Una funcionaria china, que cumplió en el pasado un alto cargo en el sistema sanitario de la provincia de Shaanxi está siendo investigada por los departamentos de disciplina y supervisión local.
Liu Baoqin, exdirectora de la Comisión Provincial de Salud de Shaanxi, está siendo investigada por graves violaciones de la ley, anunció el 13 de junio, la Comisión Provincial de Inspección Disciplinaria de Shaanxi, sin más detalles sobre los cargos.
Según los registros públicos, Liu, de 61 años, originaria de Shaanxi y con estudios de posgrado, era la directora de la Comisión Provincial de Población y Planificación Familiar de Shaanxi, y lleva muchos años trabajando para la provincia.
A partir de octubre de 2018, la Sra. Liu se convirtió en la directora de la Comisión Provincial de Salud de Shaanxi, se retiró de sus funciones de primera línea en marzo de 2023 y posteriormente fue nombrada consejera del gobierno provincial de Shaanxi.
La comisión de salud supervisa directamente los trasplantes de órganos en los hospitales relacionados. La provincia de Shaanxi es un importante centro de trasplante de órganos: al menos 139 miembros del personal médico de 19 hospitales de la provincia son sospechosos de sustracción forzada de órganos, según la Organización Mundial para la Investigación de la Persecución de Falun Gong (WOIPFG).
De acuerdo al sistema del PCCh, el Comisión Nacional de Salud certifica las cualificaciones para practicar trasplantes de órganos en instituciones médicas; las comisiones provinciales de salud certifican las cualificaciones de los cirujanos de trasplantes de órganos, mientras que las comisiones de salud de nivel de condado y superior son responsables de la «supervisión y gestión de la donación y trasplante de órganos».
De acuerdo a un informe del Primer Hospital Afiliado de la Universidad Jiaotong de Xi’an (Primer Hospital), el 11 de junio se celebró en Xi’an, capital de Shaanxi, la Reunión de Trabajo 2024 del Centro de Control de Calidad de Donación y Trasplante de Órganos de Shaanxi, a la que asistieron más de 40 personas.
A la reunión asistieron expertos de China de los centros de control de calidad de trasplantes de riñón, corazón, pulmón e hígado, a informar sobre los datos de trasplantes.
En 2023, el número de trasplantes de órganos en la provincia de Shaanxi incluyó 557 riñones, de los cuales, 403 fueron realizados por el Primer Hospital, situándose en el cuarto lugar de China, dice el informe, añadiendo que de 54 transplantes de corazón, 48 fueron se hicieron en el Primer Hospital, situándose en el quinto lugar. De 31 transplantes de pulmón, 30 fueron realizados por el Primer Hospital, situándose en el octavo lugar; y de 189 transplantes de hígado, 168 fueron realizados por el Primer Hospital, situándose en el undécimo lugar.
La Organización Mundial para la Investigación de la Persecución de Falun Gong (WOIPFG) informó que el Primer Hospital ha sido uno de los principales centros de trasplantes de China desde la creación de su Instituto de Investigación de Trasplantes de Órganos en 2001. El hospital llevó a cabo el mayor número de operaciones de trasplante de órganos de la provincia de Shaanxi y ayudó a 23 hospitales de 13 provincias y ciudades a realizar decenas de miles de trasplantes de riñón hasta diciembre de 2012.
Según el hospital, había realizado con éxito más de 4000 trasplantes de riñón en 2015, más de 5000 en 2019 y más de 6500 en 2022.
El PCCh afirmó haber puesto fin a los trasplantes de órganos de presos ejecutados a partir de 2015. Sin embargo, el doctor Torsten Trey, director ejecutivo de Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos, declaró a The Epoch Times que no hay pruebas de que la práctica haya cesado.
«Según las cifras oficiales de China, cerca del 50 por ciento de todos los donantes registrados se inscribieron solo en 7 días (…) eso es inconcebible y no tiene precedentes», dijo el Dr. Trey.
Un estudio, de 2019, publicado en la revista BMC Medical Ethics, afirmó que «las cifras de donación de órganos comunicadas por Beijing no se sostienen y hay pruebas muy convincentes de que están siendo falsificadas».
