las cuales fue utilizada por el PCCh para implantar malware en los sistemas de las empresas para permitir su acceso encubierto a los datos de las empresas.
Además de la intervención directa del gobierno, Wray dijo que China, junto con Irán y Rusia, está contratando piratas informáticos como si fueran mercenarios cibernéticos y brindándoles recursos estatales para realizar ataques en Estados Unidos en nombre de China.
Dichos actores, dijo, con frecuencia apuntan a los sectores industrial y de defensa para causar estragos, denegar los accesos o robar secretos.
Los comentarios se basaron en observaciones anteriores de Wray, como cuando dijo en abril que China es la mayor amenaza de ciberseguridad para Estados Unidos y advirtió que el régimen está apuntando a cada parte de la economía estadounidense.
“La mayor amenaza que enfrentamos como país desde la perspectiva de la contrainteligencia proviene de la República Popular China y especialmente del Partido Comunista Chino”, dijo Wray durante una entrevista con “60 Minutes” el 24 de abril.
El director también dijo que el FBI abría una nueva investigación de contrainteligencia sobre China «aproximadamente cada 12 horas», que actualmente hay más de 2000 investigaciones de este tipo y que las 56 oficinas de campo del FBI con sede en Estados Unidos participan en el esfuerzo.
Por ello, el FBI mantiene actualmente una serie de páginas web dedicadas a la «Amenaza China», en las que se da a conocer que «los esfuerzos de contraespionaje y espionaje económico que emanan del gobierno de China y del Partido Comunista Chino son una grave amenaza para el bienestar económico y los valores democráticos de Estados Unidos».
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