Sustracción forzada de órganos de seguidores de Falun Gong
El 15 de junio, la WOIPFG actualizó un informe titulado «Pruebas directas del crimen de genocidio de Estado del PCCh mediante la sustracción de órganos de practicantes vivos de Falun Gong».
El informe indica que se confirmó que a partir de finales de 1999, bajo la orden del líder del PCCh Jiang Zemin, el régimen organizó un genocidio nacional de practicantes de Falun Gong mediante la sustracción forzada de órganos, que ha continuado durante 25 años y sigue en curso.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica basada en enseñanzas morales y ejercicios de meditación, que ha sido fuertemente reprimida desde 1999. Sus seguidores son objeto de detenciones arbitrarias, trabajos forzados y tortura. Según el Centro de Información sobre Falun Dafa, miles de personas han muerto bajo custodia.
«Antes de 1999, en China solo se habían realizado 135 trasplantes de hígado en más de 20 años, con un promedio de cinco a seis al año. De 1991 a 1998, hubo un total de 78 trasplantes de hígado, con un promedio de 9,7 por año», se lee.
«Después de que comenzara la persecución exhaustiva de Falun Gong por el PCCh, en 1999, hasta 2006 hubo 14,085 cirugías de trasplante de hígado en 8 años, con un promedio de más de 1900 por año (…)El crecimiento explosivo de los trasplantes de órganos coincide con el genocidio sistemático del PCCh contra los practicantes de Falun Gong».
Hasta octubre de 2023, la WOIPFG ha publicado un total de 866 archivos de audio y más de 4000 fuentes de datos que, según afirma, son pruebas de la sustracción forzada de órganos por parte del PCCh. Entre ellos, 66 archivos de audio muestran directamente la sustracción forzada de órganos de practicantes de Falun Gong, afirma el grupo.
A finales de 2014, la organización publicó una «Lista de investigación sobre el personal médico implicado en la presunta sustracción forzada de órganos de practicantes de Falun Gong en instituciones médicas del sistema no militar en la provincia de Shaanxi».
La lista revelaba 139 miembros del personal médico de 19 hospitales de la provincia. El Primer Hospital ocupaba el primer lugar de la lista.
«Aunque no hay pruebas que vinculen directamente a la señora Liu con la sustracción forzada de órganos, como directora de la Comisión Provincial de Salud y responsable directa de las disposiciones específicas para el trasplante de órganos en los hospitales, era al menos indirectamente responsable del delito», declaró a The Epoch Times el escritor independiente Zhuge Mingyang.
El PCCh utilizó los órganos de los practicantes de Falun Gong para establecer una industria de sustracción y trasplante de órganos, una cadena industrial masiva y sangrienta más rentable que el tráfico de drogas y la venta de armas, según el informe de la WOIPFG actualizado en junio.
«Con su insaciable codicia, sus oscuras manos están destinadas a extenderse a la sociedad. Por lo tanto, todo el mundo está en peligro», se lee en el documento.
Desaparecidos en China
Un artículo publicado por la Red de Búsqueda de Personas Desaparecidas de China en noviembre de 2020 afirma que «China tiene 8 millones de personas desaparecidas cada año».
En junio de 2022, Xie Changyang, un chico de 15 años de la ciudad de Xi’an, desapareció cuando volvía a casa del colegio. Cuatro meses después, la policía encontró un cadáver en el río Wei, río abajo de la localidad. La policía confirmó mediante comparación de ADN que el cadáver era el de Xie. El informe de la autopsia indicó que le faltaban los dos riñones.
Zhao Lanjian, profesional de los medios de comunicación que huyó de China, afirmó que el tráfico de órganos contribuye a la desaparición masiva de personas en China.
«El señuelo de los intereses comerciales y el afán de poder han hecho desaparecer un gran número de vidas en un país con la vigilancia electrónica más amplia del mundo», declaró a The Epoch Times el 18 de junio.
«La política nacional del PCCh de industrializar el trasplante de órganos es un acto cruel que desprecia los derechos humanos y el derecho a la vida».
Con la contribución de Xin Ning.
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